México D.F. Viernes 6 de junio de 2003
El conflicto en Chechenia amenaza con extenderse
Atentado suicida en Osetia del Norte; 17 muertos y 15 heridos
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 5 de junio. Una suicida hasta ahora no identificada pero de presumible origen checheno, detonó este jueves los explosivos que llevaba adheridos al cuerpo, provocando 17 muertos y 15 heridos graves, en las afueras de la ciudad de Mozdok, Osetia del Norte, a 20 kilómetros de la frontera con la separatista república de Chechenia.
La joven suicida, de unos 25 años, pretendió abordar un autobús que trasladaba a 33 militares y técnicos civiles al aeródromo de Mozdok. Aparentemente, la mujer aprovechó un descuido del chofer cuando detuvo el vehículo junto a la estación ferroviaria para recoger a otros pasajeros, también militares.
Testigos aseguran que la atacante logró subir al autobús, pero las autoridades rusas manejan la versión de que el chofer alcanzó a cerrar la puerta y la mujer se arrojó contra ésta, al tiempo que hizo estallar la carga mortífera.
El subprocurador de Rusia a cargo de Chechenia, Serguei Fridinsky, dijo que hasta ahora no ha sido posible identificar a la atacante debido a que detonó una carga explosiva equivalente a dos kilogramos de TNT, dentro de un cinturón lleno de metralla, por lo cual "su cuerpo quedó destrozado y el rostro, completamente desfigurado".
Fridinsky informó que nueve de los muertos eran militares, y siete, técnicos o empleados civiles del aeródromo de Mozdok. En la relación de víctimas mortales, difundida esta noche por la policía de Osetia del Norte, figuran siete mujeres, pero no se precisa la actividad que desempeñaban en el aeródromo. Tampoco se menciona el número de pilotos que murieron o resultaron heridos durante el atentado.
En las afueras de Mozdok se encuentra la base más importante de la fuerza aérea federal en toda la región del Cáucaso del norte. Ahí están ubicados los aviones SU-24 y helicópteros de combate que participan en bombardeos contra objetivos de la guerrilla separatista en las montañas de Chechenia y en misiones de reconocimiento aéreo, en apoyo de las operaciones terrestres de las tropas federales.
El ataque suicida de hoy es el primero que se comete fuera del territorio de Chechenia y, por lo mismo, amenaza con extender el conflicto armado a las repúblicas caucásicas colindantes.
No parece fortuito que haya ocurrido en Osetia del Norte, pues ya el pasado 27 de mayo dos camiones de carga repletos de explosivos intentaron ingresar desde Chechenia y una simple casualidad -las sospechas que despertaron en una patrulla militar- evitó una tragedia mayor.
Hay tensión creciente en Ingushetia y Daguestán, donde también se temen atentados suicidas, y en la región de Argún se reforzó notablemente la frontera chechena con Georgia, por cuanto no se descartan nuevas incursiones de combatientes independentistas que encontraron refugio en el vecino país.
La lectura que hace el FSB (Servicio Federal de Seguridad de Rusia) de estos atentados, no admite interpretación distinta a la que conviene al Kremlin: "los ataques, que se planean y financian desde el exterior, forman parte de todo un entramado de terrorismo internacional".
El portavoz del FSB, Serguei Ignatchenko, ofreció hoy esta explicación: "Los suicidas son entrenados en otros países por sicólogos experimentados que les lavan el cerebro al punto que llegan a creer que morir los hará felices. Después son enviados a Chechenia, donde se ponen a las órdenes de mercenarios árabes como Abu al Valid, quien se encarga de preparar los atentados con dinero recibido de otros países".
Demasiados detalles y una sola omisión, acaso determinante. Las autoridades rusas no consideran los excesos del ejército federal contra la población civil en Chechenia -una sociedad musulmana acostumbrada durante siglos a vengar la muerte de sus seres queridos con la sangre de sus victimarios-, razón de peso para que sobren los voluntarios dispuestos a convertir el fenómeno de los ataques suicidas en una suerte de intifada palestina en el Cáucaso del Norte. |