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Frank Gehry alcanzó celebridad con su diseño del Museo Guggenheim de Bilbao

Cumple 80 años el maestro de las casas que danzan
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de febrero de 2009, p. 3

Los Ángeles, 26 de febrero. Los vecinos de Frank Gehry alucinaron cuando hace 30 años se puso a reformar su casa en la californiana Santa Mónica. Con chapas onduladas, tela metálica y un puntiagudo cubo de cristal, este arquitecto canadiense-estadunidense convirtió la vivienda unifamiliar en un palacio de vanguardia lleno de fantasía.

A sus 80 años, que cumple este sábado, el lugar es ya un sitio de peregrinación para los amantes del arte, y Gehry uno de los arquitectos más influyentes del mundo, conocido como el maestro de las casas que danzan.

La neutralidad resta valor al arte

Las construcciones de Gehry se ven como si acabaran de sufrir un terremoto. El Museo Guggenheim, en Bilbao; la sala de conciertos de Disney, en Los Ángeles, o el edificio Neue Zollhof, en Düsseldorf, se caracterizan por líneas inclinadas, habitaciones que se superponen y perspectivas rotas.

No me gustan esas cajas de zapatos blancas, afirmó en una entrevista en noviembre pasado, durante la presentación de su reformada Art Gallery of Ontario, en Toronto. La neutralidad no es neutral, resta valor al arte.

El complejo museístico es la primera obra de Gehry en su natal Canadá. Nacido en 1929 como hijo de inmigrantes judíos, creció con el nombre de Ephraim Goldberg en una familia de clase media baja en Toronto.

Mi abuela siempre abría un pequeño armario en la esquina y sacaba trozos de madera. Entonces se sentaba conmigo en el suelo y construíamos casas, ciudades y cosas así, relató. No sé por qué lo hacía, pero se ha convertido en mi vida.

Con 17 años, Gehry se fue a Estados Unidos, trabajó de camionero y limpiador de aviones, y estudió arquitectura en Los Ángeles y Harvard, hasta que en 1962 abrió su propio estudio.

En 1991 recibió el encargo del Guggenheim de Bilbao, que se construyó seis años después. Su diseño, que semeja un barco, con el espectacular techo de titanio plateado, lo convirtió en el gurú internacional de la vanguardia arquitectónica.