México D.F. Viernes 6 de junio de 2003
Batuta huésped de la Filarmónica
de la Ciudad de México este fin de semana
Eugene Kohn hace público su interés por
dirigir a la OFCM
Las sinfónicas del mundo deben superar el orgullo
de mantener ciegamente el clasicismo, dice
''La música es la protección de la esperanza,
la voz de Dios'', afirma el pianista
ANGEL VARGAS
El director orquestal neoyorquino Eugene Kohn, quien ha
trabajado con grandes figuras de la ópera mundial, como Maria Callas,
Luciano Pavarotti y Plácido Domingo, hizo público ayer su
interés por convertirse en el próximo titular de la Orquesta
Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM).
Entrevistado con motivo del par de actuaciones que este
fin de semana ofrecerá con esa agrupación, en calidad de
director huésped, el también pianista enfatiza:
''La Filarmónica de la Ciudad de México
busca un nuevo director y por eso estoy aquí, porque me gustaría
ser considerado como candidato. Definitivamente me gustaría dirigirla,
me encanta el nivel de los músicos y la manera en que está
conformada, en la que más de 50 por ciento de los atrilistas son
mexicanos, y los extranjeros tienen el nivel para tocar en cualquier gran
agrupación del mundo.
Búsqueda de más públicos
''Me
gusta el filin de la orquesta. En realidad, espero que me consideren.
Amo a México, aprendí español durante años
viajando con Plácido Domingo y tengo profundo respeto por la cultura
literaria, teatral y musical de este país. Espero que yo funcione.
De no ser así, me gustaría ser considerado de manera frecuente
como director huésped", dice.
Kohn -quien apenas el pasado enero dirigió una
gala de ópera en el Palacio de Bellas Artes en beneficio de niños
de escasos recursos- deja entrever que ya sostuvo pláticas con el
secretario de Cultura capitalino, Enrique Semo, y señala que comparte
el proyecto social y educativo del funcionario, de ampliar el margen de
acción de la orquesta a más públicos, en especial
a los de menos recursos.
"Es un plan que me gusta, porque si algo rechazo es que
la música clásica sea para elites. Es algo que no entiendo,
mucho menos en México, que tiene profundas raíces culturales
sin importar las clases sociales", comenta.
Para el director es imperativo que las orquestas sinfónicas
del mundo superen ''el orgullo de mantener ciegamente sólo el clasicismo
y la tradición de la música clásica" y se abran también
a propuestas más accesibles para todo tipo de público.
De otra forma, explica, este tipo de agrupaciones verán
cómo se agravan cada vez más sus problemas financieros y
comenzarán a desaparecer debido a que los gobiernos de cualquier
parte del mundo dedican esfuerzos y presupuestos a temas prioritarios,
como la lucha contra el hambre, la criminalidad y el narcotráfico.
''Una orquesta debe ampliar su mercado y participar en
cualquier proyecto en el que pueda hacerse de más recursos, aunque
con sus límites, por supuesto. No me opongo a que las orquestas
salgan a la calle y se presenten en los centros comerciales, ni que toquen
'música liviana' mezclada con música sinfónica. Es
algo muy factible que ayudaría a captar más público
en tiempos difíciles como los que vivimos", abunda.
''Claro que no debemos olvidarnos del público especializado.
Pero hay momentos para todo, para hacer lo ligero y lo clásico.
Hay que dar placer a todos con la programación."
Aprile Milo debuta en México
La carrera de Eugene Kohn comenzó a temprana edad,
como acompañante de piano para grandes estrellas de la ópera,
entre ellos Maria Callas, Franco Corelli, Luciano Pavarotti y Renata Tebaldi.
De allí que tenga especial gusto por el género.
Con los años, su excepcional trabajo con orquestas
locales en Estados Unidos le hicieron dar el salto al Metropolitan Opera
House de Nueva York, donde ha dirigido con frecuencia, al igual que en
casas de ópera, como las de Viena, Hamburgo, Berlín, París,
Nápoles y Barcelona.
Su labor en el ámbito sinfónico incluye
la titularidad de la Sinfónica de Puerto Rico, de la que es director
emérito, así como presentaciones con orquestas de diversas
partes del mundo, entre ellas la Filarmónica de Londres.
Esta será la segunda ocasión que dirige
a la OFCM, pues en 1991 estuvo al frente de la orquesta en la reapertura
del Auditorio Nacional.
Para sus conciertos de mañana y el domingo, en
la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, presentará
un programa integrado por las Variaciones sobre un tema de Haydn,
de Brahms; Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel, de Strauss,
y la Sinfonía cuatro, de Mahler, en la cual intervendrá
como solista la reconocida soprano italo-estadunidense Aprile Millo, en
su debut en México.
Kohn no encuentra gran diferencia entre dirigir ópera
y música sinfónica, en cuanto ''a los aspectos importantes,
que son la expresión y la transmisión de sentimientos".
No importa el género, agrega, porque la música
busca ''lograr una perfecta comunicación entre seres humanos; los
sonidos deben traer consigo verdad y entregar emoción y fantasía.
Finalmente, la música es la perfección de la esperanza, la
voz de Dios".
|