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Diagnostican paludismo y enfermedad ósea tras aplicar 16 tomografías en otras 16 momias

Logran hallazgos en Tutankamón con tecnología genética de punta

Mediante exhaustivo análisis científico, autoridades arqueológicas de Egipto descifran buena parte de la genealogía del faraón

Se confirmó que su abuela fue la reina Tye, madre de Akenatón

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Howard Carter, descubridor de la tumba de Tutankamón en 1922Foto Ap
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Zahi Hawass (con sombrero), secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, y otros arqueólogos en noviembre de 2007, revisan el túmulo del faraónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de febrero de 2010, p. 4

Washington/Chicago, 16 de febrero. En lo que constituye el más exhaustivo y completo análisis científico jamás practicado a una momia, las autoridades arqueológicas de Egipto lograron descifrar buena parte de la historia familiar del faraón Tutankamón, cuya muerte, hace más de 3 mil años, estaba cubierta de misterio.

Luego de practicar durante dos años varios análisis de ADN y tomografías en más de 16 momias, entre ellas las del propio gobernante, su padre y su madre, se determinó que Tutankamón murió a causa de una enfermedad ósea, agravada por un cuadro de paludismo, según un artículo que publicará este miércoles la revista de la Asociación Médica Estadunidense (AME).

La falta de datos con certidumbre propició durante muchos años una gran cantidad de especulaciones sobre la causa de la muerte del rey, y también sobre la posible existencia de enfermedades hereditarias en la familia real, explicó Zahi Hawass, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.

Determinación de un linaje

Pese a ser considerado por los historiadores un monarca relativamente menor, Tutankamón se volvió el símbolo de la antigua civilización egipcia, luego del espectacular descubrimiento de su tumba en 1922 –a cargo del arqueólogo británico Howard Carter–, llena de artefactos deslumbrantes, entre ellos su máscara mortuoria hecha de oro macizo.

Tutankamón fue proclamado faraón en 1333 aC, cuando tenía apenas 10 años de edad, y su reinado duró solamente nueve años, aunque tuvo lugar en una época decisiva de la historia de Egipto.

Los análisis científicos se realizaron entre 2007 y 2009, y buscaban determinar los vínculos de parentesco entre varios personajes, y la posible existencia de características patológicas hereditarias en el rey Tut.

Como resultado, se logró confirmar que el padre de Tutankamón fue el faraón Akenatón, esposo de la reina Nefertiti, al concluir que los restos mortales de ambos comparten varias características morfológicas únicas y tienen el mismo grupo sanguíneo.

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Figura del monarca egipcio escaneada en 2005Foto Ap

La investigación también logró determinar que la madre de Tutankamón fue la mujer cuya momia es identificada con la clave KV35YL, cuyo nombre sigue siendo desconocido, y que su abuela fue la reina Tye, madre de Akenatón.

Estos resultados permiten pensar que una circulación sanguínea insuficiente de los tejidos óseos, que debilitó o destruyó parte de los huesos, combinada con paludismo, fue la causa más probable de la muerte de Tutankamón, ocurrida luego de una fractura, detalló Zahi Hawass en el citado artículo de la AME.

Los estudios también revelaron la existencia de malformaciones en los parientes del faraón, entre ellas la enfermedad de Kohler, que destruye células óseas, y mostraron la presencia del parásito Plasmodium falciparum, causante del paludismo, en el descubrimiento más antiguo de su tipo.

Por ello en la tumba de Tutankamón fueron encontrados una vara gruesa, que el monarca habría utilizado como bastón para caminar a causa de la debilidad de su esqueleto, y una especie de farmacia completa que lo acompañaría en el mundo de los muertos.

Al mismo tiempo, los análisis científicos descartaron varias hipótesis en torno a la muerte del monarca egipcio, como la probable existencia de ginecomastia (el desarrollo de los senos en los hombres), o el síndrome de Marfan, enfermedad genética muy rara que produce la dilatación de la aorta.

Es improbable que Tutankamón o Akenatón tuvieran apariencia extraña o afeminada, como se especuló por mucho tiempo, señaló un grupo de especialistas.

Debido a su importancia, duración y resultados, esta serie de estudios podría abrir la puerta a un nuevo enfoque en las investigaciones de genealogía molecular y paleogenómica, consideraron los científicos que han seguido el caso.