Inicia el martirio amarillo
Preocupa el nivel de Chivas
mérica y Chivas, los equipos más populares del futbol mexicano, confirmaron los pronósticos y empezaron mal el torneo. Sin duda destaca más la caída de las Águilas en su propio estadio, pero el pobre partido del Guadalajara en Puebla también es para preocupar. Igual que la campaña anterior, los Tuzos demostraron su dominio sobre el club de Coapa.
No se puede reprochar falta de entrega al equipo de Lapuente. El problema es que su plantel es muy limitado, tal vez hasta mediocre. Lejos quedaron los tiempos en que los amarillos tenían a los mejores extranjeros del futbol nacional. Ahora sus foráneos son muy medianos y no se salvan ni Aquivaldo Mosquera ni Vicente Sánchez, luminarias con Pachuca y Toluca; que ahora, con el uniforme amarillo, están convertidos en auténticas sombras.
Lo mismo sucede con sus canteranos o sus refuerzos mexicanos. Elementos como Miguel Layún, Topo Valenzuela, Enrique Esqueda y un largo etcétera no tienen la capacidad para responder a la exigencia de este club.
Por su parte, las Chivas tienen la justificación de que ya dejaron de tirar el dinero en supuestos refuerzos y brindan oportunidad a sus jóvenes. Sin embargo, el partido ante los Camoteros genera un panorama sombrío.
Los rojiblancos crearon escasas llegadas de peligro; marcaron gracias a un autogol; el nivel de Alberto Medina sigue muy bajo; el apático Bofo Bautista no jugó por lesión y Marco Fabián olvidó su buen futbol en Colombia, adonde lo mandaron a esos extraños cursos motivacionales que acostumbra Jorge Vergara.
Necaxa es otro equipo que causa preocupación en sus escasos aficionados. Los Rayos perdieron en su estadio ante unos Jaguares donde se sigue viendo la mano del profesor José Guadalupe Cruz, bien reforzados ahora con el talentoso argentino Damián Manso.
Los Rayos están obligados a ganar en casa o sólo durarán un año en primera, antes de emprender el triste retorno a la liga de ascenso. Para su buena fortuna, el Querétaro perdió una ventaja de 2-0 sobre unos Tigres que justificaron en algo la gran nómina con un puntito.
El campeón Monterrey fue víctima de su escasa pretemporada, de unos suplentes que por supuesto no tienen el nivel de los titulares, de un Chupete Suazo que, al ser baluarte en el título, decidió darse más tiempo de vacaciones y anduvo fuera de ritmo y, por supuesto, de unos Gladiadores que aprovecharon las circunstancias.
A los Rayados no los pudo salvar el portero Jonathan Orozco, quien lleva tiempo pidiendo una oportunidad en el Tri, pero que deberá dedicarse más a la cancha y menos a sus ofensivos twitters.
La liga volteó a Ecuador y desde la primera jornada el delantero Félix Borja, del Puebla, demostró que ahí hay talento a un menor precio que en Brasil o Argentina. No sólo debutó con una anotación, sino que mostró la habilidad y fortaleza de sus compatriotas Christian Benítez y Walter Ayoví.
El torneo pasará a los anales porque ESPN se unió a las transmisiones televisivas. Es benéfico tener una alternativa ante las escandalosas y repetitivas señales de siempre, pero habrá que esperar lo que ofrece la cadena estadunidense.
En el Cruz Azul-Estudiantes (en el que por cierto los Cementeros vuelven a despertar esperanzas en su atribulada afición) el Ajusco no permitió comentaristas ajenos en el estadio Azul. Hubiera sido interesante ver a José Ramón Fernández ante sus ex compañeros.
Y mientras Jared Borgetti anunció su retiro porque en Santos le negaron un lugar, Javier Hernández aumentó su amplio repertorio de remates al anotar de taquito. Y la Chicharomanía continúa.
