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Hubo foros, exposiciones y mesas redondas; en la operación murieron 37 personas

Conmemoran en Guatemala 30 años del asalto militar a la embajada de España
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Víctimas de la guerra civil guatemalteca fueron recordadas ayer, al conmemorar el asalto militar a la embajada de España, hace 30 añosFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de febrero de 2010, p. 26

Guatemala, 31 de enero. Grupos sociales guatemaltecos conmemoraron este domingo el 30 aniversario del asalto militar a la embajada de España, en una operación que dejó 37 muertos y que buscaba poner fin a la ocupación de la sede por manifestantes, en uno de los episodios más dramáticos de la guerra civil (1960-1996).

Las distintas actividades para conmemorar ese trágico día incluyeron una exposición fotográfica, un concierto en la plaza central, foros y mesas redondas para recordar y analizar el incendio de la sede diplomática el 31 de enero de 1980.

Para este domingo y como última actividad se efectuó una vigilia frente al inmueble que ocupaba la legación diplomática en Guatemala, en la periferia sur de la capital, indicó Iduvina Hernández, directora de la organización Seguridad en Democracia, una de las promotoras.

No mataron la semilla, nosotros somos la rebeldía y aunque los pasos toquen mil años este sitio, no borrarán la sangre de los que aquí cayeron, rezan las frases ideadas para el acto en memoria de las víctimas.

El 31 de enero de 1980, campesinos, estudiantes y obreros decidieron tomar en forma pacífica la embajada de España con el fin de exigir el cese de la represión del ejército, principalmente en el occidente del país, región más afectada por el conflicto armado.

Las fuerzas de seguridad rodearon el edificio, lanzaron bombas incendiarias que iniciaron el fuego en las instalaciones, donde murieron calcinadas 37 personas.

Entre los fallecidos estaba Vicente Menchú, padre de la Nobel de la Paz y líder indígena Rigoberta Menchú Tum, cuya fundación también participó en la organización del acto.

También murieron el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol, además de un ex vicepresidente y un ex canciller guatemaltecos.

Sólo el embajador Máximo Cajal logró salvar su vida. Otro de los manifestantes, Gregorio Xujá, fue secuestrado en el hospital en el que ingresó con quemaduras de tercer grado y su cadáver apareció al día siguiente con señales de tortura.

Por la quema de su sede diplomática, España rompió relaciones con Guatemala durante tres años.