.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

P O L I T I C A
..

México D.F. Domingo 31 de agosto de 2003

Rolando Cordera Campos

Se acabó la fiesta, llegó la juerga

Con máxima visibilidad y despliegue mediático, la ciudad de México topó en Tepito con los desesperanzados y el Informe de gobierno del presidente Fox recibió desagradable prólogo a lo que se anuncia como plétora de revelaciones sobre lo bien que vamos, estamos, somos y seremos. No un episodio más en la lucha por implantar el estado de derecho, sino una señal clara de que no es así como vamos a ser una sociedad regida y habitada por la ley y la certidumbre. Debajo de piratas y comerciantes airados, al lado de los policías heridos y magullados, del brazo con el subjefe descalabrado, está la persistente presencia de una organización social y económica divorciada de su demografía, renuente a ofrecer a sus jóvenes adultos la mayoría nacional, empleo y educación dignos, y siempre dispuesta para desatar las más destructivas pasiones so pretexto de defender los intereses más preciados y que se precian de ser los más legítimos, los del mercado y la ganancia.

Es, nos dice La Jornada (29 de agosto, p. 37), el quinto round en lo que va del siglo entre la ley y los habitantes del barrio de Kid Azteca. No llegamos esta vez al estado de sitio que pedían los locutores se declarase para tener de qué hablar, pero las escenas nos hablaban sin pausa de un Bagdad airado y casi en llamas, y los profetas se preguntaban si no asistíamos al fin del México integrado y central que quiso la Revolución, para volver a su pasado de archipiélago, casi feudal, siempre al punto de la secesión y la revuelta.

La ciudad de la esperanza puede seguir con ese nombre, pero para los que la gobiernan y deberían cuidarla ha surgido una molestia adicional: tienen que decirnos con claridad de qué esperanza hablan, en qué debemos cifrar nuestra espera, cómo debemos alimentar paciencia y buen ánimo para encarar la desazón que se nutre de inundaciones que no lo son, de enfrentamientos sociales que tampoco son eso, de una cada día más exótica y tropical manera de entender la vida en democracia y conforme a la ley que no toma en cuenta a la fuente del derecho que es la legislatura, que se sustenta en los acuerdos menos transparentes con tribus y mafias de la peor ralea, que impulsa liderazgos basados en mayorías mecánicas y ansias de arribo al poder que disculpan lo que sea, olvido de la ideología, tráfico de influencias, uso y abuso de la media verdad, humor grueso y de madrugada.

Todo eso y más saca del subsuelo la batalla de Tepito, pero no la toma de conciencia de la autoridad local y federal que se requiere con urgencia para por lo menos volver a creer que hay posibilidad de gobierno y orden democrático. Al no asumir la autoridad la gravedad de los acontecimientos, dando paso a las peores especies e hipócritas hipótesis sobre lo ocurrido, la comunidad nacional y la de su capital no podrán dormir tranquilas un día más. La sombra de la justicia por propia mano, arrejuntada ahora a las convocatorias a hacer cada uno su gobierno autónomo, a costa del gobierno constitucional y de la expectativa de un nuevo Estado democrático, se cierne sobre la sociedad entera y desde luego sobre la manifestación republicana que se da cita en San Lázaro para escuchar el Informe del Presidente, que según él "será un tiro".

Si de esperar se trata, esperemos que ese día, desde la más alta tribuna de la patria (perdón, investidura), Ejecutivo y Legislativo nos digan por fin de qué se trata todo esto. Aunque lo más probable es que la salida facilona se imponga y el día primero sea la continuación, ahora como juerga, de una transición y una alternancia que han paralizado al país mientras los que pueden siguen en el business, y los que no, se entrenan en los afanes de la piratería al por mayor o al menudeo.

País de negociantes más que de empresarios, México llega a la primera mitad de su primer gobierno democrático acosado por la avidez patronal, que no acierta a pedir otra cosa que menos impuestos, y ahora por la arrogancia de una forma de gobernar que cada día tiene menos qué ver con lo que en realidad pasa, en el llano y en la cumbre. Por eso es inaceptable que se nos diga, así nomás, que lo del jueves pasado es cosa de jóvenes desocupados ocupados en el mercado mafioso del contrabando y no se asuma con decisión que lo primero a explicar es la razón de tanto chamaco dispuesto a ser revólver a la orden, no en Chiapas o las sierras de Durango, Chihuahua o Sinaloa, sino aquí al lado, a tiro de piedra del Palacio Nacional y del Cabildo de la Ciudad de México.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email