POESIA PARA LLEVAR

Ricardo Yáñez

La lluvia de la sed

RICARDO SOLIS ES de los poetas un tanto hipnotizados por la escritura. Sin grafías no se ven. Dados más a lo visual que a lo auditivo, tejen textos más que cantar canciones. Lo visual, sí, pero también lo táctil. Eso, digo, los salva. El tacto de ciego con que tejen lo que -de todos modos, pero no tanto, si no no funciona- ven. ƑOyen? Claro que oyen, pero oyen reflexivamente, relacionando más que dejándose encantar. Pero entonces, Ƒcómo es que hipnotizados? Un tanto, dije. Un tanto, nada más. ''En el decir/ lo exterior se ha vuelto indispensable.// Pero queda el ver/ no la medida/ el ver".

DIADA ES EL libro ganador del Concurso del Libro Sonorense, rama poesía, del año pasado. En una edición que rebasa el decoro, con una excelente fotografía del autor firmada por Edith Sosa, y prescindiendo de la impertinente lista de nombres de funcionarios a que desgraciadamente nos tienen acostumbrados algunas publicaciones de origen gubernamental, incluye dos trabajos, Lado ciego y Como si, el primero de ellos dividido en tres partes y el segundo en cinco, ocho en total, que hacen finalmente una diría que indivisible unidad.

ACASO LA PREOCUPACION mayor del libro sea el lenguaje mismo, el lenguaje de la poesía en particular, desde la reflexión más que desde la contemplación, desde la acción más que desde lo inspirado, esto por lo menos en lo que al abordaje hace, porque en más de una página salta la liebre. Pongamos dos casos, uno frente al otro, páginas 110 y 111, de muy diferente carácter; pongamos esa díada:

MENSAJE: ''NO MIRES lo que dejas en mi cuerpo./ No desoigas la lengua navegando tu nombre./ No sigas erguida en el centro de los gritos./ No dejes tu yacer de pan desnudo en el rumor de los ojos./ No permitas que el silencio se vuelva una canción que desciende./ No creas esa fibra suspendida para el beso del viento./ No despojes de azúcar la palabra que circunda el velamen de la noche./ No limpies el pálido resabio de sangre que cubre las fotografías./ No rompas la calma donde naces como un fruto olvidado./ No olvides la luz de la impureza. / No escuches lo que escribo".

Y AQUI: ''Repito/ y nada termina.// Todo estaba:/ palabras/ nombres/ todo.// Y nada es mío".

ESTAMOS ANTE DOS de los mejores poemas del libro. Muy diferentes entre sí, ambos tienen que ver con el lenguaje: escritura en uno, palabra en el otro.

Y LUEGO LUEGO a la vuelta, Siete preguntas: ''ƑQué va detrás de mí como la sombra?/ ƑQué deja en mi memoria su silencio?/ ƑQué decide -sin cuerpo- estar conmigo?/ ƑQué revela su nada en mis palabras?/ ƑQué busca -desde mí- su propia tumba?/ ƑQué deshace -invisible- la escritura?/ ƑQué persigue decir lo que no digo?"

LA DIADA, COMO se ve, está en una de sus instancias, probablemente la de importancia mayor, representada por el sujeto y el lenguaje, por el hablante y su habla, por el que escribe y la escritura.

PARA SOLIS: ''La palabra/ es una sed/ que canta lluvias". ƑCómo canta la sed? Tocándose, mirando, siendo la ausencia de presencia que es y viendo cómo a la vez ser presencia, algo que este libro se alcanza con frecuencia.

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