México D.F. Viernes 12 de diciembre de 2003
ENTREVISTA /TAYSIR ALONY,
CORRESPONSAL DE AL JAZEERA EN ESPAÑA
''Estoy pagando mi trabajo crítico en Afganistán
e Irak''
LA PERSECUCION EN MI CONTRA, POR MIS COBERTURAS OBJETIVAS,
AFIRMA
El periodista acusado de pertenecer a Al Qaeda destaca
que la televisora árabe muestra el sufrimiento de los pueblos, "y
eso ha molestado a Estados Unidos". Lamenta que el juez Garzón no
respete el principio de presunción de inocencia
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 11 de diciembre. Taysir Alony, corresponsal
de la cadena de televisión qatarí Al Jazeera en esta plaza
y uno de los pocos periodistas que han entrevistado a Osama Bin Laden,
vive ''angustiado y con miedo'' desde el 5 de septiembre, cuando el juez
de la Audiencia Nacional de España Baltasar Garzón ordenó
su detención y encarcelamiento por considerarlo ''miembro calificado''
de Al Qaeda.
Tras permanecer 48 días en la prisión de
alta seguridad de Soto del Real, fue puesto en libertad bajo fianza por
''razones humanitarias'', pues tiene problemas cardíacos. Este jueves
Garzón le negó el permiso de asistir a Francia a un congreso
sobre derechos humanos. ''Me lo esperaba'', comentó el periodista.
El juez fundamentó la prohibición en el supuesto riesgo de
fuga.
El
corresponsal de guerra, con doble nacionalidad -siria y española-,
se convirtió en referencia informativa durante la guerra en Afganistán,
en 2001. Después viajó a Irak, donde también desempeñó
un periodismo "crítico, pero objetivo y profesional" sobre la guerra
de ocupación, hecho que, según él, podría ser
el motivo real de la persecución.
En entrevista con La Jornada, Alony expresó
su consternación ante la anulación de las mínimas
garantías judiciales en procesos relacionados con el llamado "terrorismo
internacional", y aseveró que Garzón y los estamentos judiciales
y mediáticos españoles ''nunca han respetado el principio
de presunción de inocencia''.
Garzón rechazó repetidamente la libertad
bajo fianza por motivos de salud. Fue el juez Guillermo Ruiz Polanco, también
de la Audiencia Nacional, quien ordenó su liberación por
tal causa y fijó una fianza de 6 mil dólares.
-A su regreso de Irak, viajó a España para
abrir la corresponsalía de Al Jazeera, pero el juez Garzón
ordenó su detención.
-Para mí fue un shock desde el primer momento,
cuando me llamaron a declarar, las visitas al juzgado y la presencia de
la policía en mi casa. La detención no fue violenta y debo
decir que los policías se comportaron con profesionalismo; respetaron
a mi familia y a mis hijos. Pero luego me mantuvieron incomunicado tres
días.
-¿Por qué cree que Garzón ordenó
su detención?
-Esa pregunta hay que hacérsela a Garzón,
porque yo no estoy en absoluto convencido de lo que viene en el sumario.
La mayoría de lo que ellos llaman pruebas son relaciones de llamadas
telefónicas que se producen y se han producido siempre entre la
comunidad de origen sirio. Con esta lógica también deberían
detener a otras 400 o 500 personas que tienen llamadas similares, por eso
no entiendo por qué me han elegido a mí, siendo periodista,
perteneciendo a Al Jazeera. Tengo la sensación de que estoy pagando
el trabajo periodístico que realicé en Afganistán
e Irak, que me trajo mucha fama, pero también muchos dolores de
cabeza.
-¿A qué atribuye que tres jueces antes que
Garzón hayan archivado la misma querella?
-No sé, pero yo me pregunto si acaso esos tres
jueces no son profesionales y su criterio no vale, ya que han considerado
que aquí no había caso. También hay que tomar
en cuenta que en todo el mundo hay un antes y un después del 11
de septiembre, y ahí está el tema, ya que ahora se ha perdido
el criterio y se han anulado las garantías. En el mundo árabe
hay personas de prestigio, incluidos jefes de Estado, que han avalado mi
reputación como profesional y como persona, así como decenas
de manifestaciones en mi favor. Nadie cree que yo soy un terrorista; eso
sólo lo creen el señor Garzón y sus policías.
-¿Qué siente cuando en los medios aparece
su nombre como el de un terrorista peligroso?
-Es lamentable. Yo he estado en dos guerras que me afectaron,
como es lógico, pero lo que más me ha repercutido es el miedo
que siento y he sentido los últimos meses. Tengo temor de que se
pierda el criterio, de que desaparezca el estado de derecho, ya que durante
este proceso mucha gente no ha respetado la presunción de inocencia.
Al contrario, el acusado es culpable hasta que él mismo pruebe su
inocencia, y ahora estoy obligado a hacerlo. El comportamiento de algunos
compañeros de la prensa española ha sido decepcionante. Se
limitaron a contar lo que viene en el sumario, sin contrastar, sin molestarse
en investigar o tratar de conocer mi versión. Lo que han presentado
como pruebas no lo son. Según los abogados, no hay ningún
hecho ahí que se le pueda llamar así, pues sólo han
presentado escuchas telefónicas mal traducidas y peor interpretadas.
-¿Sabe usted desde cuándo le vigila la policía
española?
-La primera noticia que tuve fue cuando yo me encontraba
en Kabul, en 2001, cuando me enteré por una información de
El País que tenía intervenido el teléfono desde
hacía mucho tiempo. Es una práctica habitual aquí
en España.
-¿Cree que desde la guerra de Afganistán
usted se ha convertido en enemigo de Estados Unidos?
-A lo mejor esto sólo es una paranoia mía,
a lo mejor no son coincidencias ciertas, pero ha habido muchos de lo que
ellos llaman errores que me han tocado muy cerca, como bombardear
la oficina de Al Jazeera en Kabul o la de Bagdad, o el ataque al hotel
Palestina en el que murió José Couso. Por ejemplo, las noches
que bombardearon las oficinas de Kabul y Bagdad yo estaba hablando por
teléfono con mi oficina o lo había hecho minutos antes.
-¿Qué ha sido lo más duro en su estancia
en la cárcel?
-Lo más duro es la injusticia y la impotencia.
Yo no podía seguir leyendo el sumario cuando lo conocí. No
entendía cómo podía estar encarcelado por estas estupideces
y especulaciones de los que interpretan y analizan las llamadas.
-¿Se acusa a Al Jazeera y a su trabajo periodístico
de incentivar el odio contra las fuerzas de ocupación?
-Estas críticas a Al Jazeera vienen desde tiempos
de Bill Clinton. Se dice que nuestra cobertura informativa anima los sentimientos
de los palestinos y que somos parciales. En Irak y en Afganistán
mostramos el sufrimiento del pueblo y eso ha molestado a las autoridades
estadunidenses. Además nosotros éramos los únicos
con posibilidad de hacer reportajes que profundizaban en la sociedad iraquí
o afgana para mostrar parte de la guerra y la posguerra. La sociedad tiene
derecho a conocer el parte de guerra y las reacciones oficiales, pero también
lo que le sucede al ciudadano iraquí.
-¿Es posible que existan células de Al Qaeda
en España u otros países europeos?
-No creo que exista tal célula en España,
porque este país nunca ha sido objetivo del integrismo islámico,
si bien en los últimos días España ha sido objeto
de las amenazas de Bin Laden, pero sólo en tanto país colaborador
y aliado de Estados Unidos.
-Usted ha sido testigo de la conducta de las tropas estadunidenses
en Irak y Afganistán, ¿cree que esto ha contribuido a que
Al Qaeda gane adeptos en los países árabes?
-Su actitud es eminentemente represiva, que creo es fruto
de la ignorancia. El pueblo afgano ha sufrido y padecido por la ausencia
de la seguridad, ya que tras la ocupación los señores de
la guerra gobiernan todo fuera de Kabul. Se ha triplicado la producción
de droga en Afganistán bajo las narices de los estadunidenses. Bin
Laden y el mullah Omar siguen sueltos. La situación de las
mujeres ha mejorado poco y sólo superficialmente. Afganistán
ha sido un fracaso total y en Irak van rumbo a otro fracaso.
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