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Pide Unesco al mercado mundial de arte estar alerta a la aparición de piezas saqueadas

Temen que legado histórico libio corra la misma suerte que el de Irak y Egipto

No hay reportes de que los sitios hayan sido robados, aunque sí versiones de pillaje en Trípoli

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Imagen de ruinas en la zona arqueológica de Sabratha, con tres siglos de antigüedad, declarada patrimonio de la humanidad por la UnescoFoto Reuters
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En la Universidad de Bengasi se montó la muestra Los crímenes de Kadafi, donde se exhiben manifestaciones contra su régimenFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Sábado 27 de agosto de 2011, p. 5

La agencia cultural de la Organización de Naciones Unidas pidió el viernes al mercado internacional de arte estar alerta a la aparición de antigüedades libias saqueadas durante los enfrentamientos que han precipitado la caída del régimen de Muammar Kadafi.

Libia cuenta con cinco sitios declarados patrimonio de la humanidad, entre ellos ruinas de ciudades romanas y pinturas rupestres de 14 mil años de antigüedad. No hubo indicación inmediata de que los sitios hayan sido saqueados, aunque han corrido versiones esporádicas de pillaje en Trípoli, la capital. Los combatientes que irrumpieron en el complejo del dictador en Bab al-Aziziya se llevaron de recuerdo piezas artísticas y valores acumulados por la familia y sus allegados.

La directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, señaló que Libia tiene gran importancia para la humanidad en conjunto y se puso en contacto con autoridades en Trípoli y países vecinos para tratar de proteger sus sitios contra el pillaje.

Varias ciudades importantes dan testimonio de los grandes logros técnicos y artísticos de los antepasados de ese pueblo y constituyen un precioso legado, afirmó.

Entre esos sitios está la antigua ciudad de Gadamés, ubicada en un oasis y conocida como la perla del desierto, y Sabratha, enclave comercial fenicio que sirvió de puerta de salida a los productos del interior de África.

Analistas consideran que los tesoros artísticos de Libia y su línea costera mediterránea, relativamente virgen, podrían constituir un lucrativo punto de atracción turística si un eventual nuevo gobierno logra contener los disturbios. En una economía no desarrollada, la industria turística era ya un sector listo para la inversión, junto con las industrias agrícola y de energía solar.

Algunas partes de la herencia cultural libia ya han estado antes en peligro: en la década de 1950, dos soldados británicos asignados en el país cuando era un protectorado británico se llevaron una selección de reliquias antiguas a su patria. Entre esas piezas, algunas de las cuales tenían hasta 2 mil 500 años de antigüedad, estaba la proa de un barco griego hallada durante una inmersión de buzos en la costa de Bengasi. El año pasado fueron devueltas como parte del esfuerzo emprendido por el gobierno libio para gestionar el retorno de sus tesoros, muchos de los cuales fueron extraídos durante la era colonial.

El problema persiste. La riqueza de importantes sitios históricos ha sido durante mucho tiempo uno de sus principales atractivos turísticos, pero funcionarios de museos señalan que la baja asignación presupuestal ha impedido proporcionar una seguridad adecuada a las reliquias.

En 2006, la BBC informó que el Museo de Trípoli carecía de cámaras de seguridad: en consecuencia, al menos 90 piezas importantes han sido robadas de 1988 a la fecha, cifra que probablemente sea más alta en realidad.

También se dice que los sitios de excavación arqueológica están en riesgo a causa de que los guardias carecen de capacitación y están mal pagados. El gobierno culpaba de las fallas a los museos.

Libia no está sola en los problemas que enfrenta para resguardar su patrimonio durante la secuela del conflicto. Tesoros egipcios fueron saqueados durante la extendida perturbación que precedió al derrocamiento del presidente Hosni Mubarak.

Una estatua del rey Tutankamón y objetos de la era del faraón Akenatón se perdieron cuando saqueadores irrumpieron en el Museo Egipcio, en el centro de El Cairo, durante protestas en masa que desbordaron las calles circundantes. Funcionarios dijeron que los ladrones asaltaron repetidas veces un almacén cercano a las pirámides de Dahshour, 32 kilómetros al sur de la capital.

El año pasado, cientos de antigüedades saqueadas de Irak durante la guerra y que fueron a dar a Estados Unidas fueron devueltas al país ocupado. También, miles de piezas del Museo Nacional en Bagdad fueron robadas o dañadas al final de la invasión estadunidense. Infantes de marina de ese país fueron acusados de no hacer lo suficiente para proteger la inapreciable colección de arte mesopotámico albergada allí.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya