ƑLA FIESTA EN PAZ?

Leonardo Páez

La edad ideal

CON EL CRECIMIENTO demográfico que os cargáis, Ƒcómo es posible que en México no saquéis siquiera dos buenos toreros por año?

LA PREGUNTA FUE lanzada con cálida indignación por don Jaume Roig, aficionado catalán de 78 años, originario de Figueras, que en 1945, en la Plaza Monumental de Barcelona, atestiguó enloquecido las apoteósicas tardes protagonizadas por Manolete y Arruza. Sincronicidades al margen, 57 años después el hombre se animó a reflexionar en voz alta con un desconocido de México.

-TAL VEZ PORQUE nos falta autoestima y nos sobran políticos -aventuré como respuesta sin mayor convencimiento.

-POR ESA MANIA de imitar defectos, pero no cualidades -replicó Roig-, es que después de medio siglo seguís sumidos en vuestros errores taurinos, como si Gaona, Armillita y Arruza hubiesen sido japoneses.

-ƑEXISTE UNA EDAD ideal en el torero para la expresión estética? -inquirí cuando las breves acciones en el ruedo propiciaron una charla prolongada en el tendido.

-LA EDAD IDEAL, en el toreo y en cualquier otra profesión -respondió sin perder detalle de la tediosa lidia-, es aquella que permite mantener clara la propia estima, sin complejos, jactancias ni autoengaños, aquella que alimenta la voluntad de ser y de bien hacer, antes que el afán de ser reconocido como un triunfador.

RECORDABA ESTA CHARLA ayer domingo, mientras en la plaza mexiquense de La Florecita tres niños toreros -Hilda Tenorio, Joselito Adame y Juanito Chávez- enfrentaban con pundonor y celo torero un muy bien presentado, bravo y noble encierro de Montecristo, con excepción del corrido en cuarto lugar.

TRES JOVENCITOS MEXICANOS con una capacidad de compromiso consigo mismos y con la profesión en la que se inician que ya quisieran muchos seudoprofesionales para un domingo, ya no se diga de elecciones, sino siquiera de toros.

EN APENAS DOS años de agotadora labor -Hilda y Joselito empezaron a actuar a principios de junio de 2001 y Juanito en noviembre de ese mismo año-, los chamacos han logrado combinar su incipiente vocación torera con la inevitable obligación de aprender, tanto en las aulas sus respectivos deberes escolares como en el salón y en el campo la cotidiana asimilación de la técnica de la lidia y el entrenamiento físico.

SE DICE FACIL, pero si hoy con las solas tareas los niños se vuelven locos, hay que imaginar las horas que Hilda, Joselito y Juanito deben robarle al juego y a la distracción, y en vez de nintendos o Internet repetir hasta el cansancio, frente al espejo, la carretilla o la becerra, la forma y el fondo de las diversas suertes del toreo.

šY VAYA SI las van asimilando! Están sobrados de valor, intuición e inventiva, cada uno en su estilo y en su nivel.

ƑQUE LES DEPARA el futuro? Al igual que al resto de los toreros jóvenes de México, es algo que no les debe preocupar: no está en su mano modificar la mediocridad ajena, sino la propia.