Diversos obispos se pronunciaron en sus mensajes de Año Nuevo porque en el comienzo de una nueva década lo que prevalezca sea la paz, particularmente en México, que ha sido azotado por la inseguridad y la violencia. Asimismo, hicieron hincapié en que no se puede hacer caso omiso de los daños que ocasiona el cambio climático.

Roberto Balmori Cinta, obispo de Ciudad Valles, precisó que en 2010 hay que estrechar las manos y unir los brazos solidarios en la construcción de la paz. El primero de enero se realizará la Jornada Mundial por la Paz, en la cual se nos invita, desde diferentes ángulos, a reflexionar y tomar decisiones.

Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, señaló que 2009 ha sido un año difícil, y exhortó a hacer realidad el anhelo de paz, que se hace particularmente urgente en una época en la que hemos visto con angustia cómo nuestra patria ha ido sumiéndose en una lamentable crisis de violencia que ha causado gran dolor a muchos inocentes.

Mario Espinosa Contreras, obispo de Mazatlán, indicó que ante la inseguridad y la violencia en todas sus manifestaciones, muchos de nosotros nos encontramos temerosos, porque se pone en peligro lo más sagrado y rico que tenemos, nuestra dignidad humana en sus diversas manifestaciones, sobre todo en su valor irrenunciable e inalienable a la vida.

Subrayó que la paz es un atributo esencial de Dios, un sumo don divino ofrecido a todos los hombres.