El sufrimiento, "nuestra forma de agradecer" a la guadalupana los favores recibidos

"Nos empuja la esperanza de alcanzar una vida mejor", expresan peregrinos

JOSEFINA QUINTERO MORALES

El cuerpo se balanceaba de un lado a otro, se compensaba con el braceo de las manos y levantaba las piernas; trataba de equilibrar el peso de la mochila y la cobija que traía amarradas a la espalda. La zancada se le dificultaba a cada paso y por ello arrastraba los pies. Así llegó Patricia Vega Anguiano a la Basílica de Guadalupe, proveniente del pueblo de San Martín Texmelucan, Puebla.

La imagen se repetía en cada visitante al templo guadalupano, cuya fe la traducen en dolor y sacrificio. El sufrimiento es su forma de agradecer los favores que han recibido de la Virgen morena, comentó Patricia Vega.

Acompañada de dos hermanos y su esposo, Patricia inició su andar ayer a las ocho de la mañana y llegó a la Basílica cerca de las siete de la noche. Esta vez su visita fue para participar en la celebración del 472 aniversario de la aparición de la Virgen a Juan Diego, pues fue su promesa después de que la ayudó "a salir de una grave enfermedad" que la aquejaba.

El dinero se les acabó. Entre los cuatro juntaron 250 pesos para el viaje, pero no fueron suficientes. Las tortas de frijoles con huevo les duraron pocas horas y tuvieron que racionar el agua. "La libramos cuando entramos a la capital por la calzada Zaragoza, pues la gente nos dio comida y agua", narra Patricia.

Se estima que más de 6 millones 500 mil personas, provenientes de varios estados de la República, participan en los festejos religiosos en la Basílica de Guadalupe. Después de varios días de camino, los peregrinos, en su mayoría campesinos, apartaron espacios en el atrio, donde pasaron la noche.

La búsqueda por superar las desgracias

Más de 100 habitantes de Zapopan, Jalisco, después de la ceremonia religiosa y el canto de Las Mañanitas, pasaron la noche en el atrio del templo mariano envueltos en sus cobijas. Junto a ellos estaba un grupo de campesinos de San Juan Tepepan, Hidalgo, quienes cada año llegan al templo en bicicleta. En 1990 iniciaron la tradición de venir en peregrinación, unos para pedir trabajo y otros salud, comentó Mario Granados Guzmán.

"Los necesitados buscamos de dónde agarrarnos, pensar que las desgracias no son para toda la vida, y eso es lo que buscamos aquí", expresó.

Gabriel Vázquez, de Oaxaca, mencionó que llegan motivados por la esperanza de encontrar una vida mejor, que se traduce "en trabajo, dinero y salud. Todo cuesta, por eso nosotros hacemos el camino difícil para que nuestro esfuerzo sea reconocido allá arriba".

Crispín Castillo, de Cuatro Rayas Ixcaquixtla, Puebla, narró su historia: "por necesidad salí de mi pueblo para irme al otro lado, como ya es costumbre entre la gente de la comunidad que busca mejores oportunidades. Tenía 17 años y miré pa' delante y no había nada, así que decidí encaminarme para Santa Ana, California, Estados Unidos.

"En el pueblo hay poca vida para el campesino; las mujeres se van a la ciudad y los hombres de ilegales para el otro lado. Ahí hay mucha raza y se gana mejor".

Durante ocho años Crispín entraba y salía de Estados Unidos "por el cerro". Recuerda que su viaje más reciente le costó poco más de 18 mil pesos; "mil 500 dólares le pagué al coyote, más los gastos de transporte del pueblo a la frontera". Su trabajo de carpintero le permitía ahorrar al año de 3 mil a 4 mil dólares, algo que sería imposible trabajando en su comunidad; por ello siempre regresaba a California.

Sin embargo, en su anterior estancia pasó siete meses en la cárcel de Santa Ana, por fumar mariguana y beber en la calle. Fue detenido el 11 de septiembre del año pasado. "Según lo que hagas el juez decide si te deporta o cumples tu sentencia en el estado. Primero llegas al condado, de ahí te trasladan a migración y revisan los registros. La revisión del expediente determina si regresas a tu país".

"Esta vez fue duro", por ello se encomendó a la Virgen para salir bien librado; "eso me ayudó y fui deportado, pero durante 20 años no podré pisar suelo estadunidense". En caso de no cumplir tendrá que purgar una sentencia de dos a 20 años de prisión si es detenido en California nuevamente. Pero asegura que regresará, y para ello fue a pedirle a la Virgen su ayuda.