Desde 1995 se tienen registrados más de 400 crímenes; la mayoría siguen sin resolverse

México ocupa el segundo lugar en asesinatos homofóbicos en el continente

Preparan movilizaciones que exigirán esclarecer la muerte de 2 activistas en Nogales

JENARO VILLAMIL

Con los asesinatos de Jorge Armenta Peñuelas, de 27 años de edad y dirigente del Colectivo Lésbico Gay de Nogales, Sonora, y su pareja Ramón Armando Gutiérrez Enríquez, suman más de 400 los crímenes de odio por homofobia ocurridos en el país desde 1995.

La mayoría de los asesinatos permanece sin resolver o minimizados por las autoridades del Ministerio Público como "crímenes pasionales", según los cálculos de los integrantes de la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia, creada en 1998 para propiciar el esclarecimiento de estos delitos.

Guillermo Núñez Noriega, catedrático universitario y miembro de la Comisión Ciudadana, calificó como "horrorosos" los asesinatos de Armenta Peñuelas y de Gutiérrez Enríquez, y los consideró ejecuciones, ya que, de acuerdo con los criterios de las propias comisiones internacionales, "no se trató sólo de asesinarlos sino de humillarlos y castigarlos por su orientación sexual". Los cuerpos de ambos fueron encontrados el domingo con signos de tortura, de martillazos en el cuerpo y, según versiones extraministeriales, uno de los cuerpos tenía clavada en la axila su credencial de elector. Armenta Peñuelas era candidato a regidor de Nogales por el partido Convergencia.

Núñez Noriega subrayó que la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia prepara movilizaciones para denunciar los asesinatos y demandar a las autoridades de la procuraduría estatal una pronta y clara investigación.

Oficialmente, con estos crímenes de odio por homofobia suman tres los asesinatos ocurridos en 2003, pero Núñez Noriega calculó que la cifra puede llegar a 6.

Diana López, del partido México Posible, en Hermosillo Sonora, difundió una carta pública que le envió al gobernador de la entidad, Armando López Nogales, y al procurador de Justicia, Miguel Angel Cortés. En la misiva exige que la investigación se realice de forma eficaz.

"Lo artero de los asesinatos y su brutalidad nos hacen pensar en un crimen que tiene a la homofobia como una de sus motivaciones. Por homofobia entendemos el miedo, el prejuicio y el odio hacia las personas homosexuales. Un miedo y un prejuicio de los cuales buena parte de la sociedad se ha hecho cómplice", destaca la misiva leída por Diana López.

Por su parte, Max Mejía, dirigente gay de Tijuana, recordó que además de estos crímenes se encuentran los asesinatos de dos sacerdotes gays en Coahuila los expedientes de más de cinco crímenes en Colima. En el caso de esta ciudad fronteriza consideró que muchos de los asesinatos por homofobia "se han hecho invisibles, porque se pierden en el marasmo del crimen organizado".

Registros de crímenes

Con un promedio de 35 crímenes por año, México ocupa el segundo lugar en el continente, en cifras absolutas, en una lista de 25 países del mundo donde se registran crímenes de odio por homofobia, sólo debajo de Brasil y seguido por Estados Unidos, en donde se registra un promedio de 25 crímenes por año.

Según el seguimiento hemerográfico de la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio por Homofobia, instancia civil creada por activistas, intelectuales y artistas en 1998, entre 1995 y 2001 se registraron 213 personas ejecutadas por homofobia. Se calcula que la cifra puede duplicarse, ya que la prensa apenas registra la mitad de los crímenes de este tipo.

La mayoría de los asesinatos han ocurrido en el Distrito Federal. Según la subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito, Bárbara Yllán, hasta marzo de 2003 tenían información de 40 casos de crímenes contra gays y lesbianas en la capital del país.

Entre los casos más sonados en otras entidades se encuentran por lo menos cinco crímenes contra gays cometidos entre 2000 y 2001 en Colima, al que se suma el asesinato a mediados de 2001 de Manuel Salas Cepeda, de 55 años, en Mérida, quien presentó huellas de ultraje multitudinario. En Guadalajara fue asesinado por estrangulamiento Max Humberto Guerrero García, de 39 años. En el puerto de Veracruz distintas organizaciones demandaron esclarecer cinco homicidios recientes, ejecutados con el mismo patrón de odio a partir de la preferencia sexual.

Según el recuento de la Comisión Ciudadana, presidida por Alicia Valle, madre de Francisco Estrada Valle, asesinado hace 12 años en la ciudad de México, la edad de las víctimas oscila entre los 20 y los 40 años. Se han cometido más de 17 ejecuciones de adolescentes y jóvenes gays, entre los 14 y los 20 años, y cuyos asesinos fueron principalmente sus propios familiares o sus compañeros de clase.

En la investigación policiaca de los crímenes homofóbicos impera, como en la mayoría de los países de América Latina, la indiferencia, el desprecio y la negligencia por parte de las autoridades procuradoras de justicia. La calificación de estos asesinatos como "pasionales" contribuye a la extorsión policiaca y a su desatención.

El escritor Carlos Monsiváis, impulsor en la creación de la Comisión Ciudadana, ha subrayado que estos crímenes se comenten contra los gays "por ser lo que son y cómo son". Se suman a una serie de delitos como el vandalismo judicial, las razzias, extorsiones, golpizas, muertes a puñaladas, asesinatos, negación de atención médica para seropositivos y hostigamiento.