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Ver día anteriorDomingo 25 de julio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Aclaraciones
N

ecesito hacer estas aclaraciones, pues han ocurrido hechos consumados contra mi voluntad y en mi nombre. Después de nueve meses desde iniciado el proceso, se publica mi libro que sale con el nombre El petróleo de México. El texto como tal sí había sido tratado con mi participación y consenso. Pero no sucedió así con las gráficas, en varios casos punto de apoyo necesario para el texto.

De la portada sólo recibí copia cuando ya estaba impresa, y de nada sirvió mi inconformidad, incluso por escrito. Salió una impresión del libro sin mi previa revisión ni menos mi aprobación, en la que todas las gráficas que debieron salir en color salieron en blanco y negro. Además, había varias ilegibles.

Por ejemplo, en la figura 44, en el original hay, arriba a la derecha, una tabla con colores y velocidades promedio anual del viento en La Ventosa. El color azul corresponde a 17.5 metros por segundo, equivalentes a 63 kilómetros por hora. En el mapa se ve una amplia zona azul. Pero en el libro publicado sólo se ve, en una zona más amplia que la anterior, que no corresponde a ningún color en particular, sino un manchón negro, en el que no es posible distinguir velocidades, ni siquiera los nombres ni ubicaciones de varias ciudades. Todo esto se vende como parte de un libro que tiene mi nombre como autor, por lo que esta aclaración es obligada, lo que sí es mío en realidad, y lo que no.

Otras gráficas no es que no se entiendan, sino que frente a la original quedan bastante degradadas, y parte de lo que trae la original no se puede ver.

Manifesté mi inconformidad. Ni siquiera sé si haya una falta o delito de por medio, si se vende un libro a una persona y ésta se da cuenta luego de que hay en él partes ilegibles. Pero vender un libro en esas condiciones evidentemente no es lo correcto. También se supone que la versión final debe ser revisada y aprobada por el autor.

Recibí la información en el sentido de que el consejo de administración había acordado imprimir una nueva edición, en la cual supongo que se tomarían en cuenta los aspectos que yo había señalado, y los acuerdos previos que no se habían cumplido, como el del color. Si esto es así, y se cumple, como corresponde, con la participación del autor en este nuevo trabajo, será un importante precedente en México. Hasta donde sé, sería la primera vez que una casa editorial vuelve a imprimir un libro para superar los problemas de la impresión inicial. Y esto merece mi mejor reconocimiento.

Envié lo necesario para corregir, pero hasta el momento no he podido ver lo que, por información indirecta, sé que se está haciendo. Se supone que debo verlo y revisarlo, pero como la primera edición sólo la vi ya impresa, son más importantes ahora esa revisión y aprobación.

El problema inmediato es que, mientras tanto, ya lanzaron a la circulación, a la venta en librerías, la versión anterior con todos sus problemas. Esto implica riesgos. No sé qué reacción pueda haber de lectores. También se podría formar e imprimir la versión corregida con toda la calma del mundo y, mientras tanto, vender los ejemplares deficientes hasta donde les sea posible.

Creo que no sería correcto por mi parte no hacer aunque sea un breve resumen del contenido del libro. Hay una primera parte, que incluye sobre todo experiencias internacionales, para mostrar que los cambios que buscamos aquí, que lo que aquí consideramos que debe desaparecer, son posibles. Luego, en la segunda parte, de analizar problemas relacionados con la exploración y explotación del petróleo, y en la tercera, con la industria de transformación, incluyendo las formas alternativas de generación de electricidad. Al final, las conclusiones.

Dos ejemplos. En la parte inicial se analizan las dos posibles opciones que durante años se han enfrentado en Asia occidental y Europa. Por un lado, gasoductos apoyados en empresas, en la parte decisiva públicas, de diferentes países, con Europa o los grandes países de Asia como destino. Por otro lado, proyectos de gasoducto que fueron impulsados, en buena medida, por el gobierno de Bush y por empresas trasnacionales.

Con esto se muestra el carácter estratégico de los gasoductos, no sólo para un país sino para regiones enteras. Y se muestra que los gasoductos privados existentes en México y los que se quieren entregar violan el artículo 28, que señala que estos bienes estratégicos deben estar en manos de empresas estatales.

El otro ejemplo. Hace 2 mil 300 años, en China, en el principal afluente del río Yangtsé, en vista de las inundaciones que se producían periódicamente, se construyó un sistema de protección y de riego a la vez. Quien dirigió la construcción dejó también un mensaje con las instrucciones sobre cómo desazolvar el río y devolverle su profundidad original. En los 2 mil 300 años no ha habido ninguna inundación en esta región.

Más recientemente, se construye Tres Gargantas en ese mismo país para evitar las inundaciones y sus efectos en la parte baja del río Yangtsé. En 2008 llega el monzón y en este caso ya no hubo ninguna inundación allí, el sistema de Tres Gargantas controló el exceso de agua. Además, este sistema es la mayor planta hidroeléctrica del mundo y mantiene la navegación a través del Yangtsé.

¿Qué pueden decir los responsables de las grandes inundaciones de Villahermosa y sus alrededores, entre otras cosas cuando durante décadas no se han desazolvado o dragado el fondo del río ni de las presas de las hidroeléctricas? ¿Cuando que, en vez de construcciones durables, como las mencionadas, se coloca una pila de costales de arena junto al río, a menudo para ser arrastrada por la siguiente crecida? Hay en el libro una foto de una de esas pilas de costales, que debe ser vista muy nítidamente, porque no faltará quien diga o piense que no es posible que haya funcionarios tan retrasados de la mente.

Sin embargo, la alternativa real y positiva existe, como se vio en los ejemplos.