Diputados desoyen a sus gobernadores y votan en contra

No al paquetazo; inútiles presiones y promesas

ENRIQUE MENDEZ, ROBERTO GONZALEZ Y ROBERTO GARDUÑO

La "operación de Estado" para aprobar en la Cámara de Diputados el dictamen del paquete fiscal que pretendía gravar con un IVA disfrazado alimentos y medicinas, que fue planeado desde Los Pinos, con el respaldo de Roberto Madrazo Pintado, fracasó a pesar del cabildeo y presión que tras bambalinas ejercieron los gobernadores priístas del estado de México, Nuevo León, Sinaloa, Hidalgo y Chihuahua.

Como no se había registrado en la Cámara, ayer la estrategia para cambiar de última hora la decisión, que habían anunciado más de la mitad de diputados de PRI, PRD y PT para desechar un dictamen fiscal oficial, contó con la conjunción de fuerzas legislativas que lograron superar el esfuerzo gubernamental.

Los diputados del tricolor no sólo se desmarcaron de sus gobernadores -los mexiquenses se negaron a contestarle el teléfono a Arturo Montiel-, sino que propiciaron que el presidente de la mesa directiva, Juan de Dios Castro, se equivocara al no reconocer a tiempo a Emilio Chuayffet como coordinador de la bancada priísta. Esto lo hizo ya cuando el dictamen había sido desechado y con ello rompió el compromiso adquirido entre Vicente Fox y Roberto Madrazo de sacar el paquete fiscal, a cambio del nombramiento de Chuayffet.

La sesión fue escenario de un ir y venir de versiones, amenazas y presiones contra los priístas. Incluso Pablo Gómez, coordinador de la bancada del PRD, manifestó que la certeza sobre el destino de lo que él definió como el paquetazo se tendría hasta ver los votos en el tablero: "Aquí no hay nada escrito hasta que se vote", dijo.

"Yo no mato maestros"

Antes de las nueve de la mañana, la reunión plenaria de los diputados priístas afines a Chuayffet se realizó en el nuevo auditorio de San Lázaro. El coordinador electo de la bancada del tricolor les informó que la víspera Pablo Gómez y él acordaron el retiro del voto particular, que se presentaría ayer en la sesión, porque lo fundamental en la discusión sería votar en contra del dictamen de la Comisión de Hacienda, y en segunda instancia rechazarlo definitivamente.

Chuayffet explicaba a sus compañeros el motivo de esa decisión: el contenido del voto particular no garantizaba los ingresos necesarios para cumplir con el Presupuesto de Egresos de 2004. No obstante, un grupo de diputados, entre ellos los oaxaqueños, le cuestionó su asistencia a Los Pinos para reunirse con Vicente Fox, Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo. Incluso reprobaron que el dirigente nacional del PRI jugara en un "doble terreno" y expusiera innecesariamente a Chuayffet a las presiones del Ejecutivo y de la maestra.

Le recriminaron que el miércoles se haya reunido con Gordillo y le criticaron que con su amplia experiencia política "haya caído en la trampa que le tendió Elba Esther, quien llevó a tres medios de comunicación, que son sus voceros, para evidenciarlo". El ex gobernador del estado de México les dijo que con Fox, la entrevista terminó incluso a manotazos sobre la mesa. Y con Elba Esther, explicó, el diálogo de 45 minutos se interrumpió abruptamente. Según él, la maestra lo amenazó dos veces. Primero le dijo: "Usted no va a ser el coordinador, licenciado, se lo garantizo..."

El final de la plática, fue el siguiente:

-ƑCuál quiere que sea su epitafio? -lo amagó Elba Esther.

-Mire, maestra. Qué bueno que usted conoce mi historia, porque yo también conozco la suya. Y déjeme decirle que yo no mato maestros -le replicó.

Una vez que Chuayffet justificó sus dos entrevistas, los priístas se dieron por satisfechos, porque además les comentó que en el rechazo al dictamen de la Comisión de Hacienda, "ni un paso atrás", y al finalizar la plenaria dos de sus compañeros confirmaron la "amenaza" de Gordillo a su coordinador electo.

Manlio Fabio Beltrones, consideró esa parte de la conversación como una broma de mal gusto.

-ƑNo lo toman como una amenaza, como una práctica gangsteril? -se le preguntó.

-En lo personal lo tomo como una broma de mal gusto, pero yo no sé cómo lo tome quien recibió la broma.

El secretario de Gobierno del estado de México, Manuel Cadena, se apersonó en la oficina de Alfredo del Mazo -quien votó a favor del dictamen impulsado por la maestra y los panistas-, para desde ahí mantener la presión sobre los 22 legisladores mexiquenses, que él mismo había iniciado el miércoles por la noche, por instrucciones de Montiel.

La insistencia, comentaron diputados mexiquenses, tenía una razón: esa misma noche Montiel recibió el ofrecimiento del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, de facilitar la reducción de la deuda pública de la entidad, así como recursos adicionales para carreteras.

Esa versión no sólo corrió entre los priístas. El diputado del PAN Federico Döring también se encargó de confirmarla a los reporteros. Les dijo que Gil no sólo había hablado con Montiel, sino con el gobernador de Oaxaca, José Murat, con objeto de ofrecerle las mismas facilidades a cambio del voto de los legisladores oaxaqueños en favor del IVA. Sin embargo, se comunicó con sus diputados para explicarles el contenido de la plática con Gil, y a pesar de la oferta les dejó en libertad de tomar la decisión que "su conciencia les dictara". Y es que la respuesta de los legisladores de Oaxaca a su gobernador fue que la situación "se encuentra muy difícil", y que en caso de optar por el voto aprobatorio perderían el apoyo que habían obtenido al oponerse al gravamen.

Otro de los operadores fue el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, quien les advirtió a los diputados: "O aprueban la iniciativa o no hay Metro, y eso lo van a tener que explicar a los ciudadanos de sus distritos".

Lo que ocurrió al mediodía en San Lázaro fue calificado como una "operación de Estado" por Manlio Fabio Beltrones. Además, a ello se sumó un hecho "vulgar", como lo definió la oaxaqueña Sofía Castro. Hasta las curules de los diputados de Veracruz llegaron los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública de la administración de Miguel Alemán, Flavino Ríos y Arturo Montaño, ambos aspirantes a la candidatura del gobierno local, para vigilar el sentido de los votos. Ambos ratificaron la línea que se les dictó desde hace semanas: total respaldo a Elba Esther Gordillo.

Su presencia incomodó tanto a los diputados, que el priísta de Nayarit Salvador Sánchez Vázquez demandó al presidente de la mesa directiva, Juan de Dios Castro, que ordenara a los agentes de resguardo "retirar con todo recato" a los visitantes. A éstos se sumaron funcionarios de Hacienda enviados por Francisco Gil para observar y darle cuenta a su jefe del sentido de los votos que tomarían los diputados de los estados que se habían comprometido a respaldar el paquete fiscal. Inclusive, enviados del Consejo Coordinador Empresarial y de las cámaras de comercio intentaron convencer de las "bondades" que contenía el dictamen. La presidenta de la Canacintra, Yeidckol Polevnsky, tachó de ignorante al pueblo porque "no conoce los términos fiscales" y apoyó sin restricciones la propuesta.

La presión provocó que algunos legisladores del PRI comenzaran a dudar de la firmeza de sus propios compañeros. El titubeo se fortaleció porque durante toda la mañana Gordillo llamó uno por uno a diputados que ella consideraba podrían convertirse en el fiel de la balanza al momento de la votación.

Como antesala, instaló en el salón Leona Vicario un servicio de canapés, refrescos y café, servidos por bellas edecanes. Una de las diputadas que conversó con ella en la sala de juntas fue Ady García, ex vocera de Roberto Madrazo en el gobierno de Tabasco, y quien fue representante de Chuayffet en su elección como coordinador. A ella le prometió que si respaldaba el dictamen, renunciaría al liderazgo de la bancada inmediatamente después de concluir la sesión.

Ese argumento obedeció a un hecho ratificado por diputados cercanos a Chuayffet: Madrazo había negociado el martes con el presidente Fox en Los Pinos que si Castro reconocía a Chuayffet como coordinador del PRI antes de iniciar la sesión, los priístas votarían a favor de las reformas.

El acuerdo estaba firme, porque inclusive Juan de Dios Castro tenía listo el dictamen de reconocimiento a Chuayffet desde el miércoles, pero se dedicó a tensar la negociación durante el debate en el pleno, y sólo entregó el texto cuando el dictamen ya se había desechado.

Se explicó que el voto de Ady García -quien pidió "comprensión" a sus compañeros- fue para enviar la señal al Ejecutivo de que la disposición a aprobar el paquete fiscal sí existió y que si el proyecto fracasó fue por culpa del presidente de la cámara.

Hasta las 14:30, cuando inició el debate la incertidumbre rondó en la Cámara. Los anti-elbistas, unidos a las bancadas del PRD y PT, sostenían la idea de ganar la discusión y la votación. Por el contrario, la burbuja de Elba Esther, con el respaldo de los gobernadores, daba por hecho que obtendría el triunfo y aprobaría el dictamen para gravar alimentos y medicinas con un "IVA transgénico", como lo calificó Angel Buendía. Beltrones resumió: "Fracasó la operación de Estado".