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Tras casi un año, Chuletita Orozco volvió a anotar en la liga

Perdona Atlante y pierde ante la contundencia cementera
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Chuletita Orozco anotó el segundo tanto celeste ayer en el estadio AzulFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de agosto de 2011, p. a14

En un homenaje al pragmatismo, donde no gana el esfuerzo sino la contundencia, Cruz Azul se llevó las palmas. En un primer tiempo con sólo tres jugadas consiguió anotar el primero de los dos goles con los que venció 2-1 al Atlante.

Las oportunidades que tuvo el cuadro azulgrana fueron inmejorables: dos desbordes del venezolano Giancarlo Maldonado, espectaculares en su manufactura y en la manera de fallarlas.

El cuadro celeste perdía la pelota como si no le importara mantenerla pegada a los pies, mientras los rivales eran un alarde de ambición e interés en hacer lo que los otros desdeñaban. Atlante parecía sentirse a gusto en esta cancha que alguna vez fue suya, se movía con la confianza de quien regresa al hogar luego de años de estar fuera.

Apenas iniciado el partido, La Máquina tuvo el primer acercamiento al arco azulgrana, con un tiro de Fausto Pinto que hizo entrar en calor al guardameta Moisés Muñoz, pero tardó más de 40 minutos en volver a poner en apuros al rival.

Los visitantes fueron los encargados de dar ritmo al encuentro, peleando en la media cancha, donde el cuadro celeste lucía flácido. De ahí hacia el área era cuestión de un par de toques, pero el empuje no es lo que gana partidos, porque a pesar de controlar la circulación de la pelota, los atlantistas cometieron errores inexplicables.

En una jugada soberbia y bochornosa en partes iguales, Maldonado recibió una pelota que controló casi coreográficamente y al intentar resolver de primera intención terminó por volarla.

Unos minutos más tarde, otra vez Maldonado hizo lo más difícil: burló a Waldo Ponce, se encarreró y cuando tenía el ángulo perfecto para vencer a Yosgart Gutiérrez hizo un disparo que le salió débil, con una trayectoria que inspiraba más tristeza que coraje por el desperdicio de talento.

Luego de insistir en el error, Cruz Azul dio un destello. La segunda llegada que merecía ser tomada en cuenta: Villaluz disparó con desesperación, pero a las manos de Muñoz.

Estaban a punto de marcharse a los vestidores, cuando en un tiro de esquina los atlantistas dejaron sin marca a Emanuel Villa, quien con la cabeza anotó en apenas la tercera llegada local.

Otra vez, como hace una semana contra Atlas, Cruz azul volvió del descanso con otra disposición. Apenas transcurridos tres minutos, Villaluz engañó al defensa Nicolás Torres y mandó un balón milimétrico a Javier Orozco, quien casi sin ángulo disparó un tiro imposible de detener. Hacía casi un año que no anotaba en la liga.

La reacción del Atlante no tardó y Maldonado volvió a salir disparado, como decidido a no cometer los mismos errores que ahora tanto le pesaban a su equipo. Se metió entre cuatro hombres y dio un zurdazo que Yosgart sólo aderezo con un hermoso lance inútil. El gol estaba consumado.

Al final, los lamentos y las culpas. El Piojo Herrera declaró: Nos fuimos al vestidor perdiendo sin merecerlo, pero esto no es de merecimientos, sino de contundencia. Con mesura, Enrique Meza reconoció que el rival tal vez había sido mejor durante la primera parte, pero nosotros fuimos más contundentes.