Aducen muchas irregularidades en la elección de alcaldes

Priístas y panistas preparan impugnaciones en Jalisco

No hay resultados definitivos; la lucha se podría ampliar hasta diciembre: Jorge Arana, candidato del PRI a edil de Guadalajara

CLAUDIA HERRERA BELTRAN Y JOSE DIAZ ENVIADA Y CORRESPONSAL

Guadalajara, Jal., 8 de julio. Después de permanecer un día en silencio, el candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara, Jorge Arana, salió a "dar la cara" y anunció que este miércoles, cuando se den los resultados oficiales, definirá si impugna o no el proceso electoral, pero advirtió que tiene argumentos para hacerlo, porque hubo "muchas irregularidades".

Con los ojos enrojecidos y reconociendo que se sentía un "poco triste", el abanderado tricolor dio conferencia de prensa y afirmó que los resultados preliminares que le dan el triunfo al panista Emilio González Márquez no son definitivos y advirtió que su lucha se podría extender hasta diciembre.

El priísta -que por segunda vez prueba la derrota, la primera fue hace tres años, cuando compitió por la gubernatura- calificó de "sospechoso" que en la capital jalisciense se hubieran anulado casi 13 mil votos -el doble de la elección de 2000-, que en tres ocasiones se suspendiera el servicio eléctrico en el Consejo Electoral y que en una casilla, donde había sufragios amarrados para el PRI, sólo apareciera uno.

Arana no es el único que piensa recurrir a los tribunales electorales. Enrique Alfaro, candidato del PRI en Tlajomulco -el municipio de mayor expansión del estado, donde se asienta el aeropuerto internacional de Jalisco- anunció que ya tiene listas sus impugnaciones.

Los panistas no se quedaron atrás. Abraham González Uyeda, candidato de a la presidencia municipal de Tonalá, quien quedó a 5 mil votos del priísta Palemón García Real, anunció que va a solicitar la anulación de los comicios. Aseguró que las elecciones en ese enclave priísta estuvieron "viciadas" desde la campaña política, porque el gobierno local desvió recursos y personal a favor del abanderado tricolor. "No estamos peleando resultados, sino que el PRI regresó a las viejas prácticas para ganarse el voto", afirmó.

Así que a unas horas de que el Consejo Electoral del Estado de Jalisco (CEEJ), dé a conocer los resultados oficiales de los comicios del domingo, el clima poselectoral se está calentando con las amenazas de panistas y priístas de que van a volver a encontrarse, ahora en los tribunales.

Apoyado por las porras de sus seguidores, Arana reapareció por la tarde en la sede de la Cámara de Comercio local y refirió que sus conteos (con 90 por ciento de las actas) le daban 276 mil 702 sufragios mientras que su oponente tenía 275 mil 755, es decir, 947 votos menos que él.

Las cifras de los priístas contrastaron con las que cerró el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que otorgaban 7 mil votos en favor de González con 95 por ciento de las actas computadas.

Enmedio de gritos de "šDuro!, šduro!", Arana advirtió que va a esperar el escrutinio del CEEJ, pero insistió en que en caso de quedar debajo de Emilio González tiene argumentos para impugnar el proceso; se refirió en concreto a la excesiva propaganda del gobierno estatal, que calificó de "campaña de Estado".

Cuando se le preguntó por su futuro, respondió que no va a abandonar la política: "Yo no me amilano". Pero su rostro y el de la plana mayor del PRI indicaban lo contrario. Aunque los priístas ganaron más posiciones y tres municipios que representan media zona metropolitana, el triunfo les supo a derrota, porque no consiguieron Guadalajara.

Las pugnas en el PAN

El otro candidato que todavía no define su estrategia es el panista Tarcisio Rodríguez, considerado junto con Arana el gran perdedor de estas elecciones. Por la mañana apareció ante los medios de comunicación para decir que no aceptaba la victoria del priísta Arturo Zamora, porque faltaban por computar 55 casillas del distrito 10 -voto duro del PAN- que en total sumaban 12 mil votos.

"Nosotros vemos todavía amplia posibilidad de que Acción Nacional tenga el triunfo en el municipio de Zapopan, porque la diferencia que se ha manejado hasta ahora es de apenas un punto porcentual", señaló Rodríguez.

Fernando Ruiz, aspirante del PAN que también iba en desventaja en Tlaquepaque -otro municipio gobernado por los panistas- cumplió dos días sin aparecer públicamente. La disputa por esa alcaldía es la más apretada de todas, la diferencia entre Ruiz y el priísta Miguel Castro es de menos de un punto porcentual.

Enmedio de estos amagues y silencios, en los círculos políticos de Jalisco sigue creciendo la sospecha de que un sector del PAN sacrificó los municipios de Zapopan y Tlaquepaque a cambio de retener la capital jalisciense. El propio Tarcisio Rodríguez reconoció que hay elementos para pensar en un supuesto acuerdo cupular.

El alcalde de Zapopan, el panista Macedonio Tamez Guajardo, fue más lejos y acusó a grupos del PAN de haber votado por el PRI en Zapopan y a priístas de hacer lo mismo con el PAN, pero en Guadalajara. "Esto huele a un acuerdo cupular, lo intuyo pero no tengo elementos", dijo.

Con sus palabras, Tamez se refería a sectores del panismo que hace tres meses calificaron de dedazo la candidatura de Tarcisio Rodríguez y que inclusive lo impugnaron ante el Tribunal Federal Electoral.

En la entidad se comenta que el más beneficiado con estos resultados fue el gobernador Francisco Ramírez Acuña, quien a partir de ahora puede tomar el control total del PAN en Jalisco. Su actual líder, Antonio Gloria Morales, quedó "muy golpeado" una vez que los panistas perdieron la mayoría en el Congreso local, diputaciones federales y municipios importantes como Zapopan y Puerto Vallarta.

En cuanto a la situación de los perredistas, luego de confirmarse que el PRD dejó de ser la tercera fuerza política del estado y que su lugar lo tomó el Partido Verde Ecologista de México, Samuel Romero Valle, regidor en Guadalajara y futuro diputado federal, fue quien hizo el balance negativo.

Para el perredista esta caída en las preferencias electorales sólo es una "batalla perdida, pero no un "desastre", y reconoció que ahora les corresponde hacer un ejercicio de "autocrítica".