Ginebra. Más de 12 millones de personas son consideradas apátridas, sin pasaporte o documento alguno que dé fe de su existencia o nacionalidad, denunció ayer el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que lanzó el pasado jueves una campaña para concientizar a las naciones y a la opinión pública sobre este problema que acarrea falta de acceso a la educación, vivienda, empleo y servicios de salud. Los denominados apátridas viven en un limbo legal. La campaña fue lanzada por el 50 aniversario de la Convención sobre Apátridas, que se celebrará el próximo día 30. ACNUR considera que la nacionalidad es un tema de derechos humanos y tiene la intención de que el derecho internacional adopte la medida de que una persona obtenga la nacionalidad del país en que nace, independiente de la nacionalidad de los padres.