.. | México D.F. Viernes 12 de diciembre de 2003
El tema de los transgénicos motivó
el interés del público asistente
Más de 460 mil personas visitaron la exposición
Sin maíz no hay país
Se difundió el origen, mitos y actualidades de
ese importante grano en México
MONICA MATEOS-VEGA
De marzo a noviembre, la exposición Sin maíz
no hay país recibió más de 460 mil visitantes,
entre público indígena y personas con capacidades especiales
o que pertenecen a grupos vulnerables, como enfermos de cáncer y
sida, entre otros.
La
muestra concluyó el pasado miércoles en el Museo Nacional
de Culturas Populares, con las últimas visitas guiadas que comenzaban
frente al mural realizado por Mauricio Gómez Morín, con 600
kilos de granos multicolores, obra que, como reseñó La
Jornada en agosto, sirvió de alimento estos meses a las ardillas
que viven en el recinto ubicado en Coyoacán.
Los talleres que se impartieron para apoyar el contenido
de la muestra atendieron a más de 16 mil personas, entre niños,
adultos, personas de la tercera edad y grupos pertenecientes a diversas
etnias del país.
El curso de verano Descubre, crea y juega en el mundo
del maíz recibió a más de mil infantes, entre
ellos a pequeños indígenas, así como a niños
provenientes de casas de asistencia a los sin hogar y quienes requieren
educación especial.
Todos ellos encontraron un vínculo común,
el maíz, y conocieron los orígenes, mitos y actualidades
en torno de uno de los principales alimentos de México. En particular,
los visitantes se interesaron en el tema de los transgénicos, ampliamente
explicado en la exposición.
La información que recibieron, de manera amena,
estuvo avalada por detallados estudios antropológicos, sociológicos,
agronómicos, económicos e historicos, plasmada en decenas
de dibujos, ilustraciones, fotos, gráficas, grabados, pinturas,
reproducciones de murales, objetos, recreaciones de lugares o situaciones,
videos y mapas.
Diez mil molinos de nixtamal
En las pantallas se abordó la historia económica
del maíz, por medio de entrevistas con investigadores y escenas
de marchas en demanda de apoyos, así como protestas contra la importación
de maíz transgénico y las desventajas que afrontan los campesinos
mexicanos desde la puesta en vigor del Tratado de Libre Comercio.
Sin maíz no hay país también
presentó prensas de madera, de hierro; molinos para nixtamal pequeños
y grandes, tortilladoras chicas y enormes, antiguas y modernas; un tractor,
una carreta, así como datos estadísticos, por ejemplo, los
que revelan que en México hay 45 mil tortillerías, 10 mil
molinos de nixtamal y sólo cuatro empresas productoras de harina
de maíz nixtamalizado.
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