.. | México D.F. Jueves 18 de noviembre de 2004
En Chiapas, mortalidad infantil similar a la
de países africanos; el DF, al nivel de Europa
Desigualdad nacional en salud, por 50 años de
mala inversión
Los recursos dedicados al sector, por debajo de naciones
con desarrollo parecido, advierte comisión dependiente de la OMS
Reducir las muertes maternas, entre los principales retos
JOSE GALAN
La salud en México mantiene profundas desigualdades,
como consecuencia de 50 años de ineficiencia en el gasto y la inversión
en el sector: mientras en municipios de Chiapas mueren 65 niños
por cada mil nacidos, en la delegación Benito Juárez los
índices de salud se equiparan a los de Europa occidental, afirmaron
expertos al presentar el primer informe de la Comisión Mexicana
de Macroeconomía y Salud, quienes advirtieron sobre índices
de salud entre los niños con "deficiencias importantísimas",
que afectan a los menores hasta la madurez. De allí, agregaron,
la necesidad de erradicar las "trampas de la pobreza".
Tras
señalar que si bien la atención a la salud fue responsable
de un tercio del crecimiento económico de largo plazo -en el periodo
1970-1995-, el informe señala que existe "un grado importante y
sistemático" de subinversión en salud y educación
en el país, lo que implica que fallen ''los mecanismos del sistema
de mercado en la inversión en capital humano".
Dependiente de la Organización Mundial de la Salud,
la comisión -creada en el 2002 y encabezada por Nora Lustig, rectora
de la Universidad de Las Américas- informó que los resultados
son producto de "una mala asignación de recursos" por casi 50 años,
y que la inversión total (pública y privada) en la materia
está por debajo de otros países con inversión similar.
"Hay desigualdad en la forma en que se asignan los recursos", dijo la doctora
Lustig.
El informe atribuyó las desigualdades y deficiencias
en salud a varios aspectos: padres ausentes, desnutridos, o con falta de
salud o de conocimientos; restricciones de crédito, o la imposibilidad
de adquirir nutrición, salud, educación e insumos complementarios
a la educación, tales como capital social o desarrollo infantil
temprano; incertidumbre o falta de información o de previsión
de los beneficios del desarrollo infantil temprano; nutrición, salud,
educación, y, por último, falta de disponibilidad de bienes
públicos, necesarios para la salud y la educación.
El informe resalta que los niveles de salud en México
son inferiores a países con ingresos por habitante similares: la
tasa de mortalidad infantil esperada para el país, dado su nivel
de desarrollo, debería ser 22 por ciento inferior a la actual, lo
que representó, en 1998, casi 20 mil muertes infantiles adicionales.
Sostiene que en México los avances en el cumplimiento
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio -aprobados por 189 países
en la Cumbre del Milenio de la ONU, en el año 2000, y que comprometen
a países ricos y pobres a luchar contra la pobreza y el hambre;
la desigualdad de género; la falta de acceso a educación,
atención médica, agua potable y sanidad, y contra el deterioro
del medio ambiente- son mixtos: el avance es adecuado para la tasa de mortalidad
infantil, pero deficiente para la tasa de mortalidad materna, que es de
32.7 por ciento, por debajo del ritmo requerido de reducción consistente
con las metas del referido instrumento.
Así, el informe subraya que reducir la mortalidad
materna representa uno de los retos importantes para México, y reconoce
que el avance en la reducción de la pobreza alimentaria ha sido
bajo e inferior al requerido.
Advierte: los rezagos de salud son enormes en algunas
regiones del país. En el municipio más pobre de Chiapas (estado
con un producto por habitante de 3 mil 600 dólares en paridad de
compra), la tasa de mortalidad infantil es similar a la que presentan países
mucho más pobres que México, como Sudán, con una tasa
de 66.9 decesos de niños por cada mil nacidos; en el caso opuesto,
la delegación Benito Juárez, en la ciudad de México,
presenta niveles comparables a Europa occidental e Israel, con una tasa
de 17.2.
"La inversión de México en salud es menor
a la requerida o esperada para un país con el nivel de desarrollo
y necesidades como el nuestro", sostiene el informe.
"Por otra parte, la inversión no logra los objetivos
de salud con el mayor grado de eficiencia distributiva; es decir, los recursos
no se utilizan necesariamente en aquellas intervenciones que permiten obtener
los mejores resultados en salud en la población en su conjunto."
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