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Activan máxima alerta en toda España por esta nueva ofensiva del grupo armado

Mueren dos agentes de la Guardia Civil española en otro ataque atribuido a ETA

Expertos desactivan un artefacto listo para estallar en un viejo cuartel de la isla de Mallorca

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Expertos revisan el área donde estalló un coche bomba que mató a dos agentes de la Guardia Civil en la isla de Mallorca, ayerFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 31 de julio de 2009, p. 21

Madrid, 30 de julio. Una bomba lapa, presuntamente adosada a una patrulla de la Guardia Civil, provocó la muerte de dos jóvenes agentes de la Guardia Civil española, Carlos Sáez de Tejada, de 27 años, y Diego Salva Lezaun, de 28, en la isla española de Mallorca, en un atentado atribuido por las autoridades a la organización armada vasca ETA, el segundo perpetrado contra esa institución en dos días.

Tras el ataque de este jueves, que siguió al estallido de un coche bomba frente a un cuartel de la Guardia Civil en Burgo, con saldo de 65 heridos, se activó la máxima alerta en toda España ante lo que se considera una nueva ofensiva del grupo armado vasco, y se aplicó la Operación jaula con el objetivo de detener a los presuntos autores del ataque; la policía mantiene la hipótesis de que permanecen en la isla, por lo que se ordenó el cierre de las salidas de la isla por vía marítima y aérea.

La potente explosión de este jueves se produjo junto a una de las dos dependencias que la Guardia Civil tiene en la localidad de Palmanova, municipio de Calvià. Las dos víctimas, los agentes Carlos Enrique Sáenz de Tejada y Diego Salva Lezaun, de 27 y 28 años, respectivamente, se encontraban en un carro todoterreno que iba a ser trasladado a un taller y el cual quedó completamente destrozado.

Los presuntos etarras adosaron la bomba lapa al vehículo de la Guardia Civil y al parecer fue accionada con un control remoto, por lo que las fuerzas de seguridad trabajaba sobre la sospecha de que los autores se encontraban en las inmediaciones cuando se produjo la explosión y que incluso habrían visto a lo lejos a sus víctimas.

Al mismo tiempo se activó la Operación jaula con el objetivo de detener a los presuntos autores del ataque, una vez que la policía mantiene la hipótesis de que permanecen en la isla, cuyas salidas fueron cerradas por vía marítima y aérea. El aeropuerto local canceló sus servicios durante más de tres horas y se pusieron en marcha numerosos dispositivos de seguridad.

Unas horas después del atentado, la policía informó que la brigada de desactivación de explosivos neutralizó una segunda bomba lapa, también adosada a una patrulla de la Guardia Civil en la misma localidad, pero en lo que era el viejo cuartel de la zona.

Este dato reforzó la idea de que el supuesto comando etarra se encuentra todavía en la isla y que probablemente cuenta con una estructura estable, es decir apoyo logístico, un piso franco y más vehículos para sus desplazamientos.

La isla vive una jornada de caos

Palma de Mallorca es la capital del archipiélago balear integrado por tres islas más: Ibiza, Formentera y Menorca, y estas fechas suele ser uno de los destinos más exclusivos y preferidos del turismo por las vacaciones de verano, pero la tranquilidad del lugar se vio interrumípda por el ir y venir de ambulancias, patrullas, helicópteros y hasta lanchas militares.

La semana pasada Palma de Mallorca fue sometida a un fuerte dispositivo de seguridad por la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario, y este semana por la inminente llegada del rey Juan Carlos. Con esto, no sólo desestimó la teoría que tenían los agentes españoles de que ETA jamás atentaría en la isla, sino que además puso en entredicho las medidas de seguridad.

ETA sí ha cometido más atentados en Palma de Mallorca, sólo que esta es la primera vez tiene como consecuencias víctimas mortales. Precisamente, hoy se cumplen 18 años del atentado que cometió el comando Ekaitz con coche bomba dirigido por el miembro de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga, que provocó heridas a tres personas. Además, en 1995 se descubrió un intento de atentado contra el rey Juan Carlos, a quien pretendía abatir con un fusil de alta precisión.

Las reacciones de repulsa fueron inmediatos desde todos los partidos del arco parlamentario español y vasco. El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, condeno esta nueva vileza. Subrayó que este atentado criminal, al igual que el que el miércoles padeció la Guardia Civil en Burgos, se produce en un momento en que la policía española y francesa golpea como nunca a la organización terrorista.

Aseguró que quienes cometieron el atentado no tienen posibilidad ninguna de esconderse, acabarán en prisión. Además, todos los grupos del Parlamento consensuaron un comunicado en el que se solidarizaron con la Guardia Civil y le advirtieron a ETA que no conseguirá jamás sus objetivos.

La Unión Europea y Brasil también repudiaron por separado el atentado.