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Su grado de certeza es de 94%; identifica a las personas con pancreatitis autoinmune

Científicos italianos desarrollan prueba para detectar el cáncer de páncreas

El diagnóstico correcto es vital para evitar una cirugía innecesaria: Luca Frulloni

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Dispensario de mariguana en Venice Beach, en Los Ángeles. Cientos de pequeños negocios han surgido en dos años aprovechando la ley en California que permite la venta del producto con fines médicos; los comercios usan marcas como Big Buds y Super Trainwreck para atraer a los pacientes de cáncer y también a los usuarios recreativos, pero ahora crecen las quejas ciudadanas contra estos establecimientosFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de noviembre de 2009, p. 3

Boston, 26 de noviembre. Investigadores italianos indicaron que desarrollaron una prueba que identifica a la mayoría de las personas con pancreatitis autoinmune, lo que permitiría a los médicos distinguir más fácilmente el cáncer de páncreas, uno de los tipos de tumor más letales.

Pero el método no es perfecto. Si bien da un buen diagnóstico en 94 por ciento de los casos, 5 por ciento de las personas con cáncer pancreático arrojan falsos positivos de la condición inflamatoria menos grave.

Por ello, no puede usarse sola para distinguir la pancreatitis autoinmune del cáncer de páncreas, señaló el equipo del doctor Luca Frulloni, de la Universidad de Verona, en New England Journal of Medicine.

El páncreas produce las hormonas que controlan cómo el cuerpo metaboliza los alimentos. Las personas con pancreatitis autoinmune suelen padecer síntomas como ictericia y dolor abdominal.

Sus síntomas son similares a los del cáncer de páncreas avanzado y puede resultar difícil, a través de tomografías y otros controles, distinguir ambas enfermedades, manifestó el doctor Antonio Puccetti, de la Universidad de Genova, quien también trabajó en el estudio.

Diez por ciento de los pacientes a los que se extirpa el páncreas debido a que se cree que tienen cáncer padecen en realidad pancreatitis autoinmune, condición fácilmente tratable.

Dado que esa enfermedad responde drásticamente al tratamiento con esteroides, el diagnóstico correcto es importante para evitar una cirugía innecesaria en algunos pacientes, dijo Frulloni.

Por otra parte, el cáncer pancreático puede progresar rápidamente. El temor es que algunas personas con cáncer operable sean tratadas incorrectamente con esteroides pensando que tendrían pancreatitis autoinmune.

El cáncer de páncreas debe ser descartado de manera segura antes del uso de esteroides, expresó Frulloni. “Un test diagnóstico es, por lo tanto, de gran importancia desde el punto de vista clínico”, añadió.

Fármaco contra artritis reumatoide ayuda a preservar células productoras de insulina

Reuters

Boston, 26 de noviembre. Rituxan, un medicamento usado para tratar el cáncer y la artritis reumatoidea podría ayudar a desacelerar el desarrollo de la diabetes juvenil o tipo 1, informaron investigadores.

El fármaco interferiría en la destrucción equivocada que realiza el organismo de las células productoras de insulina en el páncreas, señalaron los expertos en New England Journal of Medicine.

“Lo que este estudio hace es abrir la puerta a toda una nueva forma de enfocar la diabetes tipo 1, dijo en entrevista telefónica el doctor Mark Pescovitz, de la Universidad de Indiana, quien dirigió el estudio.

Rituxan, conocido genéricamente como rituximab, es fabricado por Genentech, unidad de Roche Holding AG y Biogen Idec Inc. Fue diseñado para eliminar las células inmunes conocidas como linfocitos B que proliferen fuera de control cuando una persona padece linfoma.

Las mismas células también participan en la destrucción autoinmune de células y tejidos saludables que se producen en los pacientes con artritis reumatoide y, en teoría, en la diabetes juvenil.

Generalmente, para el momento en que aparecen los síntomas de diabetes, entre 80 y 90 por ciento de esas células productoras de insulina se han destruido. El equipo de Pescovitz administró Rituxan con la esperanza de salvar las células restantes.

El tratamiento primero funcionó y el organismo generó más insulina, pero con el tiempo el efecto se desvaneció y la producción de la hormona reguladora del azúcar en sangre comenzó a decaer a la misma tasa que entre las personas que recibían placebo.

Pescovitz dijo que no estaba desilusionado. Nuevas pruebas mostrarán si tratamientos reiterados con Rituxan o medicinas más nuevas que también apunten a los linfocitos B logran mantener la producción de insulina.

Cuando se observa el rituximab en pacientes con artritis reumatoidea, los pacientes requieren nuevas dosis con intervalos de cuatro a seis meses, indicó el autor.

Eso no se puso a prueba en este estudio, dijo Pescovitz, porque en ese momento no sabíamos si funcionaría y si sería seguro. Por ello apuntamos a un plazo de un año y un tratamiento de una sola dosis del fármaco. Obtuvimos lo que esperábamos ver.

Alrededor de 15 mil niños y adolescentes en Estados Unidos son diagnosticados anualmente con diabetes tipo 1, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).

Esta forma de la enfermedad representa alrededor de 5 por ciento de los casos de diabetes en todo el mundo.