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Es aún frágil la recuperación de la economía mundial, reconoce el bloque de países ricos

En riesgo, objetivos del milenio de reducir a la mitad la pobreza para 2015: G-8

Brasil y Argentina califican de exagerado y difícil de cumplir reducir déficit presupuestarios

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Marcha en Queen Street, en Toronto. En una de las mantas se lee: No pagaremos por su crisisFoto Ap
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Manifestantes que se reunieron en Toronto para repudiar al G-8 y G-20Foto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de junio de 2010, p. 24

Toronto, 26 de junio. La recuperación de la economía mundial es aún frágil y la mayor crisis económica en generaciones ha puesto en peligro los objetivos del Milenio para reducir la pobreza a la mitad hacia el año 2015, reconocieron los representantes de las ocho principales economías del mundo (G-8) al término de un encuentro de dos días en Canadá, antes de sumarse a la reunión que también incorpora a las economías en desarrollo.

Durante la cita entre países ricos y emergentes (G-20) se planteó un acuerdo para reducir a la mitad sus déficit presupuestarios dentro de tres años, pero ante el temor de que las reducciones de gasto pongan en peligro la frágil recuperación global acordaron que cada país establezca su propio ritmo.

La propuesta de reducir a la mitad el déficit público para 2013 es rechazada por países como Brasil y Argentina, que calificaron de exagerada y una meta difícil de cumplir para muchos países.

La crisis ha puesto en peligro el avance hacia la obtención de los objetivos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de reducir la pobreza a la mitad en el mundo para 2015. Se requieren renovados compromisos mutuos, señala el comunicado del G-8 y plantea que tanto países desarrollados como emergentes deben hacer más esfuerzos.

En 2000 los países donantes se comprometieron a aportar 50 mil millones de dólares en 2010 para reducir la pobreza a nivel mundial, sobre todo en África, pero hasta el momento sólo se han erogado 18 mil millones de dólares. En la cumbre del G-8, que comenzó el viernes y concluyó ayer, el grupo anunció una nueva iniciativa de 5 mil millones de dólares para reducir las muertes entre las madres y sus recién nacidos, tema que ha sido de creciente preocupación en África subsahariana y el sur de Asia.

La reunión del G-8 se produjo bajo una nube de dudas sobre la fortaleza de la recuperación económica y el estado de las finanzas públicas, que han dejado a los líderes incapaces de ofrecer mayores compromisos respecto de la ayuda.

El texto final del encuentro señaló que cumplir las metas de reducción de la pobreza para el año 2015 –acordadas por líderes de más de 150 naciones hace 10 años– es una responsabilidad compartida y exhortó a mayores esfuerzos para asegurar que las metas se cumplan. A cinco años del plazo, el G-8 afirmó que sigue comprometido con entregar ayuda a los países más necesitados del mundo, aunque no precisó fechas.

En busca del equilibrio

La reunión de los líderes de las naciones ricas y emergentes (G-20) que comenzó la noche del sábado planteó en su agenda asuntos económicos de ayuda y desarrollo, donde asuntos clave como la disminución de las grandes deudas gubernamentales, la regulación a la banca y el valor de la divisa china, el yuan, saltaron al primer plano, según un borrador del comunicado obtenido por Reuters que será firmado este domingo.

Miles de millones de dólares en gastos de estímulo, rescates bancarios y préstamos de emergencia para combatir la peor recesión en décadas han presionado a los gobiernos con problemas presupuestarios, como Grecia.

Los líderes del G-20 reconocieron que la recuperación es desigual y subrayaron la necesidad de alcanzar un balance entre restaurar la disciplina presupuestaria y el crecimiento sostenido.

En Europa el énfasis está en las reducciones presupuestarias para restablecer la confianza. Estados Unidos ha advertido sobre los riesgos de retirar temprano los apoyos para impulsar el crecimiento.

El ministro de Economía de Brasil, Guido Mantega, calificó de exagerada la pretensión de que el G-20 acuerde reducir a la mitad el déficit público para 2013 y señaló que es una meta difícil de cumplir para muchos países debido a su alto nivel de endeudamiento, por lo que propuso una reducción de tres o cuatro puntos porcentuales, es decir, más factible, señaló.

En el mismo sentido se manifestó la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien dijo que el enfoque de Europa en reducir los déficits está absolutamente errado y citó la experiencia de su país, cuya austeridad, dijo, ayudó a llegar a un gran incumplimiento de pagos en 2001.

Al igual que lo está haciendo Europa, recordó que Argentina recortó salarios de trabajadores del sector público para ordenar sus finanzas, todo terminó en una implosión y el incumplimiento de pagos, dijo Fernández a Reuters en una entrevista.

El Grupo de los 20 intenta alcanzar un consenso sobre el ritmo de la reducción de los déficit fiscales, la mejor forma para proteger a los bancos a fin de que puedan soportar cualquier nuevo declive y cómo armonizar las reformas de las regulaciones financieras.

Los problemas de la deuda de Europa han llevado a países como Grecia y España a adoptar dolorosos recortes de gastos. Pero Fernández dijo que los recortes de gastos en Europa perjudicarían al crecimiento económico, reduciendo los ingresos de los gobiernos y afectando la capacidad de los estados para pagar sus deudas.