Los cantantes de baladas o de música popular en general son  actualmente más fríos, si se les compara con los de las décadas de los 60 y 70, expresó Roberto Jordán, intérprete de temas como Amor de estudiante y Rosa marchita, en entrevista con motivo de la muerte de Sandro, quien fuera su contemporáneo.

En esa época destacaron Camilo Sesto y Raphael, por citar a dos de las voces que crearon un panorama y un ambiente de romanticismo que perdura a la  fecha.

Roberto Jordán sigue cantando y se dice activo. A veces aparece en espectáculos donde  forma parte de programas integrados por Angélica María, Alberto Vázquez, Los Teen Tops, entre otros. Recordó la resonancia de Sandro en el gusto popular y destacó su singular vibrato, que hacia de cada canción un drama, con lo que el público se estremecía.

“Fue Sandro un icono, una  gran figura, quien como contemporáneo mío competía por los primeros lugares en el hit parade, él representando a Argentina y yo a México.

Difícil mantenerse

“Era difícil mantenerse porque figuraban artistas como Leo Dan, quien estaba en auge. Recuerdo a Sandro con una gran personalidad y, claro, proyectaba una remembranza con Elvis Presley, porque era muy expresivo y sexy, muy sensual. Recuerdo temas, como Penas y Mi amigo El Puma, que lo singularizaron; ser diferentes es lo que buscan los artistas y él lo logró.

Alcanzó a ser ídolo; sin duda es de los cantantes latinos más representativos y su nombre trascenderá, como lo reflejan las imágenes de su funeral.

–¿Cómo se cantaba en los tiempos de Sandro?

–Con mucho sentimiento, con mucha sinceridad. El artista era muy preparado y para grabar debía demostrar su capacidad técnica. Hoy, los cantantes están más fabricados por la tecnología. En los años 70 éramos más espontáneos y con más facultades directas en todos los aspectos, como la fuerza, la proyección.

Vibrato y drama

El vibrato de Sandro, por ejemplo, era su estilo y se conjuntaba con que era muy dramático. Hoy, fuera de algunas excepciones, como Vicente Fernández y su hijo Alejandro, es muy difícil llegar a los niveles de fuerza y expresividad de mi época. En ese entonces había que tener muchos atributos físicos, buena voz, ángel, carisma… Actualmente se canta más frío. Los tiempos cambian y ya no surgen tantas figuras.

Roberto Jordán promueve en estos días un nuevo disco, titulado A partir de hoy. Con más de 40 años de trayectoria profesional, destacó el tema Amor de estudiante, que me ha dado la vigencia hasta este momento. El autor es Enrique Rosas.