DIRECTORA GENERAL CARMEN LIRA SAADE
   

DIRECTOR FUNDADOR CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 30 DE ENERO 2006 
NUMERO ESPECIAL


  Portada

Del dicho al hecho…,
la implementación del desarrollo sostenible

Ma. del Carmen Vergara Tenorio

El reto de nuestro siglo
Arturo Gómez-Pompa

Universidad en la India para la sustentabilidad
Roy Sanjit Bunker

Auroville, India, la ciudad que el mundo necesita
Lalit Kishor Bati

Experiencia indígena para la evaluación de la biodiversidad del Urubamba, Perú
Soledad Ortiz

Conservación campesina en la reserva de la biosfera El Cielo, Tamaulipas
Sergio Guillermo Medellín y Efrén Guerrero

La capacidad local para la conservación de los humedales de Alvarado, Veracruz
Enrique Portilla, Alonso I. Sánchez, Abraham Juárez, Blanca E. Cortina y Claudia Y. Negrete

Unidos por el agua: regulación ecológica de la cuenca del río Manialtepec, Oaxaca
Juan José Consejo y Dionisio López

La electrificación rural en Cuba como recurso comunitario para la sustentabilidad
María Rodríguez Gámez

Asociación Agroecoturística de La Argentina de Pocora, Costa Rica
Karla Pérez Fonseca y Karla Molina Villalobo



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Fortalecimiento de capacidades locales para la conservación de los humedales de Alvarado, Veracruz

Enrique Portilla Ochoa
Alonso I. Sánchez Hernández
Abraham Juárez Eusebio
Blanca E. Cortina Julio
Claudia Y. Negrete Guzmán
Instituto de Investigaciones Biológicas
Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz

El complejo lagunar de Alvarado (CLA) es uno de los humedales más representativos del estado de Veracruz por su riqueza biológica, su gran potencial productivo y por su arraigada tradición cultural, cuyo eje principal es la actividad pesquera.

Esta gran planicie de inundación se localiza en la zona costera central del estado y se integra por lagunas salobres, como la de Alvarado, Buen País y Camaronera. Cuenta con más de 200 lagunas interiores y varios ríos, sobresaliendo el Papaloapan.

Los humedales de Alvarado contienen ecosistemas representativos de la planicie costera del Golfo de México y se destacan por su vegetación: desde selvas bajas caducifolias hasta los típicos manglares, y por su gran diversidad de fauna, entre ella, un gran número de especies de aves, mamíferos, reptiles y especies acuáticas.

Por otra parte, la cuenca baja del Papaloapan forma parte de una región llamada Llanuras de Sotavento donde, sugerido por el trabajo del historiador Gonzalo Aguirre Beltrán, se asienta la primera civilización que en México vivía en humedales (los toltecas y nahuas). Esta zona fue identificada por nuestros antepasados indígenas como el lugar donde se ubica el Tlalocan, paraíso terrenal, fuente inagotable de satisfactores.

Pese a esta riqueza biológica y cultural, la ausencia o la mala implementación de políticas de desarrollo en la región han provocado serios problemas para el sostenimiento a largo plazo de sus recursos naturales. La importancia actual en el caso de la actividad pesquera en Alvarado, no sólo es por generar ingresos, empleo y alimentos, sino también por representar una actividad fundacional y civilizadora, definiendo una cultura propia: la de los pescadores.

Sin embargo, las pesquerías muestran una tendencia a la baja debido a la sobreexplotación, el uso de artes de pesca prohibidas, el incremento de individuos dedicados a esta actividad sin una buena organización para el trabajo e, incluso, a los cambios en la hidrología de los cuerpos de agua que se manifiestan en el abatimiento de los niveles de salinidad y las modificaciones en el flujo y reflujo del agua.

Se han definido algunos aspectos relevantes para poder establecer medidas que permitan acercarnos a soluciones sustentables en el manejo de los recursos pesqueros ribereños.

Los problemas de las cooperativas pesqueras de la zona se derivan principalmente de la falta de organización y capacitación, más que de aspectos técnicos.

La sobreexplotación de los recursos pesqueros, derivada del uso de artes de pesca prohibidos, está relacionada con la falta de organización y la mala aplicación de la ley en materia pesquera y ambiental.

Existe una larga tradición pesquera, basada en el pescador libre más que en la pesca organizada en cooperativas, además de que existe una clara desigualdad en la participación de las mujeres.

Es necesario promover una mayor participación de las mujeres pescadoras en la toma de decisiones sobre las actividades productivas y en el manejo de sus recursos.

El otro caso relevante es el manglar que, pese a estar sujeto a protección especial, ha visto reducida su superficie, debido principalmente a cambios en el uso del suelo para el establecimiento de pastizales así como a la constante tala clandestina que afecta a los pescadores, ya que es el soporte de las pesquerías y de otros importantes servicios ambientales.

Ante este panorama, la sustentabilidad para el desarrollo regional tiene que basarse en una valoración de los componente ecológicos, sociales y económicos que permitan una planeación en la que los principios de mantenimiento de la capacidad de recuperación del capital natural a través de las generaciones, de la equidad y de la toma de decisiones compartidas, permitan el bienestar de las comunidades locales insertas en un marco regional más amplio.

El fortalecimiento de las capacidades locales para la producción es una demanda constante de los pescadores organizados. Las transformaciones en la forma de producir y aprovechar los recursos naturales, así como las demandas que surgen de las formas de organización y las relaciones de éstas con otras organizaciones, instancias de gobierno y oficinas financiadoras, exigen cada vez más de una mayor preparación técnica y sensibilidad para aprovechar en forma sustentable los recursos pesqueros del litoral veracruzano.

Esta demanda de capacitación ha sido particularmente importante en el sistema lagunar de Alvarado, donde varias cooperativas pesqueras se están organizando en torno a propuestas emanadas del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana. Su propuesta para la producción pesquera considera, además de los aspectos económicos ligados directamente a cuestiones productivas, aspectos de tipo social y ambiental.

El proyecto ha tenido como fundamentos básicos la consideración en todo momento de la importancia del conocimiento empírico de los pescadores, el rescate de los valores de organización y solidaridad de los núcleos pesqueros, y la incorporación de las variables ambientales, por citar los más importantes. El éxito de estas estrategias tiene un soporte eminentemente social y se sustenta en la hipótesis de que únicamente con la participación local es posible la conservación de los recursos naturales de los humedales veracruzanos.

Se promueve así la formación de la cooperativa Mujeres Experimentando como una forma de abrir canales de participación para este sector de la población generalmente marginado. Actualmente tiene doce socias y varios proyectos de acuicultura.

También se busca recuperar los principios del cooperativismo a través de la capacitación y asesoramiento en la gestión de recursos para proyectos productivos y la interrelación con otros grupos organizados de pescadores ribereños y ponerlos en práctica a través de la construcción, implementación y operación de una unidad de producción pesquera de especies de importancia económica.

Se pensó también integrar un club infantil en el cual los niños no sólo realicen actividades de juego y recreación, sino que aprendan desde pequeña edad a realizar trabajos en grupo, tipo cooperativas, y así logren tomar conciencia sobre el cuidado de sus recursos naturales.

Los Herederos del Humedal es el grupo formado por con los hijos de las pescadoras de las cooperativas Mujeres Experimentando y Laguna La Flota. Estos niños reciben talleres permanentes de educación ambiental en sus comunidades; la base de estos talleres consiste en inculcarles la pertenencia al humedal, la necesidad de conservar y manejar adecuadamente sus recursos y valorar la riqueza biológica que encierran.

En este caso, la participación activa de los pescadores ribereños ha sido el piso social requerido para lograr la sustentabilidad regional. El esfuerzo integral de trabajo comunitario que incluye al núcleo familiar (las mujeres, los hombres y los niños), las reuniones de trabajo conjunto, la promoción de intercambio de experiencias pescadores-pescadoras-investigadores, así como la aproximación a las nuevas generaciones, son pasos seguros que llevan a buscar y obtener éxito en el uso racional de los recursos naturales y elevar la calidad de vida de la población local.