Roma, 27 de mayo. Barcelona derrotó 2-0 a Manchester United y conquistó su tercera Liga de Campeones, así como un histórico triplete en la misma temporada. Al máximo título del futbol europeo sumó previamente la liga y la Copa de España.

Un tanto de Samuel Eto’o, al minuto 10, y otro de Lionel Messi (70) sentenciaron la esperada final entre dos de los mejores equipos del mundo.

El triunfador fue el futbol de toque y control del equipo catalán, que dominó la posesión de la pelota y fue más contundente que el decepcionante conjunto inglés.

El técnico del Barça, Josep Guardiola, apostó por dar entrada de inicio a los desequilibrantes Andrés Iniesta y Thierry Henry, y confió el lateral izquierdo a Sylvinho, el derecho a Carles Puyol, y puso en el centro de la zaga a Yayá Touré.

Así compensó las importantes ausencias del lesionado Rafael Márquez y de los sancionados Eric Abidal y Dani Alves.

Manchester salió con el veterano Ryan Giggs como enganche junto a Cristiano Ronaldo, única punta.

El portugués empezó muy activo y al minuto, tras una falta, obligó a actuar al arquero español, Víctor Valdés. Ronaldo repitió con sendos remates en los minutos seis y ocho.

El conjunto inglés, defensor del título, comenzó con mayor determinación y decisión, pero en el minuto 10, en la primera llegada azulgrana, Iniesta se internó con verticalidad, cedió a Eto’o, quien regateó a Nemanja Vidic, y el arquero Edwin van der Sar no pudo atajar su potente remate desde cerca del primer palo.

Eto’o dio confianza a su equipo

Eto’o, uno de los héroes de la final de 2006, aparecía de nuevo cuando más lo necesitaba su equipo tras un mes de mayo gris, con apenas dos goles, ninguno en los grandes partidos del conjunto en los recientes tiempos.

Barcelona notó un gran empujón de confianza. A partir de ahí mantuvo más tiempo el balón y provocó nervios en la defensa del United, pero Ronaldo apareció de nuevo. En el minuto 15 forzó la tarjeta amarilla de Gerard Piqué.

En la otra área, Messi, quien desafía al portugués el honor de ser el mejor jugador del mundo, pasaba desapercibido en el centro, evitando la marca de Patrice Evra; con Eto’o a la derecha y Henry a la izquierda.

El espectáculo esperado por los que muchos consideran los mejores equipos del mundo no era tal. La tensión de la final, con lógica, pesaba más.

El conjunto catalán se adueñó de la pelota y la movió con paciencia pero sin peligro, con un Messi más activo, muy junto a Iniesta y Xavi. Los bajitos se asociaban, mantenían el balón y lo recuperaban enseguida con ayuda de Sergio Busquets.

En el complemento Barcelona siguió dominando y creó más peligro. Van der Sar salvó ante Henry en la primera acción del francés en el partido, al minuto 47 y al 52, Xavi, de falta, golpeó el poste.

Alex Ferguson remplazó a Anderson por el argentino Carlos Tévez buscando más mordiente, más agresividad ante unos azulgranas que engatusaron y adormecieron al rival con su toque pausado de balón.

El timonel del equipo inglés también intercambió las posiciones en la banda de Wayne Rooney y el coreano Ji-Sung Park. Después recurrió al tanque Dimitar Berbatov.

Pero en el minuto 70, en un contragolpe, Xavi centró al área y Messi, en acrobático salto, anotó un poco frecuente tanto de cabeza. Fue el definitivo 2-0.

La grada culé estalló en cánticos. El United estaba desconectado y el capitán Puyol estuvo cerca de sentenciar el encuentro.

Ningún equipo ha logrado revalidar el título de la Liga de Campeones. Manchester fue víctima de esa maldición y de un Barcelona que ya puede presumir de ser el mejor en la historia del club: nunca un equipo español había ganado una triple corona.

Fue una noche redonda. El equipo de Pep Guardiola fue fiel a sí mismo de principio a fin. Guardiola, de apenas 38 años, le ganó la partida al experimentado Alex Ferguson y Messi a Ronaldo, mientras Iniesta y Xavi iluminaron con su clase un triunfo para la historia ante 72 mil espectadores en el Estadio Olímpico de Roma.

Xavi Hernández fue elegido el mejor jugador, nombramiento que ya había conseguido en la Eurocopa 2008, cuando la selección española conquistó el campeonato

En la grada azulgrana destacó una pancarta desde el inicio del juego: Ellos (los ingleses) inventaron el futbol, pero nosotros el arte del futbol.

Así fue.