México D.F. Viernes 12 de diciembre de 2003
Reconstruirán la prueba aeronáutica
de los Wright al conmemorarse su primer centenario
Estados Unidos y Brasil disputan la titularidad del
primer vuelo
Científicos dudan de la hazaña de los
estadunidenses y se lo atribuyen al brasileño Santos Dumont
AFP
Washington, 11 de diciembre. Precedidos por otros
en el arte de lanzarse por los aires, los hermanos Wright se convirtieron
en genios al realizar el primer vuelo controlado de la historia, pero debido
al misterio en torno a sus ensayos, no obtuvieron ningún beneficio
financiero. La hazaña en Kitty Hawk (Carolina del Norte) el 17 de
diciembre de 1903, que será reditada el próximo miércoles,
fue puesta en duda por varias revistas científicas estadunidenses
a causa del misterio en torno a sus vuelos y las características
de su avión, el Flyer.
Debido
a la ausencia de pruebas, expertos franceses y alemanes los calificaron
de "mentirosos" y le atribuyeron la hazaña del primer vuelo al inventor
de origen brasileño Alberto Santos-Dumont, que despegó de
Francia el 12 de noviembre de 1906 para recorrer 220 metros. En Brasil
todavía es considerado como el autor del primer vuelo de la historia.
Asimismo, algunos investigadores resaltan a otras personas
como las primeras en volar: el primer vuelo motorizado aunque no controlado
fue reconocido al francés Clément Ader en 1890, que no superó
unos pocos centímetros de altura; el vuelo aleatorio, al neozelandés
Richard Pearse en una estructura de bambú en marzo de 1903, y al
ingeniero alemán Otto Lilienthal, que intentó volar en planeadores
construidos por él mismo y cuyos conocimientos aeronáuticos
fueron determinantes para el despegue del Flyer.
Durante los cinco años posteriores al vuelo de
los Wright -mientras los dos hermanos de Ohio continuaban trabajando en
secreto a la espera de vender su invento sin revelar los detalles-, el
inventor Glenn Hammond Curtiss, apoyado financieramente por Alexander Graham
Bell, realizó un vuelo público el 4 de julio de 1908.
En agosto de este año, cuando estaban a punto de
vender su prototipo al ejército estadunidense y a un grupo francés,
los Wright organizaron una demostración pública en un circuito
de autos en Mans, al oeste de Francia. El talento como piloto de Wilbur
Wright y la superioridad de su innovación por fin fueron reconocidos.
En 1909, la gloria llegó con el sobrevuelo de la
ciudad de Nueva York por parte de Wilbur.
En 1912, cuando Wilbur murió de fiebre tifoidea,
varias empresas europeas fabricaron industrialmente los primeros aviones,
algunos de los cuales se inspiraron en el invento de los hermanos Wright,
a quienes no les fue reconocida la paternidad de las tecnologías
utilizadas.
Sin embargo, tras la muerte de Orville Wright en 1948,
la historia lo catalogó como el primer piloto de una máquina
voladora.
Brasil vs EU
No
obstante, los brasileños siguen enfrentados a los estadunidenses
en relación a la verdadera versión sobre el primer vuelo
de la historia: Brasil se lo atribuye a su compatriota Santos Dumont. Para
la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), que tiene a Santos Dumont
como su figura insigne, no quedan dudas: el brasileño fue el primero
en volar, en 1906, en una máquina más pesada que el aire
capaz de despegar del piso por sus propios medios, tener dirección
en el aire y aterrizar con seguridad.
La vida de Santos Dumont -cuyo nombre lleva un aeropuerto
de Río de Janeiro- es propia de una novela de la época. Hijo
de François Dumont, joyero francés, se trasladó a
París cuando contaba con poco menos de 18 años e inmediatamente
quedó fascinado con los aparatos más increíbles de
la época: los globos aerostáticos.
Trabajó durante varios años con globos e
introdujo innovaciones que se mantienen vigentes, por las cuales ganó
diversos premios, uno de ellos en 1901, cuando tardó media hora
en despegar del parque de Saint-Cloud, dar toda la vuelta alrededor de
la Torre Eiffel y retornar al parque, para asombro de los centenares de
testigos.
En ese momento, en París había dos premios
abiertos: el primero, de 1,500 francos, era ofrecido por el Aeroclub de
Francia, para el aparato más pesado que el aire capaz de recorrer
100 metros con su propia fuerza; el otro premio, la Copa Archeacon, era
de 3 mil francos, y requería recorrer solamente 23 metros.
Finalmente, Santos Dumont anunció el gran día:
el 23 de octubre de 1906, en el parque de Bagatelle, su aparato '14Bis'
trataría de levantar el vuelo.
El 14Bis era claramente un avión. Hecho de bambú
con articulaciones de aluminio, tenía forros de lona y seda japonesa
en sus alas, con un ruidoso motor a explosión y un pequeño
espacio para el conductor.
Ese día, ante una multitud expectante por las excentricidades
del dandy brasileño, el 14Bis arrancó con un ruido
espantoso, se despegó del piso y se elevó a unos dos metros
de altura, para aterrizar suavemente 60 metros más adelante. Santos
Dumont recibió la Copa Archeacon.
Pero el brasileño quería más. Mejoró
el 14Bis y el 12 de noviembre de ese mismo año retornó a
Bagatelle para un nuevo intento. Esta vez, el aparato subió a unos
seis metros de altura y recorrió unos 200 metros.
Héroes franceses como los precursores aviadores
Louis Blériot y Gabriel Voisin corrieron a saludar a Santos Dumont,
y al día siguiente el Aeroclub de Francia mandó instalar
en el parque un monumento registrando el hecho histórico.
El Flyer, nuevamente al aire
Desde la exposición del avión de los hermanos
Wright a la apertura de un nuevo museo de la aviación cerca de Washington,
Estados Unidos, multiplicó en 2003 las manifestaciones en conmemoración
del centenario del primer vuelo, que tendrá como broche de oro su
reproducción el próximo miércoles en Carolina del
Norte.
A las 10:35 horas, una réplica exacta del Flyer,
posada sobre una plataforma, se deslizará sobre su riel de lanzamiento,
para una redición del primer vuelo de Orville Wright, que recorrió
36 metros en 12 segundos, según las estimaciones de los hermanos.
Como maestro de ceremonias estará el actor y piloto
John Travolta, quien comentará la hazaña. También
está previsto que asista el presidente estadunidense, George W.
Bush, que aprovechará la oportunidad para evocar el futuro de la
política espacial estadunidense.
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