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Muchas desplazadas por el sismo ofrecen sexo a cambio de comida: HRW

Mujeres y niñas, muy vulnerables en Haití por graves lagunas sanitarias

Las tasas de embarazos, tres veces más altas en campamentos que en ciudades

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Para vender o utilizar, una haitiana busca enseres en la basura acumulada en un canal de aguas residuales del barrio Cite Soleil de Puerto PríncipeFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de agosto de 2011, p. 25

Washington, 30 de agosto. Mujeres y niñas en Haití siguen siendo extremadamente vulnerables debido a graves lagunas sanitarias en atención materno infantil y porque la precariedad y el hambre han forzado a muchas a ofrecer sexo a cambio de comida o protección en los inseguros campamentos de desplazados, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).

Los derechos básicos de las mujeres haitianas a salud y seguridad están en peligro, señaló HRW en el estudio Nadie se acuerda de nosotras: El fracaso a la hora de proteger los derechos de mujeres y niñas a la salud y la seguridad en Haití tras el terremoto.

Más de un año y medio después del devastador sismo de enero de 2010, unas 300 mil mujeres y niñas siguen viviendo en los campamentos de desplazados.

Según el informe de HRW, las tasas de embarazos son tres veces más altas en los campamentos que las registradas en zonas urbanas antes del sismo. Además, 66 por ciento de los embarazos son no deseados o no planificados.

Acabo de dar a luz en el suelo, no tenía medicinas para el dolor durante el parto, relató Mona, una de las más de 100 mujeres entrevistadas en 15 campamentos de desplazados por HRW.

Las mujeres tienen relaciones con hombres para poder alimentar a sus hijos (...) no tienen a nadie que las cuide, así que, por 60 centavos o un dólar con 25 centavos, tienen sexo sólo para ello, ¿qué vas a hacer? Hay que comer, explicó por su parte Gheslaine, una madre soltera con tres pequeños que lo perdió todo en el terremoto.

Pese a logros gracias a servicios médicos gratuitos, el gobierno y los donantes internacionales no han atendido lagunas críticas en acceso a servicios de salud ni a las condiciones que pueden provocar un aumento de las muertes maternas e infantiles, dijo el director de HRW, Kenneth Roth.

Antes del sismo, Haití tenía la tasa de mortalidad materna más alta del hemisferio occidental, de 630 por cada 100 mil partos.

Uno de los principales problemas es que la tasa de mortalidad materna tras el sismo es desconocida, y hay falta de seguimiento efectivo de muertes materno infantiles en los campamentos, por lo que es difícil evaluar los avances.

A ello se une que muchas mujeres carecen de la información básica que les permitiría acceder a los servicios médicos y a los métodos de prevención de embarazos existentes, así como medios para costearse el transporte a las instituciones médicas o los medicamentos y pruebas requeridas si llegan a realizarse un chequeo.

Con casi 260 millones de dólares asignados a sanidad, ninguna mujer debería tener que dar a luz en la calle, las mujeres y las niñas tienen derecho a cuidados médicos, incuso en circunstancias adversas, subrayó Roth.

Violencia de género exacerbada y miseria

También la violencia de género, que era un problema aquí antes del terremoto, se ha exacerbado ahora por las condiciones en los campamentos y las dificultades para acceder a cuidados tras una violación, agrega el informe.

Muchas víctimas de violación no tienen acceso a cuidados posterior a la violación por las mismas razones por las que mujeres y niñas tienen dificultades para acceder a otros servicios de salud: les falta la información básica sobre qué recursos tienen y dónde, o tienen dificultades para pagar el transporte para acceder a esos servicios, señala el estudio.

En el informe, HRW realiza una serie de recomendaciones para mejorar esta precaria situación en Haití, bajo la premisa de que el cumplimiento de los derechos en esta materia de mujeres y niñas resulta fundamental en cualquier esfuerzo para reconstruir sus vidas tras la devastación causada por el terremoto.

Al gobierno de Michel Martelly, a los países donantes y a las organizaciones no gubernamentales activas en Haití, la organización humanitaria los llama a desarrollar una política de género consistente, así como a diseñar programas para aumentar el acceso a la información en cuidados maternos y reproductivos o acceso a cuidados tras una violación, además de monitorear estas actividades de forma eficiente.