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México D.F. Domingo 8 de junio de 2003

Francesca Gargallo, la autora, dice que los mejores libros que ha leído son políticos

Verano con lluvia, 7 cuentos que van a la raíz de situaciones y sentimientos

El volumen, editado por Era; la escritora reivindica a mujeres que no desean a sus hijos

ARTURO JIMENEZ

Ser radical es tomar la cosa desde la raíz, plantea el filósofo alemán Carlos Marx, y esta parece ser la premisa desde la cual escribe Francesca Gargallo, narradora italiana radicada en México desde hace muchos años.

O por lo menos sería la característica de las historias de su reciente libro Verano con lluvia (Era), que reúne siete de los únicos 15 cuentos que Gargallo, autora más bien de novelas, ha escrito en tres lustros.

-¿Podría decirse que son cuentos radicales o que la radicalidad es el tono común de estos relatos?

-Entiendo la radicalidad en el sentido de rebelión, y en ese sentido sí son cuentos hasta el fondo de situaciones. Lo que los dirige es que cada uno implica un sentimiento hasta el fondo. Pueden ser sentimientos negativos, contradictorios, dolorosos, o muy positivos o afectivos, pero sobre todo son el desmenuzamiento de un sentimiento, impresión o situación.

-Por ejemplo, el cuento que da título al libro, Verano con lluvia, aborda el rechazo a la maternidad por parte de la protagonista. ¿Hay aquí una subversión hacia la naturaleza?

-No hay una naturaleza en relación con el sentimiento materno. Hay mujeres que desean a sus hijos, otras que los desean odiándolos y unas más que no los desean. Y esto es algo que nunca se dice. Yo sufrí mucho durante mi embarazo porque tuve una gran duda, y tengo amigas que enloquecieron con el parto.

"A mí me pasó al contrario, tuve un pésimo embarazo, pero fui muy feliz con mi hija nacida, cuando la conocí. La conocí como a los tres días, y cuando la vi me cayó el veinte de que la amaba."

Las mujeres que no desean a sus hijos, comenta, no son monstruos como las señala la sociedad, sino personas maravillosas que a lo mejor podrían dar la vida por una amiga o se la pasan luchando por una causa.

Gargallo abunda acerca del eje común de sus siete relatos: "Lo que une a estos cuentos es que son sentimientos llevados hasta el fondo, sentidos hasta el final: ya sea la culpa concreta en uno, la mezcla de las contradicciones de clase en otro, el rechazo al hijo nacido en uno más, la pasión por la hija en otro o la pasión amorosa, como en El barco".

-¿Cómo integrar posiciones políticas con la literatura, cuando hay quienes señalan que no es buena combinación?

-Habría que mencionar, por ejemplo, Utopía, de Tomás Moro, uno de los mejores libros, que es un texto político. Una gran pluma puede hacer lo que sea. Los mejores libros que he leído son políticos, como los de Erasmo de Rotterdam o François Rabelais.

Un regalo contundente

-Básicamente eres novelista, pero, ¿cómo te ubicas cuando estás creando cuento y cómo cuando estás en la literatura de largo aliento?

-Siento que escribo sólo en la literatura de largo aliento, cuando me tomo mucho tiempo. Pero a veces los cuentos los siento como regalos, cuando puedes transmitir un sentimiento o decir algo en muy pocas palabras, con una acción. Para mí es muy importante la acción, no puedo concebir una literatura de palabras que no impliquen una acción.

-Eso es un poco a contracorriente...

-¡Ah!, sí, claro, yo escribo novelas de aventuras -responde, ríe y continúa:

"Tiendo a escribir muy compacto, pero también soy una persona que tira y tira páginas, porque no me gustan o se alargan. Y de repente te sucede y puedes escribir algo tan corto.

"Estos cuentos han sido escritos en situaciones muy extrañas: uno lo escribí en un hotel en Cuba, mientras llovía y no se me antojaba salir; otro en Belice, una mañana mientras esperaba a unos leñateros que quería entrevistar; uno más en Puerto Angel, en 1987; otros dos los escribí en mi casa. Es decir, los cuentos nacen, vienen, se te presentan, son un regalo, son tu fuerza de decir cosas."

-Eres italiana, vives en México desde hace varios años y viajas por diversos países. ¿Sientes que vienes de alguna tradición literaria?

-Dumesil, que es un mitólogo, dice que la forma de contar de Occidente es la misma desde el mito indoeuropeo hasta nuestros días y que la arrastramos en la lengua. Entonces, tendemos a construir una trama cada vez que escribimos, y esto es común al mito, a la literatura y a la historia. En ese sentido es que pertenezco a esa larguísima tradición que vendría del mito y terminaría en la novela, como dice Dumesil.

Por otro lado, concluye, han influido en ella todas las formas de escribir que ha leído. "Me gusta leer y que otros se den a la tarea de consolarme de la vida a través de su escritura. La actitud del escritor es una actitud generosa, o por lo menos así la quiero vivir y así la quiero aceptar".

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