Deportes
Ver día anteriorJueves 2 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Monterrey puede llevarse una sorpresa si se echa para atrás, advirtió el delantero

Santos no es Pumas; nosotros sí podemos hacerles gol: Peralta

Está en los jugadores ver feliz o destrozado a Romano, dijo Morales, quien ha sufrido con el timonel tres derrotas en finales

Debemos cerrar los espacios a Suazo y De Nigris: Figueroa

Foto
El rayado Suazo, uno de los elementos a vigilar por los santistasFoto Reuters
Enviada
Periódico La Jornada
Jueves 2 de diciembre de 2010, p. a13

Torreón, Coah., 1º de diciembre. Si Monterrey se echa para atrás puede llevarse una sorpresa porque Santos no es Pumas. Nosotros sí tenemos gol, indicó Oribe Peralta, mientras Carlos Adrián Morales, quien ha sufrido con el técnico Rubén Omar Romano tres derrotas en tres finales, reconoció que está en los jugadores albiverdes ver feliz o destrozado a su timonel, y precisó: Para mí sería quitarme una loza de encima poder verlo a la cara y decirle: ahí está el título.

Horas antes de disputar una nueva final, ahora ante los Rayados, los jugadores de los de la Comarca Lagunera hablan de la reciente final perdida ante Toluca como si hubiera ocurrido ayer y los penales queman como una daga atravesada en el corazón.

Morales, quien falló uno, apuntó: No los había practicado desde entonces hasta el día de hoy. Si hay necesidad lo tiraría con orgullo, con el alma y con deseo. Se elige un lado con decisión, no hay que dudar... en Toluca lo quise asegurar tanto que le pegué muy fuerte y lo fallé. Pero ahora, si hay necesidad, no tengan duda de que puedo estar en la ronda de tiradores.

Inclusive, al término del entrenamiento de su equipo, en las canchas del Territorio Santos Modelo, el timonel Rubén Omar Romano aventó el cigarrillo, se quitó la chamarra y se plantó en el manchón penal. Tiró varias veces. Las primeras falló ante el guardameta suplente Manuel Becerra, pero después acertó y festejó con tal vivacidad, como si estuviera disputando algo primordial.

Morales paladea su octava final, pero será la cuarta al lado de Romano –dos con Morelia y dos con Santos–, y recalcó con vehemencia lo expresado por su mentor: Como él dice, un título no lo va a hacer más técnico, o será peor si no lo consigue, pero yo, como su amigo y gente de su confianza, estoy convencido de que podemos darle esa alegría.

Felipe Baloy se hunde en la tristeza junto con Peralta. El primero está suspendido y el segundo lesionado. El panameño, ex rayado, recordó que la gente de Nuevo León siempre lo trató bien y destacó la peligrosidad de Humberto Suazo, Aldo de Nigris, Walter Ayoví: Es un gran equipo y por eso está en la final.

Y pese al cauteloso tránsito de La Pandilla durante esta liguilla, los santistas no creen que matengan un estilo medroso. El defensa Rafael Figueroa dijo que deberán estar alertas y “no darles ni un metro, cerrarles los espacios a Suazo y De Nigris.

Es un clásico. Yo soy lagunero y sé cómo vive la gente este choque, por eso debemos sacar ventaja par manejar el resultado el domingo, puntualizó.

Daniel Ludueña también habló sobre la rivalidad y las ganas de convertirse en el verdadero coloso del norte: “cada equipo tiene cuatro títulos y nos gustaría inclinar los números en nuestro favor, hay que hacer un partido sólido, ser contundentes.

Ellos no han enfrentado a un equipo con tanta llegada, apenas ahora lo harán. Queremos ganar, no sólo por nosotros, sino también por La Comarca.

El Hachita ve posibilidades de jugar tras los recientes entrenamientos: Ojalá, porque en la banca te morís, ¡se siente una impotencia...!

Bajo el lema todos están llamados a ser santos, ventilado por Alejandro Irraragorri, presidente del club, antes del juego el equipo irá a una misa en la capilla del Territorio Santos Laguna, y aunque Ludueña no es católico, apuntó: Para estar unido con el equipo se hace de todo.

La venta de boletos en taquilla apenas duró media hora. Enseguida se agotaron y la reventa cobró auge: ofreció las entradas desde 400 hasta mil 300 pesos.