MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Malos chistes

Empresarios reducirán la pobreza, ja
Pemex, despido en puerta

PESIMO, PERO EXTENSO, es el compendio de chistes de Ernesto Zedillo (un amplio abanico que va desde el "bienestar para la familia" hasta el "no tengo cash"), pero el esforzado ex mandatario no ceja en su empeño por incrementar dicho acervo, y el lunes pasado animose a relatar el más reciente de su repertorio: "el sector privado, así como las pequeñas y medianas empresas, pueden reducir la pobreza".

EL GOBERNADOR DEL Banco de México, Guillermo Ortiz, fue el primero en celebrar la nueva aportación del ex mandatario: en el primer trienio de la administración foxista, dijo, "la inversión privada acumulada es todavía negativa", alarmante señal que "no había ocurrido en ningún periodo consecutivo de tres años que yo recuerde de la historia moderna del país".

EL GRAN CAPITAL privado autóctono se ha dedicado a la generosa actividad especulativa -utilizando para ello dinero de terceros- que le rinde jugosos beneficios sin mayores riesgos; las pequeñas y medianas empresas utilizan su "potencial" no para combatir la pobreza, sino para sobrevivir, utilizando para ello la única herramienta que tienen a la mano (las uñas), mientras la microempresa en la mayoría de las ocasiones tarda más en transitar la ominosa ruta de la tramitología que en declararse fuera de combate.

PARALELAMENTE, EL GOBIERNO del "cambio" no pierde oportunidad para celebrar el registro de inversión extranjera directa -capital que en la mayoría de las ocasiones se destina a comprar activos existentes y no a crearlos, independientemente de la creciente remisión de utilidades a sus países de origen- y presume que nunca como ahora se incrementa la inversión pública, cuando en los hechos lo que crece es el explosivo endeudamiento vía Pidiregas.

POR EJEMPLO, PETROLEOS Mexicanos celebra que en 2004 "invertirá una suma récord" de 12 mil millones de dólares en exploración, producción, infraestructura y refinación. De ese monto, alrededor de 92 por ciento será endeudamiento vía Pidiregas y se canalizará a exploración y producción.

ASI, NO LE falta razón al gobernador del Banco de México cuando enciende los focos rojos ante la pronunciada caída que registra dicho indicador, "que no había ocurrido en ningún periodo consecutivo de tres años que yo recuerde de la historia moderna del país": de acuerdo con las cifras del INEGI, la inversión fija bruta total en el país se desplomó cerca de 14 por ciento en el primer trienio del "cambio"; de los 36 meses del periodo, en 32 se reportó descenso en este renglón.

DIAS ATRAS EL propio INEGI confirmó que la tasa promedio anual de "crecimiento" reportada por la economía mexicana en el primer trienio del foxismo fue 0.63 por ciento -una tercera parte del crecimiento demográfico, lo que de entrada es dramático, y el peor comportamiento en muchas décadas-, y una de las razones que explican ese espeluznante resultado es, justamente, el desplome de la inversión productiva, pública y privada.

DADO EL PANORAMA anterior, el más reciente chiste de Ernesto Zedillo es una pieza de humor negro de muy mal gusto, que el ex mandatario redondeó así: "la fuerte expansión del sector privado es el principal conductor para acelerar el crecimiento económico, esencial para reducir la pobreza e incrementar los ingresos de los más pobres... No puede haber desarrollo humano sin crecimiento económico y un ingrediente fundamental del crecimiento es el sector privado".

EN LOS HECHOS, pues, el sector privado -cuando menos en México- difícilmente puede ser "un ingrediente fundamental del crecimiento" si se mantiene como está: por un lado especulando -sin arriesgar ni comprometerse con el país-, y agarrado con las uñas por el otro.

UNA MARAÑA SIMILAR se observa en otro de los renglones prioritarios: en éste, "el año del empleo", el gobierno del "cambio" lo promueve por medio del despido de trabajadores al servicio del Estado.

EN LOS ALBORES de 2004, el inquilino de Los Pinos anunció que a lo largo del año 50 mil burócratas "de escritorio" serían dados de baja de la nómina pública, con el fin de "ahorrar" alrededor de 40 mil millones de pesos del gasto público. Paralelamente, de las arcas nacionales se destinarían recursos para que los despedidos "no se queden en la calle", de tal suerte que "se les asegurarán recursos adicionales en términos contractuales, a fin de que el trabajador pueda invertir para crear su propio negocio; una pequeña empresa familiar a la que se puede dedicar de tiempo completo o mientras llega una nueva oportunidad de empleo. Adicionalmente, el gobierno ofrece planes para la creación de pequeñas empresas y capacitación para administrarlas, además de que gestiona créditos blandos para quienes deseen participar en dicho programa". Más tardó el presidente en explicar su proyecto que el secretario de Hacienda en desmentirlo. Francisco Gil acotó: "En ningún lugar se dice que se van a retirar 50 mil burócratas".

FINALMENTE SI SE procedió, pero no contra 50 mil burócratas, ni mucho menos con un ahorro de 40 mil millones de pesos; serán, en el mismo orden, 12 mil 759 y 2 mil 557 millones, es decir, 25.5 y 6.4 por ciento, en cada caso, del plan originalmente trazado por el inquilino de Los Pinos y desconocido por el secretario de Hacienda. Lo anterior según lo precisa la propuesta de "austeridad y racionalidad" que por instrucciones del Legislativo presentó el gobierno del "cambio".

Las rebanadas del pastel:

OTRO MITO GENIAL que se desvanece: "Aquel golpe brutal de diciembre de 1994, todavía no queda totalmente superado" (Fox dixit, sobre los "errores de diciembre")... La presencia de la Policía Federal Preventiva en las instalaciones de Petróleos Mexicano huele a despido en la oficina principal de la paraestatal... Cortesía con cortesía se paga y la "rectificación" que hizo Pemex en el caso de Carlos Romero Deschamps (que regrese los mil millones de pesos que se llevó) será puntualmente devuelta por el líder petrolero con la misma gracia: una inminente denuncia, con fétido olor a "contratos de servicios múltiples", en contra de quien hasta ahora despacha en la susodicha oficina principal de la Torre.

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