Hablar de la historia del jazz en México es referirse al maestro Enrique Nery, quien hoy define al piano, su instrumento de vida, como mi amigo. Así lo dijo ayer, en conferencia de prensa realizada en el Teatro de la Ciudad, donde el próximo 16 de agosto recibirá un homenaje promovido por la Fundación X’quenda, que dirige Susana Harp.

Se reconocerá su trayectoria, en la que ha destacado como compositor, arreglista, director artístico y jazzista de corazón, faceta en la que ahora ha dado a conocer su nuevo disco, titulado Toda una vida, síntesis seleccionada por él y el crítico de jazz Germán Palomares, que abarca obras compuestas desde 1983, en sus nueve producciones discográficas.

Entre los temas que se pueden escuchar se encuentran Danza de las ballenas, Guadalupe Piolín y Tumbaíto. La composición que da nombre a su nuevo cedé es inédita.

Es el tiempo de los homenajes, del reconocimiento a cinco décadas de trabajo atemperado. El martes por la noche también se le rindió tributo en el Palacio de Bellas Artes por ser considerado pionero del jazz mexicano. La gala incluyó la distinción a otros nueve músicos.

Entre amigos

El 16 de agosto, en el Teatro de la Ciudad, participarán destacados ejecutantes solistas que han acompañado la carrera de Nery: los guitarristas Cris Lobo, Alberto Medina, Miguel Peña y Álex Otaola; los alientistas Jako González, Diego Maroto, Alejandro Campos, Delfino y Mauricio Tlaxcaltécatl; el contrabajista Aarón Cruz; los percusionistas Giovanni Figueroa y Armando Montiel; Fernando de Santiago en el guitarrón y las cantantes Elizabeth Meza, Iraida Noriega e Ingrid y Jennifer Beaujean.

En entrevista con La Jornada, Nery expuso: Por supuesto que los reconocimientos me hacen sentir bien, pero yo nunca he trabajado para conseguir una medalla. Los premios están bien, pero, como me dijo una vez Mario Ruiz Armengol, si vinieran acompañados de unos centavos... Alguien me dijo que en este homenaje me iban a dar una corcholata. Bueno.

Este tema lo ha perseguido muchos años: “Creo que al Estado le correspondería apoyar o patrocinar a sus artistas, llámense músicos, escultores, pintores y demás, pero las autoridades tienen la sartén por el mango y deciden a quién sí y a quién no apoyar. Eso implica tener relaciones públicas y yo no soy un publirrelacionista ni político.

Me han preguntado por qué no tramito una beca para financiar mis discos y les digo que no, que siempre los he hecho sin compañía ni centavos. No me afano en buscar una institución cultural equis, llámese como se llame... Fonca o como sea. Hago mis cosas cuando las tengo que hacer, llamo a un amigo para que me preste su estudio y tan, tan.

Nery fue reconocido por sus 50 años de trayectoria la noche del martes en el Palacio de Bellas ArtesFoto José Carlo González

Precisó que el disco Toda una vida, cuya idea fue de Germán Palomares, abarca desde 1983 a la fecha. Remasterizamos, sí. Ahí está la tecnología, que siempre debe estar al servicio de la música, y no al revés. Cuando esto último pasa se genera lo que llamamos música de plástico, que acaba en eso que se oye en los elevadores.

–¿Cuál es su relación actual con el piano?

–El piano, después de todos estos años, creo que lo puedo considerar mi amigo, y siempre está ahí, como mi primer amor, mi primera novia, o es la novia que cautivé anoche, con la música misma proveniente del piano.

Resaltó la evolución del jazz mexicano y de figuras como Aarón Cruz, a quien llamó “el bajista de nuestra generación. En el Teatro de la Ciudad tocaré durante dos horas, primero acompañado de uno o dos músicos, hasta acabar con una big band. Eso va a ser... ¡gozador!”

El así lo hará, in crescendo, aunque reconoce que Diego Maroto desde que comienza es un torrente, una fuerza joven. Hay que entenderlo.

Ejercicio de congruencia

Para Susana Harp, el maestro Nery hace una música que tiene que ver con su manera de ser, atemperada. Nery dijo: Yo creo que todo lo que uno ha vivido tiene que ver, incluyendo los sufrimientos, los golpes de la vida. Lo mío es un ejercicio de congruencia, de cómo veo la vida, de la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, de cómo eres en el escenario y de cómo eres en la calle. Yo soy de hablar quedito, casi en silencio.

Su día a día lo tiene ocupado al máximo. El martes por la tarde se dio un respiro para descansar cuan largo es, antes de asistir a Bellas Artes para una prueba de sonido. Dirige la escuela de música del Sindicato Único de Trabajadores de la Música, y está inmerso en otros proyectos, como hacer un disco en el que sueña con tener una sección de cuerdas con ejecutantes europeos, lo cual ve difícil por el costo. Ya veremos. Todo es cuestión de organizar mi tiempo, y no corro. Subo, bajo, y todo es una terapia ocupacional. Eso me gusta. Mis hijos ya crecieron, ya fueron a la universidad, soy abuelo tres veces. Hay cosas que no hago por prescripción médica, para no extenuarme, para evitar riesgos de colapsarme.