Los mexicanos tenemos que aprender a respetarnos y a dialogar, aun cuando no nos pongamos de acuerdo, manifestó el presidente Felipe Calderón Hinojosa. Luego se refirió al Congreso de la Unión, donde a veces hay ofensas e intolerancia, pero se le debe juzgar, primero, por la voluntad de todos para entenderse, añadió.

El mandatario se reunió ayer con los integrantes del séptimo Parlamento de las Niñas y los Niños en la residencia oficial de Los Pinos. Al abundar sobre la importancia del diálogo, él se puso como ejemplo al recordar que fue legislador federal junto con César Duarte, actual presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados –presente en el acto–. Aunque somos de distintos partidos y ahora que somos pares, Duarte en el Poder Legislativo y Calderón en el Ejecutivo, por muy diversas que sean y son nuestras ideas, nuestras maneras de entender a México, sabemos respetarnos y hablar.

Al enfatizar la importancia del parlamento preguntó a los niños legisladores el significado de esa palabra. La niña Amanda contestó, y de ahí se siguió el michoacano al afirmar que el parlamento “es el lugar donde se dialoga para tomar decisiones.

Los mexicanos podemos dialogar y estar de acuerdo. Cuando hay voluntad es muy fácil lograrlo, subrayó. Aunque no se refirió de manera directa al diferendo que tuvieron los senadores el jueves pasado por el proyecto de Ley de Extinción de Dominio, planteó que la mayoría de los parlamentarios en México y en el mundo tienen esa volutad de dialogar, de parlar, de ponerse de acuerdo.

Luego explicó: en el Congreso, a veces, se discuten temas muy difíciles, se apasiona uno con las ideas y en ocasiones también hay algunas expresiones de ofensa e intolerancia, pero no debemos juzgar al parlamento por esas voces que son excepcionales, sino más bien por la voluntad que todos tienen de dialogar y entenderse.

En el Congreso está la vida política del país. En una democracia como la mexicana, ahí está la verdad a la que debemos arribar, aquella que se puede construir con el acuerdo de todos, subrayó.

Con la finalidad de llevar a la práctica lo que explicaba, el Presidente se organizó una comparecencia ante los niños legisladores, a quienes solicitó que le hicieran preguntas. Antes les explicó que la comparecencia es una figura del parlamento a la que él, por ahora, no puede acceder.

Me hubiera gustado comparecer ante la legislatura para que me hicieran preguntas; pero, bueno, todavía tengo... En fin, por ahora no se puede, expresó. Luego escuchó a los niños, quienes lo interrogaron sobre historia y su trayectoria.

Para contestar cuál es el tema que más les interesaba, Calderón organizó una encuesta, de la cual resultó que los niños piensan que el asunto más importante es el de la seguridad. El mandatario comentó que éste, junto con el de la crisis económica, son los asuntos prioritarios de su gestión, seguidos de educación, salud y medio ambiente.

Uno de los niños le solicitó una beca para los 300 infantes que participaron en el parlamento. Aunque el mandatario intentó, primero, transferir la responsabilidad de la respuesta a la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, luego les explicó que a la hora de gobernar se ve que el dinero no alcanza para todo. Aun así, les ofreció que quienes cumplan las reglas del programa federal en la materia obtendrán una.