Ante un crecimiento estimado del producto interno bruto (PIB) de 2.9 por ciento y una inflación de 4.5, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) solicitará un presupuesto de 128 mil millones de pesos para ejercer el año próximo, lo que significa un incremento real de 0.8 por ciento, el más austero ejercido a la fecha, informó el titular de la Secretaría de Finanzas, Mario Delgado Carrillo.

Al término de una reunión-comida con integrantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), informó que en el paquete económico que se les entregará el lunes próximo se considera una caída en las participaciones federales de 3.5 por ciento, equivalente a 4 mil millones de pesos, lo cual obliga a tener un presupuesto basado en resultados para maximizar el impacto de cada peso gastado.

Dijo que la rendición de cuentas y la reducción de la brecha en materia de género continuarán siendo factores importantes, como han sido en esta primera mitad de gestión, aunque ahora se incorporará un presupuesto con un enfoque de derechos humanos. Comentó que además se propondrá una ley de presupuesto, en la que se estipulen las directrices financieras –sin dejar de entregar el Código Financiero–, que se convertirían en código fiscal.

En el encuentro privado con integrantes de las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública y de Hacienda, Delgado Carrillo explicó que aún se hacen esfuerzos de distribución, para cubrir los programas sociales y el gasto en las secretarías y las delegaciones.

Expresó su preocupación porque la caída en las participaciones federales se profundicen en el transcurso de 2010. Respecto de las tarifas del agua, comentó que el plan presentado por el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre, sólo es una base para los planteamientos que se harán el lunes próximo.

Los diputados, a su vez, externaron puntos de vista sobre el posible incremento a las tarifas y el recorte planteado a las delegaciones políticas.

Por otra parte, el director de Planeación de Finanzas, Jesús Orta, informó que ante la falta de recursos públicos se impulsarán asociaciones público-privadas, como son los proyectos de prestación de servicios, coinversiones, acuerdos de transferencia de tecnología, concesiones y una opción de financiamiento a desarrollar con el esquema de sale&lease back (arrendamiento) para construir las supervías poniente y Reforma, el tranvía de Buenavista-Centro Histórico y dos reclusorios, en espera de que la banca abra los créditos.