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El estado no puede estar en peligro cada temporada de lluvias, señala el gobernador

Granier llama a Calderón a realizar una reingeniería total de Tabasco

Son los peores aguaceros desde 1955

Aumentarán desfogues de presas durante dos meses

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Acompañado por el gobernador Andrés Granier Melo (tercero de izquierda a derecha), el presidente Felipe Calderón (de gorra) supervisó las obras del Plan Hídrico de Tabasco, realizadas para evitar la inundación de VillahermosaFoto Notimex
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En la prolongación de la avenida Paseo Tabasco, cerca del Club Campestre, en Villahermosa, una fuga de agua provocó un socavón que afectó la red de agua potable y el tránsito en la zona de Tabasco 2000Foto René Alberto López
Enviado y corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de septiembre de 2010, p. 32

Villahermosa, Tab., 7 de septiembre. Luego de que el presidente Felipe Calderón reconoció que las lluvias de julio y agosto han sido las más intensas de la historia reciente en la cuenca del Grijalva, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, pidió al Ejecutivo federal ir más allá del plan hídrico integral y realizar una reingeniería total del estado. Con las presas cerca de sus niveles críticos, para los tabasqueños aún viene lo más fuerte, porque nuestra verdadera temporada de lluvias comienza en septiembre y termina en noviembre, aseguró.

Granier dijo que se prevén lluvias intensas en el sureste del país, así como tormentas o huracanes. Con uno que toque nuestras costas o a Chiapas, nos pondrá en una situación por demás crítica. Aunque aceptó que las obras realizadas por el gobierno federal han servido, consideró que Tabasco no puede vivir siempre en peligro de inundación; de ahí la necesidad de acciones de fondo.

Calderón señaló que las lluvias de los dos meses recientes han sido 350 por ciento superiores al promedio histórico, exceden las de 2007 y el máximo histórico registrado en la entidad en 1955.

Atribuyó las inundaciones al cambio climático, que ha propiciado situaciones contrastantes; por ejemplo, 2009 fue el año más seco en el país en 67 años, y julio de 2010 será el más lluvioso de toda la historia.

Calderón supervisó algunas obras financiadas por el gobierno federal, que implicaron expropiación y demolición de viviendas y algunos templos ubicados a la orilla del Grijalva.

Enfatizó que las obras realizadas tras las inundaciones de 2007 han minimizado el impacto de las lluvias en 2010, aunque admitió que falta mucho por hacer porque la prioridad gubernamental, antes que la generación de energía o la construcción de obras, debe ser la seguridad de la población.

En respuesta a las peticiones del gobernador, Calderón dijo coincidir en el propósito de que cualquier zona del país tenga la menor vulnerabilidad posible y refirió que las obras del Plan Hídrico han requerido una inversión de 3 mil 500 millones de pesos. Me llevo las preocupaciones y planteamientos del gobernador Granier, en nombre de los tabasqueños. Mencionó que también hay daños graves por inundaciones en Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas y Nuevo León.

Con la presencia de los secretarios de la Defensa Nacional, Marina, Desarrollo Social y Economía se hizo una evaluación de la situación en Tabasco. Granier Melo señaló que en tres años las lluvias han causado a la entidad pérdidas por más de 40 mil millones de pesos.

Tras pronosticar que este año será muy difícil, advirtió: Este pueblo no puede seguir sufriendo estos problemas cada año, por lo que pidió la reingeniería total del estado, autorización de recursos de emergencia, agilización de trámites para acceder al Fondo Nacional de Desastres y obras infraestructura.

Señor Presidente, Tabasco se encuentra en una situación financiera muy complicada. Los acontecimientos de los tres años recientes y del actual han ocasionado que la mayor parte de nuestros recursos y los federales se destinen a la reconstrucción de la infraestructura carretera, productiva, educativa y hospitalaria en todo el estado.

Granier dio a conocer que hay más de 124 mil personas afectadas en 438 localidades y el número sigue creciendo. Refirió que el temporal ha afectado más de 300 escuelas, en perjuicio de 22 mil alumnos. Además, 201 unidades médicas están en peligro y 25 han sido evacuadas.

En su momento, tanto el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Alfredo Elías Ayub, como el de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, explicaron la difícil situación del sistema de presas del río Grivalva y el estrecho margen de maniobra disponible. Anunciaron que durante los dos meses siguientes tendrán que desfogarse 2 mil metros cúbicos de agua por segundo y en momentos críticos hasta 2 mil 500 metros cúbicos.

Luege destacó que las obras realizadas y las que están en marcha reducirán al mínimo los daños por inundación en Villahermosa, aunque reconoció que 24 comunidades aledañas resultarán afectadas.

Luege Tamargo dijo que se acordó con el gobierno de Tabasco que cuando concluya la construcción de un espigón, parte del plan hídrico integral, lo ideal sería que 70 por ciento de las aguas que vienen de la hidroeléctrica Peñitas se envíen al río Samaria –que bordea zonas rurales de los municipios de Cunduacán y Jalpa de Méndez– y el 30 por ciento restante al Carrizal –que pasa por la capital tabasqueña–, lo que pondrá fuera de riesgo la ciudad de Villahermosa.