ASTILLERO

Julio Hernández López

Saldos de San Lázaro

Adiós parcial y (seudo)poético
Presidente ya acostumbrado al "no"

LA MAESTRA SIN Pupitre Concebido creyó ayer posible justificar su enorme derrota política de San Lázaro con trozos selectos de poemarios escolares del 10 de mayo y de saludos a la bandera, mientras Los Pinos ofrecía una versión derrotadamente institucional del nuevo fracaso de su visión fiscal.

JUSTIFICACION GORDILLISTA EN vísperas guadalupanas para despedirse de la coordinación de los diputados federales priístas pero no de la curul pluri ni de la secretaría general del comité nacional tricolor. Profesora en retirada estratégica que aprovecha la salida del foro para embarrar de sus secreciones hepáticas a Emilio de los Acteales y a Roberto de los Tabascos, culpándolos de lo sucedido ayer, no sólo en cuanto al naufragio del sueño recaudatorio elbiazul sino, además, de las divisiones y los agravios que ayer estallaron en lo general contra los es-theristas estrellados y en particular contra el diputado escogido por la profesora para llevar a tribuna los acuerdos malhadados. Adjetivación y tonos temblorosos para tratar de darle un aire heroico a lo que no fue sino la salida obligada luego del fracaso en que nuevamente se han llevado al baile al entusiasta Niño ViSNTE que nomás no ve cómo hacerle para que le aprueben paquetes fiscales con impuestos explícitos o disfrazados a alimentos y medicinas.

MAL QUEDA LA Susodicha en lo inmediato, pues sus bonos en Los Pinos caen luego de la quiebra de ayer en San Lázaro, y el enemigo tabasqueño aparece como triunfador al que necesariamente deberá acudir el Presidente de la República, con humildad pragmática, para renegociar lo que la Amiga no pudo cumplir. No será, sin embargo, el hundimiento del Gorditanic, pues la mentora chiapaneca sigue en poder del sindicato magisterial (sin que se avizore oposición firme en su contra, más que las rutinas hasta ahora inocuas de la CNTE), del ISSSTE y de una fracción de lo que fue la FSTSE, además de las decenas de diputados federales que en caso dado podrían formar la tercera fracción legislativa más importante, por encima incluso del PRD. Pero, hoy por hoy, la gran perdedora es Elba Esther, arrastrando en su caída al Presidente especializado en proponer paquetes fiscales que no le son aprobados, y al Partido Acción Nacional que, sin embargo, y a cambio de la derrota legislativa de ayer, tendrá ahora argumentos válidos para deshacerse de esa alianza contranatura que Los Pinos le impuso con una cacique magisterial.

EL GRAN TRIUNFADOR en lo inmediato es Roberto Madrazo, que tomó distancia de su matriz salinista (misma que podrá retomar pero en condiciones distintas, mejores para el tabasqueño), ha golpeado como nunca nadie antes al gordillismo, está en vías de apropiarse del control de la bancada tricolor en San Lázaro y de la interlocución única con la Presidencia de la República, y podría convertirse en un candidato fuerte para la restauración del PRI en 2006, en caso de que termine con éxito la audaz maniobra de defenestración emprendida contra Elba Esther, y que no pretende quedar sólo en la coordinación de San Lázaro: en los planes de guerra sigue la secretaría general priísta y la activación especial de disidencias en el SNTE y la defensa de la FSTSE abandonada por el gordillismo. Otro punto importante para esbozar el futuro del madracismo será la reacción de venganza o de consolación que Los Pinos mantenga respecto al tabasqueño que engañó como era de esperarse al ingenuo habitante de Los Pinos al hacerle creer que había pactos de honor para apoyar un paquete fiscal que finalmente hizo rechazar.

EL GRAN RIESGO está en las improvisaciones que podrían darse en la confección de los presupuestos gubernamentales, habida cuenta de que el próximo 15 termina el plazo ordinario para que San Lázaro apruebe propuestas que hoy están apenas por elaborarse. Las peligrosas evidencias de que en México no hay timón generan turbulencias en el delicado segmento de los hombres de negocios que cada vez hablan peor y en tono más abierto de las torpezas presidenciales. Mientras tanto, se repiten las cantaletas obscenas con que los bandos en pugna usan el nombre del país, y los presuntos intereses superiores de la nación para justificar sus acciones (al presidente Fox alguien le acercó la cita famosa de que los políticos piensan en las elecciones siguientes y los estadistas en las generaciones venideras, y pronto la adoptó y ahora la repite en cuanta oportunidad tiene, como si ese tardío descubrimiento fuera una producción intelectual propia).

PERO NO TODO fueron amarguras para Los Pinos. Finalmente, y a pesar de la oposición de senadores panistas, Guillermo Ortiz fue relecto para continuar seis años más como gobernador del Banco de México. Termina así una etapa más de titubeos presidenciales. Recuérdese que el propio Vicente Fox había anunciado meses atrás ante personajes de las finanzas internacionales que su candidato para el cargo era el mismo Ortiz, aunque más adelante jugó con la posibilidad de hacer otra postulación, ante la presión de panistas que no entendían cómo el Presidente del presunto Cambio podía premiar así a un personaje totalmente involucrado en los pasajes oscuros del Fobaproa, que además simboliza la continuidad de las políticas económicas salinistas y zedillistas. Siendo tantos los riesgos a que la inmadurez política de Fox ha llevado a la economía, y ante los reclamos de los principales grupos empresariales en demanda de certidumbre, Los Pinos se aferró a Ortiz como garantía de estabilidad (quedando, además, como rehén de ese salinismo-zedillismo, y abriendo el camino para futuros fraudes a cuenta de presuntos salvamentos financieros).

Y YA ESTABA lista esta columna para dar cuenta de lo que en Los Pinos se dijera anoche, en una conferencia de prensa anunciada pero demorada. Pero la obligación de entregar estos teclazos a horas determinadas hace que no se deje aquí sino registro del enojo que en la casa presidencial había por los resultados de la Cámara de Diputados y, por otro lado, el deseo de que los lectores tengan un buen fin de semana.

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