Opinión
Ver día anteriorViernes 10 de julio de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Cínico mercantilismo de la clase política mexicana

¿Le entrará la Corte al asunto de las guarderías subrogadas?

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Trabajadores de Aviacsa realizaron ayer un mitin plantón en el Eje Central Lázaro Cárdenas frente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, donde entregaron un pliego de peticiones para reabrir su fuente de empleoFoto José Antonio López
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as únicas dos cosas que dejó en claro el director general del IMSS, Daniel Karam, en su comparecencia ante legisladores fueron: el grotesco mercantilismo de la clase política nacional y su parentela –lo que ya se sabía–, y que el calderonato ni por asomo tiene la intención de modificar el ruin esquema de utilizar a los niños como simple mercancía para armar jugosos negocios privados con las guarderías que son responsabilidad y obligación del gobierno. Por el contrario, considera que el tráfico de influencias es algo normal, incluso deseable, porque al final de cuentas lo único importante no es quién cobre el cheque, sino que lo haga en una operación transparente.

Ante tan cínico reconocimiento, sólo queda una sopa: si los legisladores no meten la mano, toman decisiones y cambian el estado de cosas, el tráfico de influencias y la corrupción asociadas a la subrogación de guarderías del IMSS (como las del ISSSTE y demás instituciones públicas que deben garantizar este servicio a las madres trabajadoras) se fortalecerán aún más, mientras la educación, formación y seguridad de los niños se mantendrá en picada y siempre dependiente de la lógica mercantilista, no de la social. Así, de no actuar rápida y consecuentemente, por el inventario de beneficiarios de la subrogación de guarderías podrán pasar los que quieran, hasta los narcos –si es que aún no lo hacen–, pues tienen con qué participar exitosamente en cualquier licitación, y un negocio de esta naturaleza resulta excelente lavandería.

Qué Calderón ya modificó el esquema; que desde 2008 ya no es por adjudicación directa, sino por licitación. ¿Y? De cualquier suerte las guarderías del Estado quedan en manos privadas. La mayoría de estos negocios (otrora una obligada prestación social) fueron armados mediante adjudicación directa (por instrucciones de un importante), cuya vigencia fue ratificada y extendida por el IMSS en 2007, con Juan Molinar Horcasitas al frente, se supone, de la institución. Aquí, los diputados de la siguiente legislatura (la 61) tienen un buen filón: el grueso de los contratos vence el 31 de diciembre de 2009. Ofrecerían una muestra contundente de que, según dicen, ya es tiempo de trabajar por el país, con lo que el primero de enero de 2010 el país podría amanecer con el grato regalo de que los niños dejaron de ser mercancía y las guarderías del Seguro Social regresan al Estado.

No hay que olvidar que el modelo propuesto por el inquilino de Los Pinos y febrilmente defendido por Daniel Karam para las guarderías es el mismo que aplicaron las pasadas cuatro administraciones públicas a la hora de organizar la venta de garage y desmantelar el aparato productivo y social del Estado, algo que, por lo demás, también hace Calderón. Como no hay dinero para atender las necesidades sociales, es necesario privatizar, y lo haremos al mejor postor. Pues bien, a la hora de la hora los mejores postores en las más transparentes licitaciones gubernamentales resultaron ser los parientes, amigos y compadres de quienes toman las decisiones. Ése fue el caminito andado por la banca, los ingenios azucareros, las paraestatales del acero, la aviación y los ferrocarriles, las carreteras y demás sectores estratégicos. Y cinco minutos después, una vez exprimidos los negocios cedidos, los mejores postores exigen ser rescatados por el erario.

Momento dorado el que se le presenta a la nueva camada en San Lázaro. El problema es que también de parientes, amigos y contlapaches de diputados y senadores está rebosante el inventario de nombres privados asociados con guarderías públicas. Esos legisladores deben intervenir y cancelar la subrogación, aunque para ello primero deberán hacer una limpia entre la parentela enquistada en el presupuesto. El grueso de los contratos respectivos vence en diciembre de 2009, de tal suerte que los recientemente electos tienen a su favor casi seis meses para hacer la chamba, lo cual, desde luego, no pasa de ser un sueño guajiro.

Que no hay dinero, dicen en el IMSS, y que por lo mismo subrogan (no sólo guarderías), pues sale más barato. Muy bien, pues, siendo así, que en el gobierno cumplan en materia de empleo, cobren las cuotas patronales, incrementen el padrón de contribuyentes a la seguridad social, destinen los recursos adonde deben hacerlo, olvídense de los suculentos convenios con los patrones que sólo benefician a los empresarios y demeritan las finanzas del Instituto, redúzcanse los generosos sueldos y jugosas prestaciones que cobran, eliminen el séquito de huele suelas a su disposición, civilicen a su personal, combatan la corrupción y el tráfico de influencias, fumiguen a la parentela de los políticos, a los amigos, a los compadres, y, en síntesis, hagan su chamba.

¿Qué cambia la decisión de cancelar la adjudicación directa de guarderías, para privilegiar la licitación de las mismas, cuando al final de cuentas ninguna de las dos fórmulas altera el hecho de que los niños son considerados una vil mercancía para hacer jugosos negocios privados con dineros de la nación? ¿En serio no importa quién se las quede, siempre y cuando ofrezca los mejores servicios y costos? Pues la ABC de Hermosillo demuestra exactamente lo contrario, y a un doloroso cuan elevadísimo costo.

Habrá que ver si la Suprema Corte de Justicia de la Nación verdaderamente le entra al asunto de las guarderías subrogadas, porque parecen agotadas las instancias, y a estas alturas nadie resulta responsable, todos firmaron de mentiritas y cada quien tiene un pretexto para pasar la pelota, siempre en espera de que el escándalo se enfríe, que otro lo supla y que la falta de memoria colectiva haga lo demás.

Y los nombres que aparecen relacionados en la mañosa información entregada por el director del IMSS sólo son rayas al tigre: priístas, perredistas, panistas y los otros; presidentes y ex presidentes de la República, sus respectivas primeras damas; gobernadores y ex gobernadores; senadores, diputados (federales y locales), presidentes municipales; funcionarios de los tres niveles de gobierno, actuales y pasados, gringos (como en Baja California Sur, la guardería 026), y demás fauna que exprime al país, aunque en lo suyo no dé pie con bola.

Las rebanadas del pastel

Hay que ver cómo se retuerce la clase política cada que la sacan a balcón. Prácticamente todos los relacionados en el citado inventario, su parentela, amigos y protegidos hoy salen a decir que yo no fui. ¿Quién miente: la dupla Calderón-Karam, los involucrados o todos? Para como van las cosas, los únicos culpables de la subrogación de guarderías serán los padres de familia y sus hijos, quienes caprichosamente exigen el cumplimiento de la ley.