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Presentan en Argentina la versión en español de El libro rojo, escrito por el sicólogo

Después de 80 años, las visiones y las fantasías de Carl G. Jung salen a la luz
 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de diciembre de 2010, p. 6

Buenos Aires, 16 de diciembre. No eran pocos los que tenían conocimiento de su existencia, pero hasta ahora sólo un grupo selecto lo había tenido alguna vez en sus manos. Después de pasar décadas en una bóveda de Zúrich, bajo la tutela de sus herederos, el legendario Libro rojo de Carl Gustav Jung sale a la luz y deja las visiones y fantasías del sicólogo suizo al estudio de sus seguidores.

Escrito entre 1913 y 1930, El libro rojo había permanecido bajo llave por deseo del propio Jung, pero en el año 2000 los herederos del sicólogo comenzaron a considerar que era hora de que los lectores tuvieran acceso a las páginas de este libro prácticamente desconocido.

Y así es como el volumen fue publicado por primera vez en su versión original en 2009, tras casi 80 años de haber sido escrito, y presentado este miércoles en su versión en español por El hilo de Ariadna, la editorial del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.

Registro personal

Bernardo Nante, filósofo y estudioso de la obra de Jung, destacó que era un orgullo que El libro rojo se publicara en Argentina para toda Latinoamérica y España, sobre todo al recordar que el primer libro del sicólogo editado en español a escala mundial también había sido publicado en Argentina, en 1934.

En este caso, la edición de El libro rojo incluye, por un lado, una cuidadosa reproducción facsimilar del ejemplar en alemán en la que se pueden apreciar en gran formato las múltiples pinturas y los textos en caligrafía del siglo XV con iniciales historiadas hechas por el propio Jung, quien de esta forma se había propuesto reflejar un texto previo a la imprenta y, por el otro, la traducción de los textos al español.

El libro, lejos de ser un compendio científico, es un registro absolutamente personal del estudioso, quien transcribió experiencias, pintando imágenes de sus visiones de vigilia y apuntando reflexiones al respecto a lo largo de casi 17 años.

Para Jung, el ejemplar, que según los presentadores tiene ecos del Zaratustra, de Friedrich Nietzsche, es el magma de la teoría que le llevó décadas desarrollar, dice Nante.

Jung decía: “Toda mi obra proviene de esas visiones iniciales’. Pero no es una propuesta teórica”, explica el filósofo, “está escrito para sí mismo, como manera de elaborar experiencias. Para lograr un proceso de ‘amplificación”.

Las imágenes son muy elaboradas, pero no tienen un propósito estético, sino que pretenden trabajar la materia del inconsciente, que se plasma en símbolos como epifanías de un misterio.

Jung, quien rompió con su maestro Sigmund Freud, postuló –tras dedicarse al estudio de mitos, leyendas y religiones de diversas culturas– la existencia de un inconsciente colectivo: contenidos síquicos comunes a toda la humanidad, subyacentes en todas las culturas, que son transmitidos de generación en generación.

Autor de hipótesis controvertidas para algunos, tesoro de sabiduría para otros, la obra del suizo propone descubrir esos símbolos subyacentes en los que según su enfoque se orienta toda vida. Quizás El libro rojo plantea claves para un detallado estudio histórico del surgimiento de una perspectiva.