Sociedad y Justicia
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Copenhague fue un paso atrás, acusan Cuba y Brasil
 
Periódico La Jornada
Martes 22 de diciembre de 2009, p. 35

La Habana, 21 de diciembre. Cuba y Brasil criticaron hoy el papel de Estados Unidos en el fracaso de la reciente cumbre de Copenhague. Fue un paso atrás en la meta de prevenir o mitigar el cambio climático, además de que en ella hubo un Obama (presidente de Estados Unidos) imperial, arrogante, que no escucha, que impone posiciones e incluso amenaza a países en desarrollo, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Para el jefe de la diplomacia cubana, en Copenhague no se tomó ninguna decisión en relación con compromisos vinculantes de naturaleza política o de derecho internacional, y agregó que no hubo acuerdo... sólo hubo una componenda ambigua y engañosa, a espaldas de la conferencia, negociada por el presidente Obama con un grupo de países y que después se trató de imponer a los otros.

Bruno también acusó a Gran Bretaña de jugar el papel de verdugo en la cumbre de la ONU y calificó de mendaces las declaraciones del primer ministro Gordon Brown acerca de que un puñado de países tomó como rehén las negociaciones sobre cambio climático.

Brown afirmó hoy en Londres que un puñado de países, en referencia a China, Sudán, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba, desbarataron el diálogo, y que las conversaciones fueron en el mejor de los casos defectuosas, en el peor de los casos caóticas.

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, también criticó la posición de Estados Unidos en la cumbre, y estimó que su meta de reducción de emisiones de dióxido de carbono fijada en 17 por ciento, en relación con 2005, es muy pobre y llamó a otros países a evitar cualquier compromiso.

Lula también responsabilizó a Estados Unidos del fracaso de la cumbre, porque nunca ratificó el Protocolo de Kyoto, y ello llevó a países desarrollados de Europa, además de Japón, a buscar anular ese tratado para eludir los compromisos que asumieron en la reducción de emisiones.

Ecuador, a su vez, culpó a los países desarrollados del fracaso total de la cumbre, pues no se logró ningún acuerdo concreto entre esas naciones para reducir la producción de gases de efecto invernadero, sostuvo el canciller Fander Falconí.

China, entre tanto, estimó haber jugado un papel constructivo en las negociaciones. El primer ministro, Wen Jiabao, aseguró que China se expresó con gran sinceridad y desplegó todos sus esfuerzos en la cumbre, cuyo acuerdo estableció objetivos de largo plazo para la comunidad mundial.