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E C O N O M I A
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México D.F. Miércoles 9 de julio de 2003

Se le acusa de fraude fiscal por más de 30 millones de dólares contra Nafin

Peñaloza Sandoval llega a México; seguiría la estrategia de El Divino

El ex presidente de Tribasa se entregó "voluntariamente" al gobierno mexicano

ARMANDO G. TEJEDA Y GUSTAVO CASTILLO GARCIA CORRESPONSAL Y REPORTERO

Madrid, 8 de julio. El empresario mexicano David Peñaloza Sandoval, detenido el 29 de agosto del año pasado en el norte de España por su presunta implicación en un delito de fraude fiscal por más de 30 millones de dólares contra Nacional Financiera (Nafin), llegó extraditado anoche a la ciudad de México, una vez que decidió no agotar la vía judicial ante los tribunales españoles.

Peñaloza, uno de los empresarios que más beneficios obtuvieron durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (construyó, entre otras, la autopista de México a Toluca), decidió entregarse ''voluntariamente'' al gobierno mexicano con la intención de seguir la misma estrategia judicial de Ángel Isidoro Rodríguez, El Divino, que logró evitar la cárcel gracias a que el delito de fraude genérico no se considera grave en el Código Penal.

El ex presidente de la constructora Triturados Basálticos, S.A. (Tribasa) permaneció recluido en la prisión de Valdemoro, a 35 kilómetros de Madrid, desde agosto del año pasado. Su detención se logró 10 meses después de que la Interpol dictó una orden de búsqueda y captura internacional en su penalozacontra, que permitió su identificación y detención la madrugada del 29 de agosto de 2002, en la ciudad catalana de La Junquera, en la frontera entre España y Francia.

El empresario mexicano pretendía evadir la justicia después de un largo periplo que lo llevó, según constó en los informes periciales, por varias regiones de Estados Unidos, Italia, Alemania y Francia antes de ser capturado en España.

Peñaloza Sandoval, a quien se atribuye una fortuna de más de mil 100 millones de dólares, se sometió los últimos meses a un proceso de extradición que, según sus abogados, tenía pocas probabilidades de ganar. Ante este panorama Peñaloza decidió no agotar la vía judicial en España, a pesar de que podría haber presentado un último ''recurso de súplica'' ante la Audiencia Nacional de España, donde se instruía su proceso de extradición.

Una vez que el viernes pasado el Consejo de Ministros del gobierno del derechista José María Aznar decidió autorizar la entrega de Peñaloza a las autoridades mexicanas, el empresario fue trasladado de la prisión madrileña de Valdemoro al aeropuerto de Barajas para que, fuertemente custodiado, abordara el avión que lo trajo a territorio mexicano.

Peñaloza había logrado evadir al menos dos intentos de detención durante los meses que permaneció prófugo de la justicia, de diciembre de 2001 hasta agosto de 2002.

La estrategia judicial de la defensa del ex presidente de Tribasa es idéntica a la que permitió a Angel Isidoro Rodríguez eludir la acción de la justicia en territorio nacional: primero se fugaron del país con la intención de evadir a la justicia mexicana, pero, una vez detenidos -ambos en España- intentaron agotar la vía judicial para evitar la extradición.

Como segundo paso, al ver que su entrega era inminente -sobre todo por los indicios de criminalidad recopilados en su contra- decidieron entregarse ''voluntariamente'', pero sólo un ''paso'' antes de que el tribunal competente dictara la sentencia de extradición.

Igual que hiciera El Divino, es muy probable que los abogados en México de Peñaloza Sandoval hayan tramitado ya ante los tribunales mexicanos un recurso de amparo que le permita pagar una fianza para evitar la prisión, ya que el delito de fraude genérico no se considera grave, a pesar de que el presunto delincuente intentó evadir la justicia de manera sistemática.

Peñaloza Sandoval construyó buena parte de su fortuna durante los años de gobierno de Salinas de Gortari, en los que se convirtió en el empresario que más concursos públicos ganó para construir autopistas de peaje, administrar servicios públicos -como drenaje, agua o basura-, pero también invirtió en ferrocarriles, puertos y aeropuertos. Su empresa se convirtió, de la noche a la mañana, en una de las constructoras más importantes del país y de América Latina. Su fortuna se incluyó por primera y única vez en la famosa lista de los hombres más ricos del mundo de la revista Forbes, en 1994.

Luego de un año de permanecer encarcelado, Peñaloza Sandoval enfrentará las acusaciones en su contra ante el juzgado tercero de distrito con sede en el Reclusorio Norte de la ciudad de México, ya que esta autoridad fue la que le libró la orden de aprehensión.

El empresario arribó a territorio mexicano en calidad de detenido al filo de la medianoche de ayer, a bordo de un avión de Aeroméxico, custodiado por elementos de la Agencia Federal de Investigación y de la Interpol.

De acuerdo con las acusaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), Peñaloza Sandoval incurrió en maquinaciones dolosas para defraudar a Nafin, institución con la que se había comprometido a pagar los 30 millones de dólares que le habían sido otorgados como crédito.

La historia de este caso se remonta al año 2000, cuando el presidente de Tribasa simuló una compraventa de acciones a través de una persona moral vinculada con otras empresas bajo su control, a fin de eludir el pago de los 30 millones de dólares.

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