El Senado de la República condenó ayer el cobarde atentado que costó la vida a 52 personas en Monterrey, y se manifestó por una revisión a fondo de la ley y el reglamento de juegos y sorteos; en ese contexto, Francisco Labastida Ochoa (PRI) propuso prohibir en definitiva los casinos y casas de apuestas en el país y cerrar los que ahora operan.

El senador sinaloense resaltó que los casinos propician el lavado de dinero, la corrupción y fomentan la ludopatía, y poco o nada aportan al país en materia económica.

Labastida precisó que cuando fue secretario de Gobernación no extendió ningún permiso para salas de juego y apuestas, y no aceptó después que el empresario Jorge Hank Rhon apoyara su campaña por la Presidencia de la República en 1999 y 2000.

Labastida Ochoa reveló que incluso mandó borrar bardas con publicidad a su favor que Hank Rhon mandó pintar en Tijuana, ya que era inadecuado recibir apoyos de un señor que tiene centros de apuestas.

Como el presidente Lázaro Cárdenas del Río, pienso que los casinos no sirven para nada, sólo le hacen daño al país, y a grandes males, grandes remedios; creo que es un buen momento para pensar en cerrarlos y prohibirlos en México.

El país, recalcó, no ha ganado nada con esos centros de juego, que sólo propician actividades ilícitas, y hay sospechas de que en la mayoría se blanquea dinero de procedencia ilícita.

Labastida subrayó que es una posición que a mucha gente no le va a gustar, pero la sostiene desde hace muchos años.

Por su parte, Manlio Fabio Beltrones (PRI) dijo que se deben revisar tanto la ley de juegos y sorteos como su reglamento, y también los actos de corrupción que se han dado alrededor de los amparos que se otorgan para que los casinos puedan operar.

A su vez, el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, hasta ayer presidente de la Cámara de Diputados, reconoció la corresponsabilidad del Congreso en la operación ilegal de los casinos y advirtió que se debe legislar sin importar las presiones de grupos de poder.

Mientras, en la sesión de ayer, en la que se instaló el Senado y se nombró la mesa directiva para el último año de la 60 Legislatura, hubo un pronunciamiento de todas las fuerzas políticas a fin de que las autoridades realicen una supervisión inmediata a fin de definir la situación jurídica en materia de permisos, protección civil y hacendaria de los casinos, casas de apuestas y similares en todo el país.

En su pronunciamiento conjunto, el Senado formuló un llamado a las autoridades competentes a actuar de manera firme para perseguir, detener y sancionar a los delincuentes y trabajar de manera coordinada para garantizar la paz y la seguridad de todos los mexicanos.

Asimismo, esa cámara del Congreso rechazó cualquier posible pacto o amnistía con la delincuencia organizada.