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El primero defiende las alianzas; la segunda pide recuperar la identidad del blanquiazul

Con proyectos contrapuestos, Gustavo Madero y Cecilia Romero registran candidaturas al PAN

Las coaliciones, respuesta legítima: el senador; la ex comisionada del INM critica a su partido

 
Periódico La Jornada
Jueves 21 de octubre de 2010, p. 8

Sin señales claras de Los Pinos que inclinen la balanza hacia alguno de los grupos que se disputan la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), ayer se registraron los primeros dos aspirantes para el periodo 2010-2013. Ellos son Gustavo Madero y Cecilia Romero, quienes hicieron planteamientos diametralmente opuestos sobre el rumbo que, consideran, debe seguir ese instituto político.

El primero en inscribir su candidatura en la sede panista fue Gustavo Madero, quien se hizo acompañar por un centenar de simpatizantes, entre ellos 17 senadores. En un escenario de divisiones internas, se presentó como un aspirante incluyente al sentar a la mesa a Luis H. Álvarez, de larga trayectoria; a Mariana Gómez del Campo, joven cercana a la familia presidencial, y panistas de reciente ingreso como el gobernador electo de Puebla, Rafael Moreno Valle; Miguel Ángel Yunes o la ex perredista, Minerva Hernández.

Dos horas después acudió la ex titular del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, defenestrada luego del asesinato de 72 migrantes en Tamaulipas. Romero, primera mujer en postularse para el cargo partidista, llegó acompañada por unos 20 simpatizantes. El único militante destacado que estuvo a su lado fue el ex secretario de Acción Electoral Arturo García Portillo.

En su discurso, el senador Madero defendió uno de los temas que ha polarizado a las corrientes del blanquiazul: las alianzas y las coaliciones que probaron, dijo, ser una respuesta legítima para trabajar por una causa superior.

El legislador sostuvo que son válidas en tanto no nos resten identidad o quebranten nuestros principios, pero sobre todo, en tanto sean respaldadas y apoyadas por los ciudadanos, a quienes nos debemos. Dijo que es esa actitud incluyente y plural, así como el respaldo ciudadano, lo que debe encabezar la voluntad de unirse con otros sin perder nuestra naturaleza ni nuestras convicciones.

Argumentó que en las pasadas elecciones los ganadores fueron los ciudadanos, los que con su participación validaron las alianzas y optaron por priorizar un interés general. Los perdedores fueron los gobiernos anquilosados; fueron quienes se negaron a reconocer los derechos de los ciudadanos para no ceder sus privilegios o para no perder sus cacicazgos.

Romero consideró a su vez que el PAN debe recuperar la identidad. Somos un instrumento al servicio de la sociedad, a través del cual ésta puede acceder al poder para ejercerlo en función del bien común. Es fácil expresarlo, pero se torna difícil vivirlo cuando se pregonan pragmatismos sin sustento, o cuando se pretende que todos estén con nosotros a costa de desdibujar nuestros valores.

Conocedor de las divisiones que impiden a Felipe Calderón apuntalar a un candidato, como lo hizo con Germán Martínez o César Nava, y al resto de los aspirantes ganar la contienda sin el apoyo de otros grupos, Madero propuso construir una gran alianza interna que privilegie un proyecto común sobre las diferencias y perspectivas particulares o de grupo.

Con 30 años de militancia y conocedora de las entrañas de la vida partidista, de las denuncias por fraude electoral, endeudamiento del partido o imposición de candidatos, Cecilia Romero advirtió que se inclinapor la unidad, sí, pero a partir del respeto al que piensa diferente. Unidad que no es necesariamente unanimidad, ni silencio acrítico, ni consenso obligado; unidad producto del ejercicio sereno y responsable de la democracia interna que ha sido característica de nuestro partido.

Echó en cara a las anteriores dirigencias, contrarias al grupo que la apoya, el convertir al código de ética partidista en letra muerta. El comportamiento del panista ha de estar apegado a los principios del partido y las sanciones deben ser aplicadas bien y a tiempo para evitar males mayores, dijo.

Falta respeto

Destacó que en el PAN las decisiones deben tomarse en el nivel más cercano a los ciudadanos. Pero en ocasiones, en el partido nos hemos perdido el respeto; los militantes no eligen a sus candidatos, los candidatos no se deben a los militantes y a veces ni a su partido; los dirigentes no responden a los ideales, los gobernantes emanados del PAN no respetan a los dirigentes ni a los militantes y también hay quienes confunden el quehacer público con el partidista.

Este jueves presentarán sus candidaturas el diputado Francisco Ramírez Acuña y la senadora Blanca Judith Díaz Delgado.