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En un concierto de unas dos horas, el dueto asutraliano cantó de cerca a sus fans

Air Supply se desvivió por agradar a un público entregado, en el Auditorio Nacional
 
Periódico La Jornada
Martes 28 de junio de 2011, p. a10

Durante dos horas, el dueto australiano de soft rock Air Supply derramó miel en el escenario del Auditorio Nacional y entre los pasillos del foro, pues Russell Hitchcock y Graham Russell fueron hasta arriba para cantar cerca de sus fieles seguidores, quienes no los veían desde hace nueve años.

A las siete de la noche del pasado domingo, los amigos y músicos que han acumulado experiencia durante 35 años abrieron con las hiperconocidas Just as I am, Even the nights are better y Chances. Una dama que iba con su esposo lo abrazó y le agradeció que la llevara al toquín. Hace 30 años era casi una adolescente, hoy tiene todas las responsabilidades.

Fueron 15 los aguijonazos a la mente y al cuerpo. Los aireados músicos se desvivieron por agradar. Daban brinquitos, se acercaban para estrechar la mano de quienes estaban en primera fila, mostraban sus tatuajes en brazos y pecho..., a lo cual el publico respondió con gritos de ¡guapo!, ¡I love you!.

No desentonaron las nuevas de su disco Mumbo jumbo, dado a conocer el año pasado.

Lo demás era toser y cantar, con ese público entregado que se sabía todas. Un gran coro en Sweet dreams, The one that you love, Even the nights are better, The power of love (You’re my lady)... hasta Lost in love, que provocó no gritos, sino alaridos de verdad. Cientos se pusieron de pie y balancearon las manos como en concierto de Juanga o de Luismi.

Para arriba con Making love out of nothing at all. Haciendo un esfuerzo, Russel dijo: “Buenas noches, ciudad de México. ¿Cómo estás? Yo estoy muy bien esta noche; es lindo estar de regreso en México, una de nuestras ciudades favoritas en el mundo.

Es nuestro quinto Auditorio Nacional y queremos ser como Luis Miguel, por los récords que ha impuesto. Esta noche seremos románticos porque los mexicanos siempre están con ese humor.

Noche de acordes y contrapuntos con The power of love. Hay un tiempo en el que debemos encontrar la fe en el amor. Hay momentos en los que hay dudas, pero nunca se romperá mi fe en el amor.

El Auditorio Nacional no se llenó hasta el tope, pero los que fueron sintieron el amor a flor de piel, haciendo gala del nombre del grupo. Un poco de rock suave para ablandar posibles rencores.