.. | México D.F. Viernes 6 de junio de 2003
Emprende nueva etapa en la galería Pecanins
Aceves Navarro deja los cuadros para hacer ''cajas''
Ahora que estoy viejo te mando cartas mamá
presenta dibujos de pequeños autorretratos ''rotos al azar''
MERRY MAC MASTERS
Después de los festejos por sus 70 primaveras,
desarrollados a lo largo de 2001, y una posterior ausencia de México
debido a compromisos de trabajo en España, el pintor, escultor y
grabador Gilberto Aceves Navarro regresa con un material ''diferente a
lo habitual", pero que obedece a los cambios asociados con su quehacer
artístico.
De
hecho, en Ahora que estoy viejo te mando cartas mamá, exposición
montada en la Galería Pecanins (Durango 186, colonia Roma), el artista
asegura ''reiniciar hostilidades con su progenitora" -no quería
que fuera artista, sino una ''gente decente"- mediante una serie de autorretratos
y cajas con dibujos, todo con el propósito de decir: ''Mira cómo
estoy, a dónde he llegado y lo que estoy haciendo. Ahora que estoy
viejo te mando cartas mamá, precisamente para que te des cuenta
de qué tan joven estoy y de que sigo jugando como niño".
Profundo interés por el dibujo
''Es un juego en el que me va la vida". Aclara: ''No juego
a las canicas, ni con el balero, bueno, ahora se llama Nintendo, sino con
mi cultura, mi historia personal y la de mi país, en fin, las tradiciones.
Todas esas cosas que me son tan importantes en unos cuadros tan chiquitos.
Sólo hay dos grandes que puse en recuerdo del pintor, para que no
se les olvide que sigo siendo ese pintor que ha llegado a ese punto y que
no rompo con eso".
Si tiene ''una línea'' y ésta reside ''en
mi interés continuo, profundo, mi amor definitivo por el dibujo".
¿Por qué, entonces, ha roto los dibujos que encierran las
cajas? ''Se trata de fabricar una imagen después de fragmentar múltiples
representaciones. El hecho de romper estos dibujos no es la negación
de mi quehacer. Me interesa mucho qué sucede con la fragmentación,
con los pedacitos, que tampoco acomodo. Cojo manojos de dibujos -no los
selecciono-, de todas las épocas, los rompo y los coloco en estas
cajas de una manera prácticamente accidental. El azar tiene mucho
que ver con las imágenes conseguidas aquí. Mi idea es que
estas cosas formen una imagen diferente de lo que son".
De esa manera es como Aceves Navarro incursiona por primera
vez en la realización de cajas, no como moda, sino como consecuencia
de un planteamiento:
''¿Qué otra cosa me puede dar el dibujo,
más allá de una imagen plana y única, al multiplicarla
y fragmentarla? Para esto necesito un espacio en tercera dimensión,
con profundidad."
Luego están los pequeños autorretratos con
imágenes, ''no sólo eróticas, sino pornográficas",
que hablan de ''otras cosas". Aquí, dentro de una silueta pasa todo:
''Hay un símbolo y un signo en la cara. Lo que hago es cambiar el
símbolo desde adentro. Es decir, cómo puedo ser yo, cómo
me puedo ver, si no me pongo nariz, ojos, ni nada. De nuevo es la fracturación
de la imagen, la minimización de los signos y demás. Es decir,
el icono ya prácticamente está construido de otra manera.
No de un modo repetido, sino en forma irregular.
''Aparentemente, los cuadros no tienen nada que ver con
las cajas, pero, son diferentes tratamientos nada más. Todos abordan
la fracturación de la imagen y del símbolo reconocible y
regular". Así es como la nueva etapa de Aceves Navarro, con la galería
Pecanins, se inicia con algo ''muy feroz, violento, diferente a lo que
hacía antes, a la vez que obedece a un interés profundamente
profesional y personal".
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