México D.F. Lunes 7 de julio de 2003
La producción nacional, insuficiente para abastecer el mercado interno: Comercio
Sin un campo competitivo no bajarán importaciones agrícolas
Si se interrumpieran las compras de maíz amarillo se afectaría la producción de la tortilla, la cadena alimentaria del sector ganadero, avícola y porcícola, además de la actividad harinera
MIRIAM POSADA GARCIA
México no podrá reducir la importación de productos agrícolas y pecuarios mientras no se incentive la competitividad del campo nacional y se reactive el mercado interno, reconoció la subsecretaria de Comercio, Rocío Ruiz Chávez.
Manifestó que las compras en el exterior de productos del campo bajo los denominados cupos de importación son necesarias, porque la producción nacional es insuficiente para abastecer el mercado local, mantener la integridad de las cadenas productivas y además porque se da cumplimiento a los acuerdos comerciales internacionales.
Por ejemplo, en la actualidad el país compra en el extranjero 5 millones 500 mil toneladas de maíz amarillo, lo que representa 2 millones 300 mil toneladas o 72 por ciento más del cupo comprometido.
Esto, según Ruiz Chávez, se debe ''a que la producción nacional es insuficiente y de interrumpir ese flujo se afectaría la cadena de producción de tortilla, la cadena alimentaria del sector ganadero, avícola y porcícola, así como la harinera, entre otras''.
Ese es el riesgo de modificar los cupos de importación de productos agrícolas y pecuarios, además de que se dejaría de cumplir con los acuerdos comerciales establecidos. Ante esa situación, dijo la funcionaria en entrevista, la Secretaría de Economía y las organizaciones campesinas están dedicadas a analizar la situación de los productores y a definir criterios para dar transparencia y certidumbre a la asignación de cupos.
Negociaciones internacionales
A seis meses de que comiencen las consultas con Estados Unidos sobre la situación del maíz blanco y el frijol mexicano, Rocío Ruiz explicó que la revisión de cupos es una de las tres tareas básicas a las que la dependencia y las organizaciones campesinas están dedicadas para llegar a esa negociación con las mejores estrategias para apoyar a los productores nacionales, según quedó establecido en el Acuerdo Nacional para el Campo.
Precisó que el primer grupo de trabajo está concentrado en revisar los resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como los subsidios otorgados a los productores estadunidenses a través de la Farm Bill (Ley Agrícola de Estados Unidos), y el reforzamiento de la postura de México en contra de los subsidios agropecuarios ante instancias como la Organización Mundial de Comercio.
También revisan los acuerdos de cooperación emanados de figuras como la Sociedad para la Prosperidad, donde la intención es acercar a los productores nacionales con los actores económicos de Estados Unidos y Canadá.
Al respecto el subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales, Angel Villalobos, destacó que la negociación se hará entre el Poder Ejecutivo de cada gobierno y no considera la renegociación del TLCAN, por lo que las declaraciones de senadores estadunidenses en contra de las consultas no serán obstáculo ni deben preocupar a los mexicanos.
Un segundo grupo, señaló Rocío Ruiz, está dedicado a analizar los instrumentos de protección establecidos en el propio TLCAN y en la OMC con la intención de que los negociadores lleguen a las consultas de diciembre con los mejores argumentos e instrumentos de defensa.
El tercer grupo está dedicado a revisar los cupos de importación y la definición de criterios, donde se ha encontrado que la situación de algunos sectores del campo mexicano será determinante para la toma de decisiones, porque antes que nada, advirtió, es indispensable elevar su competitividad, reactivar el mercado interno e integrar la infraestructura de comercialización necesaria.
Aquí, dijo, será determinante la participación de las organizaciones campesinas para dar transparencia y certidumbre a la asignación de cupos, así como a la revisión de los establecidos con Estados Unidos y Canadá en materia de maíz, frijol y leche, y luego con la OMC y países como Costa Rica, Chile, Israel, Uruguay y Argentina, aunque se trate de montos menores.
Con esto se pretende que la importación sea complementaria de la producción nacional sin contravenir los compromisos internacionales ni afectar la cadena productiva agroindustrial, sino que permita fortalecerla.
Señaló que en este momento no se pueden modificar los cupos de importación de maíz amarillo debido a que la producción nacional es insuficiente, y los primeros afectados serían los porcicultores, avicultores y ganaderos que dedican este producto a la alimentación de sus animales, así como la cadena maíz-tortilla y maíz-harinas.
Rocío Ruiz alertó que junto con la importancia de producir más de lo que el país requiere viene la necesidad de reactivar el mercado interno, dotar a los productores de la infraestructura suficiente para comercializar sus productos y que los 20 centavos que reciben por cada peso que pagan los consumidores finales se multipliquen.
Se trata de incrementar su participación en el margen de comercialización, en la cadena de valor con estrategias de acceso al mercado, mejorar la calidad y disponibilidad de los servicios y de fomentar el consumo de productos mexicanos con lo que se evitarían prácticas depredatorias.
Es un trabajo de normalización y organización de infraestructura, de formalización de las transacciones comerciales y de eficiencia necesaria para que los productores obtengan mejores resultados, concluyó.
|