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Marionetas de la Esquina estrena nuevo montaje en el teatro Benito Juárez

El arte es ante todo regocijo, sostienen Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola

El siglo de mis abuelos, obra de la especialista en dramaturgia infantil Amaranta Leyva, plantea un paseo por la historia mexicana de la pasada centuria, adelantan los directores de la compañía

Foto
Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola durante el anuncio, en el foro A Poco No, en el Centro Histórico, del estreno, este sábado 3 de julio, de su trabajo más reciente, El siglo de mis abuelos, en el espacio cultural de Manuel Villalongín 15, colonia CuauhtémocFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de julio de 2010, p. 7

Para los directores de la compañía Marionetas de la Esquina, Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola, el arte es ante todo regocijo. De allí su interés en que el humor sea elemento central de todos sus trabajos escénicos.

Así lo refrendan en su más reciente propuesta, titulada El siglo de mis abuelos, que este sábado 3 de julio estrenan en el Teatro Benito Juárez, cuya temporada concluirá el primero de agosto.

Escrita por Amaranta Leyva, especialista en dramaturgia infantil, quien se ha distinguido como autora de cabecera de la compañía, esta obra es un breve paseo por la historia del siglo XX mexicano, a partir de los recuerdos y anécdotas que una pareja de abuelos cuentan a sus nietos durante una tarde.

Es una bella historia en la que Amaranta, como lo ha hecho en sus otros trabajos, se coloca desde la perspectiva de los niños y busca resaltar esas emociones y valores que rodean las vidas de los pequeños; en este caso, la comunicación y el afecto entre los abuelos y los nietos, explica Lucio Espíndola.

Si bien detrás de la obra no existe un propósito didáctico, aclara el titiritero, entre los temas que se tocan en ella destacan diversos pasajes y personajes de la Revolución Mexicana, desde Porfirio Díaz hasta Francisco I. Madero, Francisco Villa y Emiliano Zapata.

De igual manera se hace referencia a los presidentes que ha tenido el país desde ese entonces, así como aspectos del arte, la cultura y la vida cotidiana.

En el primer rubro se retoma el mural de Diego Rivera Sueño de un domingo por la tarde en la Alameda, mientras en el segundo se evocan los dulces tradicionales.

De una hora de duración, el montaje incluye la participación de 20 títeres en escena y proyecciones multimedia como parte de la escenografía.

Según Pérez Gay y Espíndola, El siglo de mis abuelos es una obra de reflexión, una reflexión obligada por el tránsito a otro milenio; ha sido motivo y razón para que los pueblos del mundo evoquemos de diversas maneras los hechos y los seres que más incidieron en la memoria, universal o local, de la centuria que terminó.

Para ambos creadores resulta trascendental el enorme compromiso que implica desarrollar propuestas orientadas al público infantil:

Se debe tener en cuenta que los niños son personas y tienen las mismas necesidades de conocimiento y comunicación, así como respeto hacia ellos; y ésos son algunos puntos que la agrupación siempre toma en cuenta para llevar a cabo una propuesta escénica.

Las funciones de El siglo de mis abuelos en el teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc) tendrán lugar los sábados y domingos a las 13 horas. Una vez concluida allí su temporada, el primero de agosto, el propósito es llevarla de gira por otros recintos del Distrito Federal y el interior de la República.