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Jerónimo Hagerman sembró una instalación vegetal en un templo del Centro Histórico

Explora artista los vínculos emocionales entre el individuo y la naturaleza

Aquí y ahora, jardín radial se muestra a un costado de la Torre Latinoamericana

Hecho de bambú, helechos y plantas acuáticas, es la primera fase del proyecto de arte urbano Lugar cero

 
Periódico La Jornada
Martes 14 de julio de 2009, p. 8

Un jardín de bambú, helechos y plantas acuáticas se ha instalado a un costado de la Torre Latinoamericana de la ciudad de México.

El proyecto Aquí y ahora, jardín radial, de Jerónimo Hagerman (DF, 1967), artista realizador de intervenciones vegetales, tiene que ver con la escala y el tiempo. Fue sembrado de manera temporal en el atrio del templo de San Francisco, ubicado en avenida Madero número 7, Centro Histórico.

La Torre Latinoamericana siempre había intrigado a Hagerman, por encarnar la idea del progreso que se tuvo en los años 50 del siglo pasado y por su aparente falta de referencias culturales con la arquitectura del Centro Histórico.

Al respecto, el artista expresa: Hay una cosa temporal que me gusta mucho: cómo el edificio se relaciona con toda la ciudad y lo que quiere decir. Luego, el tamaño que tiene. Pararse al lado de ella es fuerte; no hay otro rascacielos en el Centro.

Según la declaración de principios de Hagerman, en el sitio de Internet del artista, su obra se ha desarrollado en torno al análisis de la relación que se da entre el sujeto y lo exterior, poniendo énfasis en cómo se generan los vínculos emocionales entre el individuo y la naturaleza.

Confrontacióm vegetal

Aquí y ahora, jardín radial, explica Jerónimo Hagerman, es una propuesta que se vive en cuestión de escala. Primero, desde la calle y, luego, al subir a la terraza del noveno piso de la torre.

“Desde arriba las cosas se vuelven muy pequeñas. El jardín del atrio de San Francisco se basa en cómo se crean los microjardines, por ejemplo, del moho, de los líquenes, que siempre son como colonias que se van agrupando y haciendo como cadenas.

Quise usar ese tipo de paisaje como una propuesta de otro tipo de conciencia de otra estructura, por la que se puede deambular y sentirse mucho más pequeño. Somos microorganismos comparados con otras escalas.

Hagerman, mediante las plantas, gusta hablar del tiempo, de la escala, cómo se procrean, cómo tienen que vivir, a modo de una posibilidad distinta, ya que nuestra referencia de las cosas no es necesariamente la única.

La relación del instalacionista con las plantas se remonta a hace 12 años: Trabajaba en Japón con un artista de butoh y parte del quehacer era trabajar con una granja. De repente sentí que había esa realidad que era muy fuerte, que cuestionaba todos los parámetros. Bueno, toda la tradición del arte japonés, de los jardines, que sí es mucho más una filosofía, una manera de pensar, de relacionarse con el mundo, de contemplarlo, de reflexionar.

De 2004 a 2008, Hagerman desarrolló el proyecto Contemplando la invasión en la fachada de la Sala de Arte Público Siqueiros, y en 2009 creó Urbanización aérea para los alrededores de la Casa del Lago.

Algunos de sus trabajos se caracterizan por ser más paisajísticos, otros son más escultóricos, pero siempre lo que intento es que sea una confrontación vegetal real, externa a lo humano.

Aquí y ahora, jardín radial es la primera fase del proyecto itinerante de arte urbano titulado Lugar cero, organizado por Casa Vecina-Espacio Cultural, en colaboración con el Museo Soumaya.