Un comando de al menos 30 hombres armados irrumpió durante la madrugada de este miércoles en el hospital Cima, ubicado en la ciudad de Chihuahua, y se llevó al narcotraficante Crispín Borunda Cárdenas, quien se encontraba preso, acusado de delitos contra la salud y enfrenta un proceso de extradición a Estados Unidos desde enero de 2004.

Se desconoce si se trató de un rescate o de un levantón por parte de un grupo rival, ya que en ocasiones anteriores en que ha estado internado por supuestas complicaciones cardiacas, ha recibido amenazas de muerte, revelaron fuentes policiacas.

El capo, considerado de alta peligrosidad y quien operaba en el sur de Chihuahua, permanecía preso, desde el 28 de enero de 2004, en la unidad de bajo riesgo del Centro de Readaptación Social de Chihuahua, y contaba con una justificación médica por males cardiacos.

Cerca de las cuatro de la mañana del miércoles, unos 30 hombres armados y encapuchados arribaron al hospital Cima, ubicado en una zona exclusiva de la capital chihuahuense, a bordo de tres camionetas; entraron por la zona de urgencias, desarmaron a los custodios del penal que vigilaban al reo, ingresaron a la habitación de éste y se lo llevaron.

Borunda Cárdenas estaba internado en el hospital desde el pasado 21 de febrero, y era atendido de un padecimiento cardiaco, de acuerdo con declaraciones de Enrique Ogaz Garza-Aldape, médico del nosocomio.

Cuadro médico severo

En un comunicado de prensa, la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Chihuahua señaló que Crispín Borunda es un paciente con un cuadro médico severo y con complicaciones fatales a corto plazo.

Por ese motivo, en varias ocasiones el capo ha recibido atención médica en ese hospital. Hace año y medio se suscitó un intento de rescate del preso, por lo que se aplicaron medidas especiales para vigilarlo durante su estancia fuera de la cárcel.

Borunda fue detenido el 27 de enero de 2004 en el rancho El Ampareño, ubicado en el municipio de Camargo, cuando la policía llegó al lugar en respuesta a un reporte de secuestro de un hombre.

Los presuntos plagiarios fueron identificados en ese momento como Miguel Ángel López Rivera y Juan Tarango Mendoza, quienes pretendieron sobornar a los agentes policiacos con 10 mil dólares para evitar ser detenidos.

Días después de haber ingresado a la penitenciaría estatal, se supo que la verdadera identidad de Tarango Mendoza era la de Crispín Borunda Cárdenas.

Borunda se encontraba en proceso de extradición a solicitud del gobierno de Estados Unidos, que sigue un proceso en su contra por tráfico de drogas a ese país, donde estuvo recluido en la prisión federal de La Tuna, en Texas, de donde se escapó en la década de los 90.

Por otra parte, en el municipio de Ascensión, Pedro Vidaca y Julián Saláis fueron acribillados en el interior del hotel Paquimé, mientras en Ciudad Juárez se encontró el cuerpo de un hombre, a un costado de un canal de riego.

Cuatro acribillados en Michoacán

Un grupo de sicarios ultimó a cuatro jóvenes e hirió a dos más cuando salían del centro nocturno K-One, en Lázaro Cárdenas, Michoacán. Policías locales los persiguieron y detuvieron a uno de ellos, informó el procurador estatal Miguel García Hurtado.

El ataque, ocurrido a las 5:45 horas de ayer, fue perpetrado con rifles AK-47 y AR-15.

Dos de los cuatro jóvenes fallecidos fueron identificados como Francisco Sánchez Espino y Mario Delgado Nava.

Reportes policiacos señalaron que 10 personas fueron asesinadas en horas recientes por pistoleros al servicio del crimen organizado en Guerrero, Baja California, Sinaloa y Sonora.

En Culiacán, Sinaloa, gatilleros mataron a otras dos personas que estaban en la cochera de una vivienda en el fraccionamiento Mezquitillo.

Miroslava Breach, Rubén Villalpando, Ernesto Martínez, Antonio Heras, Misael Habana, Sergio Ocampo, Javier Valdez y Ulises Gutiérrez