México D.F. Viernes 6 de junio de 2003
El aumento de la competencia hará más
eficiente a la petrolera, afirma Robert Kaplan
Es irresponsable buscar inversión externa para
Pemex: Rojas Nieto
El Estado debe tener una política energética
que asegure el control de sus recursos, explotación y reservas,
plantea León Bendesky
ISRAEL RODRIGUEZ
Los ofrecimientos de apertura del sector energético
a la inversión privada nacional y extranjera son irresponsables
porque contravienen los preceptos constitucionales; además, se carece
de alternativas viables para efectuar una reforma fiscal integral que pudiera
compensar los ingresos que Petróleos Mexicanos (Pemex) aporta a
las finanzas públicas, consideraron académicos.
León Bendesky, Antonio Rojas Nieto y Gregorio Vidal
coincidieron por separado en afirmar que la privatización de Pemex
y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya se ha realizado en
los hechos de manera silenciosa y constante.
Actualmente 50 por ciento de la capacidad de generación
de energía eléctrica la proporcionan trasnacionales y la
exploración petrolera está en manos de compañías
extranjeras, las cuales aumentarán su presencia mediante los controvertidos
contratos de servicios múltiples que les permitirán explotar
gas y petróleo.
Vender restaría capacidad de negociación
al país
El pasado martes en Suecia, el presidente Vicente Fox
ofreció a los inversionistas extranjeros participar en los sectores
petrolero y eléctrico, pese a que no hay ninguna reforma constitucional
aprobada por el Congreso de la Unión que permita la entrada de empresas
en actividades reservadas exclusivamente al Estado.
Antonio Rojas Nieto, investigador de la UNAM, consideró
''irresponsable'' hablar de una apertura en el sector petrolero cuando
no hay una alternativa estructural. Recordó que Pemex aporta a las
finanzas públicas 30 mil millones de dólares anuales.
''El día que se venda Pemex y la CFE, México
perderá capacidad de negociación y estaremos expuestos a
una crisis similar a la de Argentina'', advirtió.
Indicó que una opción para capitalizar a
la petrolera sería efectuar una alianza estratégica con compañías
europeas para diversificar el mercado. ''Podría ser con la francesa
BNP, la cual ha manifestado en innumerables ocasiones su interés
por lograr alguna asociación con Pemex''.
Consideró que los recientes pronunciamientos a
favor de abrir Pemex a la inversión privada extranjera puede ser
la coartada para otorgarle un tratamiento fiscal diferente a la petrolera.
Rojas Nieto aseguró que el mantenimiento de Pemex
y la CFE en manos del Estado le otorga al país gran fortaleza y
poder social. Por ello, ''ningún gobernante debe plantear la privatización
de este sector estratégico y menos con la ligereza con la que se
está expresando''.
Por su parte, Gregorio Vidal, integrante del Sistema Nacional
de Investigadores, afirmó que es inadmisible plantear la privatización
de Pemex debido a que ha sido clave en el desarrollo del país en
el siglo XX. Esta paraestatal, dijo, no puede ser objeto de ninguna transacción
comercial.
El también responsable del Centro de Documentación
Económica y Financiera de Norteamérica de la Universidad
Autónoma Metropolitana, mencionó que pese al constante proceso
de descapitalización al que ha sido sometida la principal paraestatal
del país, sigue siendo la fuente más importante de ingresos
para México.
León Bendesky, socio director del Sistema de Información
Regional de México, se manifestó a favor de establecer una
política energética de Estado, en la que se incluya el petróleo
y el gas, insumos indispensables para generar electricidad. El Estado,
afirmó, debe asegurar el control de sus recursos y los niveles de
explotación de las reservas petroleras. Así se podría
permitir la inversión privada en la explotación pero bajo
estricta vigilancia.
El también profesor de la Facultad de Economía
de la UNAM indicó: ''Si el Estado mantuviera un control estricto
sobre las reservas de petróleo y gas, en sentido de cuánto
se puede explotar y a qué ritmo, pienso que la apertura a la explotación
privada no debería ser una discusión de tanta controversia''.
León Bendesky reconoció que en el país
se paga la energía eléctrica y la gasolina más cara
que en otras partes del mundo, por lo que la participación privada
podría ser una forma de eficientar a Pemex, pero primero se tiene
que resolver el aspecto fiscal. Mencionó que mantener a Pemex en
manos del Estado ''nos da orgullo y honor, pero por otro lado tenemos a
60 millones de pobres''.
Recomendó al Poder Legislativo realizar su trabajo
y estructurar una política energética de Estado para desterrar
las simulaciones, porque finalmente el sector energético está
abierto mediante diversas figuras que han permitido pasar por encima de
los preceptos constitucionales.
Producir divisas, su urgencia: Symnetics
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Petróleos Mexicanos (Pemex), la principal empresa
del país, sólo podrá aumentar sus niveles de eficiencia
y mejorar la atención a sus clientes domésticos cuando tenga
que enfrentar a otros competidores en las operaciones locales, aseguró
Robert Kaplan, profesor de negocios de la Universidad de Harvard y uno
de los creadores de un mecanismo empleado por el gobierno de Vicente Fox
para mejorar el desempeño de la administración federal.
En
una conferencia de prensa en la Expomanagement 2003, a la que asisten ejecutivos
de alto nivel de empresas mexicanas, Robert Kaplan defendió el aumento
de la competencia como factor para elevar la eficiencia de Pemex, aunque
no dijo específicamente que debería permitirse a firmas petroleras
del extranjero operar en el mercado nacional.
Robert Kaplan, profesor de la Escuela de Negocios de la
Universidad de Harvard, es uno de los creadores de una herramienta empleada
en varias de las más importantes empresas del mundo llamada Balanced
Scorecard (tablero de control de gestión), que es usada para ayudar
a las compañías a medir y mejorar su desempeño.
El ''tablero de control de gestión'' ya es usado
en algunas áreas de la administración pública mexicana
e incluso la Presidencia de la República ha entrado en contacto
con Symnetics, la filial mexicana de la empresa que ofrece los servicios
ideados por Kaplan para medir el desempeño de metas fijadas en el
Plan Nacional de Desarrollo.
Si no hay competencia, abundó Kaplan -uno de los
tres ponentes que participaron en la segunda de tres jornadas de la Expomanagement
2003, que concluirá este viernes-, las operaciones no funcionan
eficientemente y tampoco benefician a los clientes o ciudadanos. La única
manera de lograr mayor eficiencia productiva y alto valor para los consumidores
es a través de ambientes competitivos, añadió.
También en conferencia de prensa, Alejandro Toculescu,
socio director de Symnetics en México, opinó que Pemex enfrenta
dos grandes desafíos: el primero, aumentar el valor económico
agregado, por ser uno de los mayores contribuyentes y principal generador
de recursos para el Estado; el segundo es satisfacer las necesidades de
la población.
''Para ello Pemex definió una estrategia y hoy
esa empresa analiza si emplea el modelo de tablero de control de gestión
como modelo de gestión de esa estrategia''. Destacó que la
petrolera puede aumentar sus niveles de competencia no necesariamente a
partir de la presencia de otros competidores en el mercado.
''Pemex tiene otras urgencias, como contribuir al presupuesto
y eso hace que se vea forzada a mejorar sus procesos, lo que hace que la
mejora no sólo se da por competencia, sino muchas veces se da también
por necesidad de mayor generación de divisas''.
|